El elevador comenzó a marcar los números mientras descendía pero se detuvo abruptamente provocando un sobresalto en ambas chicas.
—Qué está pasando Juls? Una asustada Valentina la tomaba de las manos.
—No lo sé, creo nos quedamos atrapadas, seguro hubo una falla y el ascensor se bloqueó, tranquila Val, sólo es presionar el botón de emergencia y pronto nos sacarán de aquí.—trataba de calmarla Juliana.

Pasaron los minutos y nadie llegaba, Juliana trató de llamar desde su celular pero no había señal, no les quedó de otra más que sentarse a esperar.
Valentina se sentó junto a Juliana y recostó su cabeza en el hombro de la pelinegra.

—Y si nunca nos encuentran? —decía Valentina en voz baja mientras se abrazaba de Juliana.

—Val, estamos en un elevador, no en medio de un bosque—le decía Juliana riendo de lo infantil que podía ser la chica.

Valentina le respondió con un pequeño pellizco en el costado el cuál Juliana le regresó, mientras se reían...siempre que empezaban ese juego no terminaban hasta que una de las dos se rendía. Empezaban con un pellizco y terminaban haciéndose cosquillas. Juliana siempre ganaba.

—Creo que alguien está aburrida y quiere matar el tiempo—decía Juliana con una sonrisa—Y ese alguien nunca ha sido una buena perdedora—

—Juls no! Aquí no tengo a dónde correr y yo si sé perder pero tu haces trampa—

—Bueno, bueno... tu no tienes a dónde correr, yo no tengo a dónde correr, estamos en igualdad de condiciones—decía la morena levantando una ceja y mirándola con malicia.

Juliana sólo quería hacer algo para que Valentina no se preocupara demasiado mientras esperaban ser rescatadas. Valentina solía ponerse muy nerviosa fácilmente y ella sabía que una distracción le ayudaría.

Se acomodó frente a su amiga con los pies cruzados, acto que repitió la castaña, estaban preparándose para una batalla. Valentina con una mirada pícara dijo que contaría hasta 3.

—una, dos... — pero antes de terminar ya estaba atacando a Juliana en una guerra de cosquillas... tomándola descuidada.

Juliana tardó unos segundos en reaccionar y atacar a su contrincante, pero cuándo por fin pudo encontrar el lado más débil de la castaña no lo pensó dos veces y fue directo a sus costillas dejando a la chica sin armas para seguir defendiéndose, la risa de Valentina era su sonido favorito. En un movimiento entre esa batalla para ver quién era vencedora y entre risas, estaban tan cerca que sin querer sus labios rozaron... una electricidad recorrió el cuerpo de Valentina. Juliana por su lado dejó de respirar y su risa desapareció... las dos aún estaban a un par de centímetros, se miraron a lo ojos con las pupilas dilatas. No había a dónde correr, no había una excusa para huir cómo otras veces lo habían hecho cuándo por alguna razón estaban así de cerca. Estaban en ese pequeño espacio, que cada vez se hacía más chico y el aire se volvía más denso...
Valentina bajó la mirada hacía los labios de su mejor amiga. Juliana lo hizo también. No podrían decirlo pero estaban seguras que los latidos de su corazón podían escucharse haciendo eco en ese ascensor.
El corazón le ganó la batalla al razonamiento, Juliana subió su mano al cuello de Valentina y la acercó hasta que sus labios se tocaron, la castaña cerró los ojos y se dejó llevar, el beso al principio tierno, fue subiendo de intensidad, en aquel espacio cerrado sólo se escuchaba el sonido de sus besos.

Juliana tuvo un momento de lucidez y se separó de la castaña cortando el beso. Se paró inmediatamente y caminó hacia el otro extremo del ascensor dándole la espalda a Valentina.

—Perdón, yo...—no supo más que decir...

Qué habían hecho? Había arruinado su amistad con Valentina para siempre, no supo controlarse y ahora no podía ver a la chica a la cara. Aunque todo su ser le pidiera que continuara con lo que había empezado, su mente le decía que le había fallado a su amiga.

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⏰ Last updated: Oct 07, 2020 ⏰

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