One shots Dramiones

Mírame

#Microfic #Dramione

Mírame

Dos años en Azkaban, esa fue su condena por asesinar a Lucius, podrían haberlo condenado al beso del dementor, pero, viéndolo objetivamente, le había hecho un favor al mundo mágico.

Lo aparecieron en Malfoy Manor luego de entregarle su varita y lo dejaron sólo, o eso pensaba él.

-Draco- aquella voz, por Morgana, cuánto la había echado en falta. Se giró sobre sus talones y corrió hasta tenerla de nuevo entre sus brazos, se sintió respirar de nuevo, ella devolvió el abrazo a tientas, él lo notó, pero no le dio mucha importancia, quizás eran los nervios.

Con desesperación buscó los labios de la leona con los suyos, ella dio un paso atrás, justo ahí, en ese momento, un sonido algo extraño llegó a los oídos de Malfoy, Hermione no pareció oírlo, pero para él sonó alto y claro, era su corazón estrellándose contra el suelo.

-Hermione ¿qué pasa?

La castaña tomó una respiración profunda y como pudo estiró la espalda y cuadró los hombros, intentando verse firme -Vengo a despedirme Malfoy, mañana es mi boda, me caso con Ron.

-¿Con la comadreja? ¿De qué mierda estas hablando Hermione?

-Nosotros nos amamos y...

Granger miraba a todos lados menos a él

-Mentira.

- Es verdad, han pasado dos años y yo no...

-Granger mírame a la cara cuando te hablo

- No puedo- la castaña tenía la vista fija en el suelo, las lágrimas corrían por sus mejillas.

-Y una mierda que no puedes. ¡Mírame!

Hermione se estremeció un poco

-Mírame a los ojos y dime que lo amas a él y no a mí. Dímelo de frente y te juro que no me verás más en tu vida.

Hermione levantó por fin la cabeza y conectó sus miradas, abrió la boca para intentar repetir aquella frase, pero las palabras no salían, no salían porque era mentira.

- No puedes- Draco puso una de sus manos en la nuca de la castaña y la atrajo para besarla- No puedes decirlo porque tú no me mientes, nunca fuiste capaz de hacerlo. Ese matrimonio es un chiste y yo no estoy de humor.

-Draco por favor, es lo que debe hacerse, es lo que ellos...

-¡Es lo que ellos nada Hermione!- El antiguo príncipe de Slytherin ya había perdido la paciencia -Tú eres mía, me importa una mierda de hipogrifo lo que quiera el mundo mágico o lo que le parezca correcto al ministro, tú eres mía, fue así desde tercero y seguirá siendo así hasta que la muerte me venga a buscar.

-¿Y crees que no lo sé? ¿Crees que no sé qué nunca voy a poder olvidarme de ti? ¿Qué tú eres el amor de mi vida y que jamás podré estar con alguien más y ser feliz? Pero las circunstancias no nos acompañan, nos repudiarán a ambos. No podría soportar que....

-Amor... Hermione- Draco los llevó hasta el sofá y la sentó en su regazo- Si lo que te preocupa es cómo nos puedan mirar este montón de imbéciles nos vamos a vivir a otro lugar, al Londres Muggle o a otro país si te apetece. Pero no voy a renunciar a ti.

- Te amo tanto- cuando esas palabras salieron de sus labios sí lo estaba mirando a los ojos, entonces el supo que era real.

- No más de lo que te amo yo.

Hermione rodeó el cuello con sus brazos y escondió la cara en su hombro.

-Ahora, ¿qué crees si empezamos a trabajar en base a que me des un heredero?