✨ Capítulo 28. ✨

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Después de unas horas, Jocelyn llegó con la ropa de Anna, cuando esta se la puso, se despidió de su papá y ambas salieron del hospital, justo en ese momento llego Logan y las llevo a su casa, no quería que ni Jocelyn ni Anna estuvieran solas, así que propuso llevárselas, así ambas dormirían con Tani, quien hace un día había salido del hospital.

—Me alegra ver que ya estás mejor Anna —dijo la pequeña.

—Y yo igual, Tani perdóname.

—¿Por qué?

—Por lo que hice, te hice daño.

—Tranquila Anna, te entiendo, así que no te preocupes.

—Gracias, no sabía que hacer si me odiaras.

—Si te odio —Anna la vio asustada—. Pero te odio por no luchar por mi hermano.

Anna suspiró.

—Tani, creo que es mejor que me olvide de él, él nunca me va amar, aunque no sé cuál es la verdadera causa, por que a lo que sé, él y Jimena nunca salieron.

—¿Te vas a rendir así de fácil?

—Sabes lo horrible que se siente, amar cuando la otra persona no, así yo me siento, él no quiere hacerme daño, pero solo puede ofrecerme su amistad, es lo único que puedo obtener de él, así que lo mejor será olvidarlo.

—Pero tú lo amas.

—Sí, pero él a mi no y sé que si lo intento solo me haré daño, así que... mejor olvidémoslo.

La pequeña suspiró, no sabía el por que la indiferencia de Logan hacia Anna, bueno en ese tema, pero... como dijo Anna, tendría que haber una razón, una muy grande por la cual él no la quiera, más allá que una simple amistad y eso ella lo averiguaría.

⭐⭐⭐

12:45... medianoche, todos dormían pacíficamente, la noche era azul y estrellada. Y ahí iba ella, caminando a paso lento para no ser escuchada, o sino... sus planes se irían abajo, caminó un poco más hasta que encontró la habitación, abrió la puerta y vio todo oscuro.

Encendió la luz, esperando no despertar a nadie, al ver que todo seguía normal, se acercó a la camilla, de su mochila saco un bote y una jeringa, la metió al bote introduciendo algo de lo que contenía a la pequeña jeringa.

Tomo el pequeño tuvo transparente, que conectaba hacia su mano derecha y le inyecto lo que tenía dentro la jeringa, el líquido amarillo comenzó a mezclarse con el agua que entraba a su cuerpo.

Sonrió, por lograr su cometido.

—Ahora sí Maximiliano, nadie me deja así nada más y no me importa tu dinero, con tal de hacerla sufrir a ella, con eso me doy bien servida —se acercó y beso sus labios, después se alejo—. Hasta nunca querido —dijo riéndose, salió de la habitación y se fue de ahí sin ser vista por nadie.

Minutos después, las máquinas que mostraban sus ritmos cardiacos, comenzaron a sonar, llamando la atención de algunas enfermeras que pasaban por el pasillo, una de ellas entro, mientras que la otra de ellas llamó al doctor.

El doctor entro siguiendo a la enfermera, al ver lo que pasaba fueron por su equipo, un aparato para dar pulsaciones eléctricas, ya que su respiración, se había detenido.

—¡Vamos enfermera, suba más la potencia! —dijo en un grito.

—¡Listo doctor! —dijo ella.

—1, 2, 3 —dijo el doctor colocando las cosas en su pecho, después de hacerlo varias veces, vieron que no... no funcionaba—, es inútil, no podemos hacer más... el paciente... ha muerto.

⭐⭐⭐

—¡Papá! —gritó Anna despertándose.

Pero con el grito no solo se despertó ella, sino a los demás.

—¿Anna que pasa? —dijo Jocelyn.

—Mi papá, mi papá Jocelyn.

—Tu papá está bien, está dormido en el hospital, recuerda que lo están cuidando.

—No, quiero... quiero verlo, quiero ver a mi papá.

—Anna cálmate, recuerda que estamos en la casa de Logan.

—No importa llévame.

—Bien, igual traje mi auto.

—¿Cuándo?

—Ayer cuando tú y Tani se quedaron platicando.

—Bueno vamos.

Ambas lograron salir de la casa, subieron al auto de Jocelyn y esta se dirigió al hospital. Una vez que llegaron corrieron hacia el piso donde estaba Max, Anna quiso entrar a la habitación, pero entonces vio a varios doctores, sacando una camilla, con una persona cubierta completamente con una sabana.

—¡Doctor! —gritó Anna llamando la atención del doctor.

—¡Anna! ¿Qué haces aquí? Creí que estabas dormida.

—Lo estaba, pero por un mal sueño desperté, quiero ver a mi papá.

—Anna, no creo que eso sea posible.

—¿Por qué no? ¿Era la persona que sacaron en la camilla? ¿A dónde lo llevaban?

—Anna, no sabemos como paso, ni tampoco no lo explicamos, si tu papá no estaba enfermo, solo estaba algo cansado.

—Pero... ¿Qué paso?

—Tu papá... falleció... hace unas horas.

Anna abrió sus ojos a tope, sintió como un fuerte dolor en el estomago, como si le estuvieran dando de patadas.

—¿Cómo dijo? —dijo Jocelyn aún impactada también.

—Así es... como lo escucharon, Maximiliano murió.

—No, eso no es verdad —dijo Anna en un susurro—, eso no puede ser verdad.

—Anna —dijo Jocelyn mirándola.

—¡ESO NO ES VERDAD! ¡NO PUEDE SER VERDAD! —gritó—. ¡MI PADRE NO PUEDE ESTAR MUERTO NO!

—Lo lamento Anna, en verdad.

Anna se dejó caer al suelo, llorando, sentía que la voz le desgarraba la garganta, de lo duro que lloraba, pero el dolor estaba desgarrando con su alma, primero su mamá y ahora su papá, esto simplemente no podía estar pasándole aquello, simplemente era una horrible pesadilla y quería despertar, para asegurarse de que todo estaba bien, pero no... sabía que todo era real, pues el dolor se intensificaba cada vez más, lastimando así, su pequeño corazón.

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© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.

Querido Hoyuelos © ⭐Logan Henderson⭐| #FannyFríasWhere stories live. Discover now