Por presumido le pasan las cosas

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Cuando llegó al aula se encontró con la leona, justo allí, sentada en la primera mesa, hizo el intento de sentarse junto a ella, pero un no tan amable recordatorio de Blaise sobre su ahora desproporcionado cráneo lo hizo recapacitar, mejor se sentaba al fondo.

A la salida esperó a Hermione junto a la puerta, tomó su mano y la arrastró hasta un pasillo alejado y oscuro.

-Esto es una pesadilla. Quítamelo, por favor.

-¿Has aprendido algo hasta ahora?

-Sí, que en esta dichosa escuela todas las brujas son unas p...

Hermione lo interrumpió. - Cuando te des cuenta de que aprendiste algo útil me avisas.

El resto del día lo pasó incómodo, no le gustaba que lo miraran así, seguía teniendo todas las demás cualidades, ¿Por qué ese simple cambio haría que lo vieran tan raro?

No volvió a ver a Hermione el lunes, tampoco es que tuviera nada para decirle.

Martes

El martes Malfoy se despertó con una carta de su madre

Querido hijo:

Me han dejado saber que estas cortejando a la sangre sucia Granger, esta carta es una amenaza de parte de tu padre y un aviso de parte mía, si no paras ahora quedarás despojado del apellido Malfoy

Con cariño, Narcissa Malfoy

Draco no lo podía creer, no, eso era mentira, claro que lo podía creer, dudaba que fueran a recibir a Granger con los brazos abiertos, pero tampoco esperaba que lo pusieran a elegir entre ella y su fortuna.

Ese día la evitó lo más que pudo, tenía demasiado en lo que pensar.

Miércoles

El miércoles Draco ya tenía una decisión tomada, sólo necesitaba volver a la normalidad para hacerla del conocimiento de a quienes le interesaba.

Aquella tarde invitó a Hermione a sentarse junto al lago y simplemente charlar.

Fue justo lo que hicieron, ella le contó que de pequeña se había caído de un árbol y por eso le tenía miedo a las alturas, él le dijo que su mayor miedo era quedarse sólo. A Hermione le gustaba el helado de Vainilla y a Draco de pistacho, la castaña tenía planes bien trazados para llegar a ser Ministra de magia, el blondo quería ser medimago.

Las horas pasaron, cuando se quisieron dar cuenta ya era la luna la que los abrazaba. Draco se puso de pie y le tendió la mano a Granger para ayudarla, luego no la soltó y entrelazado sus dedos se encaminó hasta el castillo, ella lo miraba como si estuviese normal, en sus ojos no había atisbo de burla. Quizás en serio ella quería enseñarle una lección.

-¿Aprendiste algo hoy Malfoy?- se atrevió a preguntar Hermione cuando llegaron a la entrada de la Torre Gryffindor.

-Aprendí que hablar contigo por horas es mejor que tener sexo- con esa frase logró que las mejillas de Hermione se colorearan de rosa, dejó un beso en el dorso de su mano y luego se fue hacia las mazmorras.

Jueves

El jueves se pasó el día en la biblioteca, no quería ver a nadie, sólo a Granger, y el deseo se le cumplió sobre las 11 de la mañana.

-Granger- llamó su atención y se levantó para ayudarla con todos los libros que venía cargando.

-Ahora creo que tienes herbología Malfoy.

-Lo sé, pero me es más atractiva la idea de pasar el tiempo contigo- Hermione bajó la cabeza en un movimiento rápido intentando en vano tapar su rubor - Te ves linda hoy- acercó la nariz a su cabello -Y hueles tan bien

- M-Malfoy para por favor- las manos del Slytherin se envolvieron a su alrededor y se acercó lo más que su "dilema" le permitió

-Dime Draco, Granger- le susurró al oído, una de sus manos pasó de su cintura a la mejilla, haciendo que lo mirara a los ojos -Di mi nombre

Sus labios casi se rozaban, la respiración de ambos comenzaba a fallar.

-Draco...- nunca su nombre había sonado tan bien, el blondo dejó un beso en su frente y volvió a su lugar, dejándole a Hermione una extraña sensación de vacío. -¿Has aprendido algo Malfoy?

Él sonrió- Varias cosas Hermione, pero te las diré al finalizar la semana- sin más se levantó y se fue de la biblioteca, con el corazón queriéndosele salir del pecho por el simple hecho de haberla llamado por su nombre.

Viernes

-Aun no veo que el problema se reduzca- Theo lo miraba con atención mientras enredaba uno de sus dedos en los cabellos dorados de Luna Lovegood.

-Theo, eso no es amable de tu parte amor, además, estoy segura de que el problema no durará mucho- Luna, con su sonrisa suave, miró a Draco como quriéndole decir algo telepáticamente, o quizás sólo estaba mirando alguno de los bichos raros que según ella rondaban por la cabeza de los demás.

-Faltan 2 días para que el plazo que me dio Hermione se cumpla.

-¿Desde cuándo le dices Hermione?- Weasley mayor que estaba con la cabeza recostada en las piernas de la mayor de las Greegrass, se asombró un poco de que el blondo se refiriera a su amiga por su nombre.

-Desde que va a ser mi novia.

Draco debió admitir en ese momento que dolió como todos parecieron mirarlo sin creer que él, realmente, podría hacer a Hermione Granger su chica.

Sábado

El sábado pasó toda la mañana y gran parte de la tarde preparando su cita con Hermione, todo debía estar perfecto.

Cuando el reloj marcó las 9 de la noche la pasó a buscar y de la mano la llevó hasta el mismo centro del campo de quidditch, alrededor de ellos flotaban un montón de linternas y sonaba una música de violín de fondo.

Se sentaron en el césped y hablaron otra vez de su infancia, de lo feo que se vestía Umbridge, de que ella era una sabelotodo y él un narcisista, cuando el reloj marcó las 12 de la noche Draco se puso de pie atrayendo a Hermione con él

Domingo.

-Haz la pregunta.

Ella sonrió

-¿Tienes algo que decirme Malfoy?

-Sí, tengo que decirte que esta semana ha sido una porquería, que me he sentido más humillado que nunca antes en mi vida y que tienes que estar muy clara de que cobraré mi venganza -Vio a Hermione encogerse- A besos, mi venganza la reclamaré con besos. En esta semana aprendí que para los que de verdad importas el físico no es nada más que algo secundario, que el ser un sangrepura millonario me vale poco si no puedo verte sonreír, que no tengo realmente para dar todo aquello de lo que me jactaba.

》Así que ya no puedo prometerte un príncipe azul, te voy a ofrecer uno verde, un príncipe que cometerá un montón de errores y que probablemente no te merece, pero que va a luchar cada día porque no te des cuenta de ello, un príncipe que esta dispuesto a matar por ti, a vivir en el mundo Muggle y trabajar como un doctor que arregla dientes, un príncipe que es capaz de renunciar hasta su apellido con tal de que estés a su lado. Esto es lo que soy Granger, esto es lo que te ofrezco leona. Así que ahora viene la gran pregunta. Hermione Jean Granger ¿Quieres ser mi novia?

Para este punto los ojos de la castaña estaban llenos de emoción y una sonrisa alumbraba sus facciones, vio como el diámetro de la cabeza de Malfoy iba recobrando su tamaño original y entonces lo supo, él sí creía cada palabra que había dicho y eso para ella era suficiente. Poniéndose en puntillas acercó su boca a la suya y lo besó, fue un beso lento que se terminó por convertir en algo desesperado.

-¡Búsquense una habitación!- la voz de Blaise hizo que se separaran

-Sí Malfoy, quiero ser tu novia

Aplausos y chiflidos cubrieron por completo la melodía del violín

-Ja ¡Ginny, paga!

Nuevamente la multimedia la podemos agradecer a la maravillosa IreneGarza0 😊menciona un usuario

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