Marqué el número de Jean,mis manos temblaban de la rabia.

Dios,siempre era ella.

Siempre ella,día y noche,solo ella estaba en mi mente.

Solo ella.

Y eso no me gustaba,estaba frustrado,enfadado y ....asustado.

Y si como había dicho Jean,el amor si que existía y yo...¿yo lo estaba sintiendo por ella.?

No,esto no era para mí...yo no sirvo para estas cosas.

Cuando pensé que no iba a contestar,respondió:

-¿Oui?

-Jean-dije casi en un suspiro enfadado

-¿Eric estás bien?

-No,ocurrió de nuevo Jean,igual que en Paris con aquella chica.

-No te entiendo.

-No puedo pensar en otra que no sea ella,Jean,voy a volverme loco.

-Oh Eric...

-¡Jean!¡Que voy a hacer!-creo que estaba a punto de echarme a llorar.No quiero esto,no quiero sentirme así de confundido,no quiero,no quiero...

-Eric...tranquilízate,no es algo malo.

-Jean yo...no quiero,¡me...molesta mucho!

-¿El qué Eric?

-Se besó con él...y me duele el pecho...es como si me golpeasen.

-Entiéndelo Eric...te duele porque te importa.

-¡PERO YO NO QUIERO!

-No es algo que se pueda controlar Eric,no es nada malo,¿POR QUÉ LO RECHAZAS DE ESA FORMA?

-No estoy seguro-me pasé la mano por el pelo nervioso-Estoy asustado....

-A ver,hay dos opciones-dijo Jean con calma-Puedes vivir así,sin volver a tirarte a ninguna chica y convertirte en un monje o intentar solucionar esas "dudas" que tienes.

-Jean...

-Ya te lo he explicado por activa y por pasiva Eric,te lo he dicho en broma,en serio...Eric ya no se como decírtelo.

-Jean...

-Ya lo hemos hablado Eric,te dije lo que tenías que hacer-hubo un silencio entre los dos-Ahora es tu turno decidir...Adiós Eric

-Adiós Jean

Colgué y estaba aún más frustrado que antes.

Ya Jean me lo había repetido 20.000 veces en Paris,tenía que hablar con ella y explicarle como me sentía...y ya luego que fuese lo que Dios quiera.

-¿Eric te encuentras bien?-dijo Lydia mirándome con preocupación.Solté mis cubiertos con rabia.

Me molestaba hasta que me hablase,porque Lydia era amiga de...Arianne,siempre ella.

-Perfectamente-murmuré sin muchas ganas,fulminándola con la mirada.

Estábamos cenando,aunque yo no había probado nada de comida.

-¿Eric?-dijo mi padre ahora-¿No vas a comer nada?

-No tengo hambre,buenas noches.

Me largué de la mesa ante la mirada preocupada de mis padres.

Quiero darte un besoWhere stories live. Discover now