-11- No dejaré que te lastime, rubia

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Cuando obtuvieron sus respectivos alimentos se fueron a sentar a la última mesa que era custodiada por otra chica de lentes en la esquina, Raven y Clarke al uni sonido saludaron y se quedaron frente a frente en esa misma mesa.

Unos 20 minutos en silencio y sin saber que decir, Raven se quedo pensativa en la forma de animar a su amiga hablar.

—Oye rubia. . . —dijo tímidamente, algo fuera de lo común para su personalidad de Raven Reyes.—¿Te trae ganas o le rompiste el corazón a esa tal Costal?—

—En serio, no quiero hablar.—Odiaba la mirada que había puesto en la cara de Clarke, pero había pensado que era gracioso, pero Clarke parecía herida y molesta.

Raven no estaba dispuesta a investigar el trasfondo de esa historia, lo único que pensaba es que Clarke confiara en ella y le contara.

Clarke no vio el punto de ocultarlo cuando se sintió atraída por alguien.

Su lógica era que no debía abrir su corazón a nadie pero nunca se iba a imaginar en tener una oportunidad con alguien; sin embargo, menos pensó que se enamoraría de la persona menos idónea. Lo último que tenía que hacer era dejar sus sentimientos perfectamente claros.

Sus sentimientos la hicieron que se nublara en su juicio y le permitió mostrar sus intenciones sin ninguna duda y luego aprender qué sus sentimientos fueron un error cuando Costia se burló en su cara.

Sin lugar a dudas fue un enfoque que le había servido bien ahora en su futuro.

Clarke le agradeció a Raven cortésmente y que no le hiciera preguntas incómodas sobre su vida, sobretodo que fuera paciente con la historia.

Aunque fueron pocas veces en los que ha convivido con la rubia, se había encariñado y a Clarke le gustó el hecho de que esta chica era un genio en secreto.

Raven aun se sentía un bicho raro en la universidad, ser latina de padres mexicanos,  y sobretodo de bajos recursos aún sentía esa discriminación, pensó que nunca iba encajar en ese lugar, pero para Raven lo único que le importaba era sobresalir y lograr graduarse para ayudar a su familia en la situación en que estaba.

Así que cuando llegó a la escuela, no esperaba que medio mundo le diera la bienvenida pero cuando se percató de esa extraña rubia, algo en ella le decía que debía protegerla, sobretodo por la actitud que habían tomado Costia con Clarke.

Cuando Raven notó el conflicto de la historia, tuvo una mayor intriga del porque Costia había estado haciendo eso.

Al finalizar el almuerzo, todo sucedió demasiado rápido, cuando vio a Costia acercarse demasiado rápido echa una furia directa hacia ellas.

Específicamente a Clarke Griffin.

Fueron breves segundos cuando Clarke volteo en dirección donde veía Raven y se percató de lo que estaba pasando, así que en la esperaba del golpe que iba en dirección a ella, cerró instintivamente sus ojos, esperando el golpe.

Pero, en cambio, sintió alguien que se interpuso, así que abrió sus ojos justo a tiempo en ver a Raven como sujeto a Costia y la alejaba.

Comenzó el forcejeo entre las dos, dando Costia el primer golpe pero Raven se regresó dando otro golpe ocasionado que se cayera al piso.

Volviendo a ponerse de pie, Costia intentó tomar represalias, pero se encontró sujetada de una chica que no reconoció, en ese instante se dio cuenta que estaban rodeadas de más personas.

El caos de una situación comenzó, odiaba totalmente estar en situaciones así, vio a Costia como estaba en el suelo con la mano en el ojo, mientras sus amigos le ayudaban a levantarse.

Su ex amiga intentó atacar pero sus amigos la sacaron del camino a tiempo, luego Raven la golpeó en la mandíbula y la tiró al suelo. Fue entonces cuando notó que Raven estaba a un lado cuidando a Clarke

Miró rápidamente a su alrededor mientras un zumbido de pánico surgió hasta que sus ojos se posaron en ella, de nuevo su labio se había lastimado.

Después de que la conmoción de la situación desapareció, Clarke miró con sorpresa a Raven que intervino para ayudar sin siquiera saber su conexión con Costia o con exactitud del motivo de sus problemas.

Clarke sujeto a Raven, podía sentir cómo su cuerpo estaba aún enfurecida, tenía una expresión de enojo, así que la sujetó aún más a ella, del borde de la camisa. La chica latina miró la pequeña mano de Clarke apretada en el borde de su camisa.

Con una excusa en voz baja, Clarke se apartó y se acercó, con el pretexto de asegurarse de que Raven estaba bien, pero no pudo evitar la sensación de que debía contar con ella.

Sintió una punzada de culpa atravesándola.

—¿Estás bien?— el rostro de Raven se suavizó pero aún parecía enojada

Clarke se apartó un poco, pero mantuvo una mano sobre el brazo de la chica mientras la miraba.

—Estoy bien— dijo Raven lo suficientemente suave como para que solo Clarke pudiera escucharla.—No dejaré que te lastime, rubia.— la sonrisa que le ofreció Raven dejó en claro que no estaba enojada con ella.

Las palabras de Raven se hundieron como un peso de plomo en el estómago de Clarke, cuando sintió las lágrimas quemar el fondo de sus ojos.

—Gracias.— La voz de Clarke era suave y tímida cuando abrió la mano para dejar de sujetar a la chica.

Clarke pensó que la chica se alejaría pero rápidamente regresó esta vez deslizando su mano para atraerla en un fuerte abrazo.

***
Maratón 2

Hasta mañana... o tal vez hoy?

La vida es más que sobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora