-Sí, Harry, pero lo mejor es que él también pueda aportar algo –indiqué –Algo así como crear una situación en la que sí o sí deban hablarse, que incluso lo difícil sea que se queden en silencio.

-Eso sólo lograríamos si los dejamos solos en una isla, así Neville no podrá escaparse de alguna manera –rió Harry.

-No hace falta que sea una isla exactamente –Ron parecía estar pensando en esa posibilidad, tan metido en la idea como nunca le había visto con anterioridad –Creo que en una playa sería igual de efectivo. Digo, nos vamos a acampar toda la noche, pero en un momento dado los dejamos allí.

-Sin varitas para que no puedan aparecerse.

-Y solo con una bolsa de dormir para que tengan que compartirla –acotó Ginny, a quien parecía estar gustándole la idea, armándola ya en su cabeza con todo detalle.

****

   Organizar el acampe nos llevó exactamente tres semanas, entre convencer a Neville para que aceptara (cuando se enteró que Luna también iría) y buscar un día que nos quedara bien a todos por causa de nuestras responsabilidades, pero una vez que lo conseguimos estábamos listos para el siguiente paso.

   Salimos una tarde luego del almuerzo para tener el tiempo suficiente de asentarnos y pasar un buen rato antes de que oscureciera. La idea, según le dijimos, había sido hacerlo todo de manera muggle, por lo que Harry tomó las varitas de todos y las guardó diciendo que nos las devolvería al día siguiente, cuando regresáramos a la Madriguera (que era de donde partimos) o si se presentaba algún problema, lo cual no era probable ya que estaríamos en una reserva muggle.

   La tarde transcurría apaciblemente mientras hablábamos de nuestros años en Hogwarts y los planes que teníamos para nuestra vida; entre ello, el próximo casamiento de Harry y Ginny, caratulado ya como la boda del año por la revista Corazón de Bruja. Nada fuera de lo normal, nada que no harían un grupo de amigos en un acampe normal… Nada que revelara lo que estábamos a punto de hacer.

   En un momento dado, antes de cenar, Ginny propuso ir a nadar un rato. Señal que habíamos acordado para empezar a movernos hacia la parte más importante del plan.

   Como era de suponerse, Neville declinó la oferta mientras miraba de soslayo a Luna quien, junto con Ginny, ya se había cambiado a un traje de baño.

-Vamos, Nev –instó Harry –Vinimos a divertirnos. No puedes negarte en la mejor parte.

-Si me estoy divirtiendo –contestó el muchacho con una sonrisa algo tímida –Pero creo que  mejor me quedo aquí, así cuido las cosas –agregó en un intento de justificación.

-Lo dices como si alguien quisiera robar nuestras cosas –rió Ron, señalándole la carpa que sólo gracias a la magia aún se mantenía en pie –Y tampoco llevamos nada de valor.

-Anda, sólo nadaremos un rato antes de cenar, ¿sí? –Intentó Harry entonces al ver que Neville no estaba cediendo pronto –Estaremos lejos de las chicas, si ese es el problema –propuso llevándolo un poco aparte para que nadie pudiera escuchar la sugerencia.

   Neville no parecía del todo convencido, pero aun así terminó por aceptar. Se cambió de ropa y fue con Harry y Ron hacía una parte un poco más apartada de donde estaríamos Ginny, Luna y yo.

   Que no se animara siquiera a nadar junto a Luna no fue para nada alentador, pero confiábamos que una vez que nos fuéramos las cosas cambiarían. Después de todo, no habría dónde pudiera escapar.

   Los primeros en “salir de escena” fuimos Ron y yo. Alegando que por el alboroto a la hora de salir nos olvidamos de empacar la cena, y por lo mismo debíamos ir al pueblo más cercano para conseguir algo de comer, desaparecimos antes de que incluso pudieran plantearse lo ridículo de la excusa.

ANIVERSARIOOn viuen les histories. Descobreix ara