10 minutos (PARTE 1)

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Espero les guste, me gustó mucho escribirlo. Ya saben, si me dejan algún comentario me harían muy feliz. Disfruten. A☁️✨

No podía aguantar más, la garganta me quemaba de tanto vomitar y los dolores eran bastante insoportables. Entré al baño para lavarme la cara para empezar al día y al mirarme al espejo, pensé en que era lo que estaban haciendo. Necesitaba saberlo, él necesitaba saberlo. Pero, los miedos me tenían paralizada.

Me decidí a llamarlo, Sergio y yo no nos veíamos hace poco más de cuatro meses, cuando alguno de los dos viaja hacía alguna ciudad y nos perdemos en una noche de hotel.

Fui egoísta con él y decidí no quedarme, me ofrecía una larga vida juntos en alguna isla paradisíaca perdida en el mar y era un plan de lo más tentador pero, no quería arriesgar a mi madre y mi hija a esa vida que ellas no buscaron.

Decidimos ser dos almas libres, que seguían con su vida pero, que cuando podían encontrarse lo harían porque el amor era tan grande que no podía desaparecer sin más.

Busqué ese número de emergencias que en los tres años que llevamos jugando a este juego de visitas escondidas jamás usé, Porque consideraba que nunca era tan urgente para ponernos en peligro de que nos rastreen, solo se podía hacer una llamada al mes, con no mas de diez minutos, pero aún así me parecía demasiado peligroso.
Los mails era la vía de comunicación más frecuentes, con suerte algunos días podíamos estar conectados con una distancia de horas, pero lo más común es que los mails se reciban de uno o dos días para otro. No queríamos dejar nada suelto. Yo creo que si alguien llegase a encontrar los mails, el mismo comando especial quedaría fuertemente sorprendió con su contenido y podrían asegurar que Sergio era mucho más divertido de lo que lo pintan en su perfil con timidez patológica. Pero eso es otra historia.

Marqué los botones con los dedos temblorosos y la respirar agitada, no todos los días se le dice a una persona que está a miles de quilómetros, buscada por todo el Interpol y que ves en una habitación de hotel cada 90 días, que será padre. Al menos no conozco a nadie que esté en mi situación.

-Diga.- ¿Y si cortaba el teléfono y seguía con mi vida? ¿Y si Sergio no quería ser Padre? ¿Y si lo pongo en peligro? ¿Y si no vuelvo a verlo jamás? Los pensamientos empezaron a golpear en mi cabeza con tanta fuerza como un huracán.- ¿Si? Diga!.- el señor al otro lado de la línea sabía que había alguien, me era imposible contener la respiración.

-Hola... nece... necesito hable con el profesor.- "calmante Raquel solo es Sergio, solo es Tu Sergio".

-¿Quién lo busca?- Mierda mierda mierda. Cada vez hacia qué me arrepienta más.

-Raquel, dígale que lo busca Raquel.- las manos para este punto ya me sudaban y ni siquiera estaba aún al teléfono.

-Aguarde un instante por favor.- silencio, silencio y más silencio.

-¿Raquel? ¿Eres tú? ¿Todo está bien?- y ahí estaba mi Sergio, el hombre preocupado y más increíble de este planeta.

-Sergio.- lo dije como un suspiro ahogado- todo está bien.- lo escuché soltar el aire por el otro lado de la línea, tanto yo como él sabíamos que está no era una llamada sin más, sino solo hubiera bastado un mail.

-¿Tu madre y Paula están bien? Joder cuando me dijeron tu nombre se me paró el corazón, ¿de verdad están bien?- Sergio hizo que para este momento y con las hormonas algo disparadas ya comience a llorar.- ¿Estas llorando, Raquel? Me estoy poniendo nervioso.

-Todo está bien Sergio, mi madre y Paula están bien.- intente calmar la respiración y secar las lágrimas que me caían, con una mano sostenía el celular y la otra mi vientre.- Solo necesitaba escucharte.

Un amor en pocas palabras One-shots Where stories live. Discover now