✨ Capítulo 23. ✨

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—Bueno... Terry es lindo.

—Pero Anna, ¿Qué paso con Logan?

—¿Qué pasa con él?

—Creí que te gustaba.

—Escucha Tani, creo que tengo que dejar ir esto... solo me hago daño, él no quiere nada conmigo, así que debo seguir mi vida, ¿Comprendes? No voy a quedarme sola solo por que a él no le gusto.

—Bueno, tienes razón.

—Me alegra que entiendas, pero descuida, no por eso voy a descuidarte linda, siempre serás mi pequeña hermanita —la abrazó.

Tani sonrió.

—No entiendo por que Bianca y Jocelyn dicen que has cambiado, eres la misma Anna de siempre.

—No les hagas caso, solo quieren atención.

—Si solo... ¿Qué? —dijo mirándola.

—Bueno vamos a comer algo, te invito una pizza.

—Claro pero vamos al Litter Cesar Pizza, es mi lugar favorito.

—Vamos, solo deja me arreglo y nos vamos.

—Claro —Tani sonrió.

Dejo a la chica en la sala y se fue a su habitación

—¡Esas malditas no podían simplemente quedarse calladas! Igual sabía que lo harían, pero no le haré nada a Tani, ella nunca le hizo nada a Anna, tengo que actuar como Anna lo hace con ella.

Se termino de arreglar y salió encontrándose con Tani.

—Nos vamos.

—¿Desde cuándo te gusta el negro Anna?

—Desde siempre, solo que nunca lo había probado, ¿Me queda bien no?

—Te queda super genial —sonrió.

—Bueno, entonces vámonos.

Ambas se fueron de ahí, al salir del edificio, tomaron un taxi, quien rápidamente se dirigió al centro, una vez llegando ambas se bajaron y Anna pagó el taxi y ambas se encaminaron al local de pizza más cercano.

Una vez llegando pidieron su orden, una pizza de peperoni, con una pan de ajo con su respectiva salsa, además de una orden de papas fritas con kétchup, mostaza y crema y cada una tenía un vaso de refresco. Ambas platicaban y comían muy animadamente, pareciendo que Anna o la persona dentro de ella se divertía mucho, al igual con Tani.

Después de comer y reír juntas, llego la hora de irse, Anna dejo a Tani en su casa, pero se fue antes de cualquier cosa, rápidamente se dirigió al hotel de nuevo y se dio un largo baño, cuando salió, se puso la ropa que usaría y se maquillo. Una vez lista espero a que Terry llegara por ella.

—Creo que le estoy dando demasiada importancia a ese tonto, bueno él debe creer que nos importa, así que tengo que seguir así por un buen rato más —caminó y se miró al espejo—. Ay Anna, está noche te divertirás como nunca, puede que incluso tengas una noche de pasión —sonrió.

Escucho la puerta siendo tocada, tomo su bolso y se acercó a la puerta de entrada, revelando a un chico muy arreglado, admitía que Terry era un chico muy apuesto, pero simplemente no era su tipo.

—Hola linda —saludo.

—Hola Terry, ¿Nos vamos ya?

—Claro vámonos.

Salieron del departamento, para después bajar por el ascensor y salir del edificio. Subieron al auto y se dirigieron a un bar karaoke, al llegar él como todo un caballero le dio la mano y la ayudo a bajar del auto, entraron al lugar y buscaron una mesa.

—¿Qué te parece el lugar? —preguntó el chico mirándola.

—Es muy lindo, mejor de lo que me imagine.

—Bueno, siempre vengo aquí con mis amigos, además siempre nos gusta jugar con el karaoke —dijo apuntando la enorme rokola.

—¿Puedes cantar?

—Así es, en la pantalla busca alguna artista y la canción que quieras y tomas el micrófono y cantas, a veces hacen concursos y esas cosas.

—Nunca he probado eso de cantar, realmente no sé si soy buena en eso.

—En otro momento será entonces, por ahora pidamos algo de beber.

Cada uno ordeno una cerveza y justo cuando comenzó a beber hizo una mueca de asco, cosa que hizo reír a Terry.

—¿Nunca has tomado cerveza?

—No y ahora veo por que, sabe horrible.

—Bueno, puedes arreglarla.

—¿Cómo?

—Poniéndole un poco de sal, limón o hasta chile en polvo, como si fuese una michelada.

—¿No la preparan aquí?

—Puedes pedirla si quieres.

—Bueno, tómala... iré por eso que dices —dijo dándole la cerveza.

—Una michelada.

—Lo que sea, en un momento regreso.

—Seguro.

Camino hasta el barman y pidió su bebida, le dio un pequeño sorbo y sus ojos se abrieron a más no poder.

—Así está más buena, me gusta —se dio la vuelta y justo en ese momento sus ojos se posaron en una persona sentada en una mesa al fondo, quien la miraba de igual manera, algo desaprovadamente, sonrió y caminó de regreso con Terry—. Ya volví.

—Ya te vi.

—¿Sabes? Me gustaría probar ya el karaoke.

—¿Segura?

—Claro, quiero ver que tan buena soy.

—Muy bien, vamos.

Ambos se encaminaron a donde estaba el aparato, Terry le hecho una moneda y esta se encendió, le dio paso a Anna y busco alguna canción que le interesara, cuando la encontró sonrió, tomo el micrófono y comenzó a hablar llamando la atención.

—Buenas noches, quiero dedicar esta canción a todas esas chicas que han sido rechazadas por el amor de su vida, para que se den cuenta de lo mucho que valen y no necesitan a esa gente que solo sabe hacerles daño —dijo y miró de nuevo a la persona del fondo—. Que sepan que ya no podrán controlarnos más, ni mucho menos manipularnos.

Recibió varios aplausos de apoyo, de algunas chicas en el lugar, miro la pantalla de la rokola y le dio play a la canción, justamente comenzó a sonar y ella comenzó a cantar, dejando salir una bella voz, que no sabía que tenía, la cual impresionaba a todos, sobre todo a la persona del fondo, pero no solo por su voz, sino por la letra de la canción.

Al terminar la canción todos comenzaron a aplaudirle, ella dejo el micrófono en su lugar, caminó a su mesa y miro a Terry, quien sonreía.

—Eso estuvo genial.

—Gracias, pero no tanto como esto —dijo y se abalanzó sobre sus labios.

Besándolo apasionadamente, sorprendiendo a todas las personas del lugar, incluyendo a la persona del fondo, Logan.

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© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.

Querido Hoyuelos © ⭐Logan Henderson⭐| #FannyFríasWhere stories live. Discover now