En la noche

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El frío de la noche causaba que sus dientes choquen entre ellos.

Se encontraba en la Finca Mariposa, tenía algunas heridas y fue allí para que sanaran más rápido.

Aunque estaba arropado hasta la cabeza, la fuerte lluvia llevaba un viento que hacía que las ventanas sonaran, todo el ambiente estaba frío, podía suponerlo con tan solo ver a su compañero de misiones que portaba la cabeza de un jabalí, muy bien arropado.

Suspiró, con tanto frío no podría dormir a gusto.

Se levanta de la cama, al pisar en suelo de madera, este está misteriosamente cálido, con tanto frío se esperaría que fuese un hielo, pero al parecer no era así.

Empezó a caminar, no llevaría calzado porque ese sí estaba frío, así que solo caminó descalzo por los pasillos de la finca.

Cuando llevaba un rato caminando sonrió irónicamente y miró a todos lados — Estoy perdido — murmuró al aire.

El piso fuera de la habitación se tornaba cada vez más frío, a la vez que el ambiente también lo hacía.

Aunque llevaba su haori encima, sentía cómo el frío literalmente lo ignoraba. Sus pies temblaban y la planta de estos poco a poco iban sintiendo un frío irremediable en el suelo.

Un trueno sonó, a la vez que una luz invadió la finca, luego de esto, la visión se volvió un poco más complicada.

Apenas podía ver las figuras frente a él, además de que una fina capa de neblina se podía ver fuera de la casa.

Al menos estoy en otro lugar, no encerrado entre dos paredes... — Pensó, pero esto era ahora contraproducente, ya que el piso estaba muy frío y apenas y sentía sus pies.

Suspiró y siguió andando, no sabía en qué parte estaba, pero confiaba en el delicado y casi inexistente olor a flores que había en el aire.

Seguramente era el jardín frontal de la Finca Mariposa, estaba repleto de bellas flores, aunque con la lluvia el olor a tierra mojada y lluvia sobrepasaba casi el resto de olores.

Caminó hasta llegar a la entrada de la casa, sonrió y se dio la vuelta. Ahora conocía más o menos el camino a la cocina.

Empezó a andar, pero un trueno lo agarro desprevenido asustándolo un poco. Sonrió y siguió caminando.

El piso ahora estaba un poco menso frío, sin embargo seguía sin sentir sus pies.

La temporada de lluvia de ese año estaba siendo muy fuerte eh.

Al llegar a la cocina abre la puerta de esta y entra, al cerrarla revisa toda la habitación.

Puede distinguir una figura humana frente al fogón, parece que se está calentando.

Camina hasta la figura, poco a poco se da cuenta que es una chica, tiene una altura parecida a él, cabello negro y piel pálida.

— ¿Kanao-san? — Al escuchar la voz detrás de ella, la de ojos color violeta lo voltea a ver, sin decir ninguna palabra — Buenas noches — Ella solo le sonríe — ¿No puedes dormir? — Ella vuelve a mirar al fogón frente a ella, ignorándolo.

Aunque le dolía que ella fuese así, no podía dejarse ganar por su indiferencia.

— Tomaré un té y me iré — Empieza a caminar en dirección a la estantería donde guardan los ingredientes, pero la voz de la chica lo detiene

— Alcanza para dos — Es lo único que dice, sin despistar su mirada del fogón, que ahora mirándolo bien había una vasija de hierro en ella, y algo dentro empezaba a hervir.

Él sonríe — Vale — Vuelve a sentir sus pies, el calor del fogón ayuda a que el piso esté algo tibio — Está lloviendo demasiado... — En una de las paredes de la cocina había una ventana, junto a esta una mesita y un jarrón eran ligeramente iluminados por los relámpagos que alumbraban de vez en cuando.

Ella no responde nada, mira por la ventana y vuelve a lo suyo. Luego de unos minutos de silencio ella termina de preparaos dos los tés, los sirve en dos vasos y le entrega uno de esos al pelirrojo.

— Gracias — Dadas las gracias dio un sorbo, le faltaba un poco de té.

Miró a Kanao y se dio cuenta que ella se percató de eso también, pero siguió bebiéndolo como si nada, así que él también hizo lo mismo.

Cuando terminó de beberlo, deja el vaso junto a otros utensilios sucios y se para frente a el fogón, ese era el lugar más cálido que podía encontrar.

— Kanao ¿Crees que está lluvia durará mucho? — Quisiera hablar algo con ella, siempre es tan callada y reservada que oír su voz es ya algo con lo que alegrarse

Kanao lo mira, luego la ventana, vuelve a mirar al fogón, nuevamente ignorando la pregunta de Tanjiro.

Él solo sonríe, algo triste — Creo que iré a dormir — Mira el fogón y luego a Kanao — ¿Haz tenido últimamente pesadillas? —

Ve el cuerpo de la chica sobresaltarse, luego lo voltea a ver, había acertado ¿Verdad?

Pero nuevamente ella sin decir nada se da la vuelta y mira al fogón, ignorando su pregunta.

— ¿Shinobu-Sama sabe que no puedes dormir bien? — Ella no hace ningún movimiento, pero se siente igualmente rechazado.

Sin que él se dé cuenta, los labios de la chica están siendo apretados, algo incomoda.

— Lo siento, me iré a dormir, buenas noches — Se da la vuelta y abandona la habitación

— Descansa... — Un murmuró totalmente inaudible para él se escapa de los labios de Kanao, voltea a ver a la puerta, luego vuelve a ver al fogón.

Lo había ignorado pero él seguía intentando hablarle ¿Porqué lo hacía? Ella no era buena hablando, ni era divertida, no entretendría a nadie y por eso casi todos dejaban de hablarle.

Además de que su problema con la moneda le había dado algunos malos comentarios e inconvenientes en el pasado.

Suspiró y se levantó de su puesto.

Abre la puerta y empieza a andar hacia su habitación. Puede ver al chico andar hacia el lado contrario hacia donde se supone es su habitación.

¿A donde irá? Lo empieza a seguir.

Aunque no le gustaba que la siguieran, ese chico era muy alegre y amable, seguramente no le diría nada.

Le causa algo de gracia ver como al parecer esta perdido. Lo continua siguiendo durante un tiempo.

Luego ve una escena que sabe muy bien no debería ver.

Frente a él estaba una de las salidas laterales hacia el patio de la Finca Mariposa, aveces ella lo usaba como sitio de entrenamiento.

Pudo ver cómo apretaba sus puños y caía de rodillas en el suelo, murmurando cosas mientras lloraba.

¿Donde había ido el alegre chico?

Entre tantas palabras en voz baja que decía, casi todas eran tapadas por la lluvia, pero una frase llegó a ella.

— Estoy dando lo mejor, lo estoy haciendo, soy fuerte, seguiré dando lo mejor — Poco a poco podía sentir como la desesperación iba llenando al chico — Lo haré por ella, lo prometo — Sin dejar de llorar se limpiaba las lágrimas con sus puños apretados.

Ella lo veía todo, empezó a leer sus labios, aunque por la oscuridad de la noche le era algo complicado hacerlo.

—" Daré lo mejor, estoy dando lo mejor, di lo mejor "— Kanao apretó su puño derecho ¿Porqué ocultaba tan deliberadamente este lado suyo de los demás? —" Por Nezuko, solo por ella "— Nezuko era su hermana menor —" No permitiré que algo le pase "—

No pudo ver más, sin esa sonrisa que lo caracterizaba le era muy complicado a ella verlo.

Se dio la vuelta y corrió hacia su habitación, estaba segura que acababa de ver algo tan privado como su pasado para ella.

—/ miimiishii  < Gracias a su obra me inspiré a escribir esta.\—

Noche sin estrellas - Tanjiro x KanaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora