En muchos aspectos comprendía aquella filosofía. Con una compañía hermosa y radiante la gente no se percataría de lo poco que le gustaba acudir a actos públicos.

Socios Socios

–Desde luego –admitió, fijándose en el anillo. Le tomó la mano y le acarició el dedo y las gemas–. Esto debería servir.

El mayor abrió los ojos como platos, separó ligeramente los labios y Yibo supo que si intentaba besarlo no encontraría resistencia. El deseo por hacerlo le abrasaba el estómago. En algún momento tendrían que besarse en público. Sería perfectamente razonable si lo intentaba allí. Pegar los labios a su boca, hundir la lengua en su interior y descubrir si su sabor era tan picante y explosivo como el resto de su persona.

Se apartó bruscamente y devolvió la atención al móvil. No iba a besarlo. No lo haría hasta que no fuera estrictamente necesario. Siempre ejercía un control absoluto sobre su cuerpo y sus deseos. Y con Zhan-Ge no iba a ser distinto. No cuando estaban jugando a un juego tan arriesgado.

Xiao Zhan carraspeó tímidamente.

–Sí. Es muy... efectivo.

–Sí que lo es –murmuró el menor entre dientes.




"No puedes tomar más champagne. Vas a hacer el ridículo"

Ya se había tropezado dos veces mientras daba vueltas por el elegante salón de baile. Ciertamente no estaba dando una imagen muy sofisticada como el flamante novio de Wang Yibo. Pero todo había sucedido tan rápido que no había tenido tiempo para asimilarlo. Y por esa y otras razones sentía la imperiosa necesidad de tomar una copa.
Otra razón era el momento que había pasado con Yibo en el auto, justo antes de llegar, cuando él clavó la mirada en su boca y un deseo ardiente se propagó por su cuerpo. El momento en que había hecho el ridículo al babear por un hombre que no tenía el menor interés en su persona.

–¿Te diviertes, cariño? –le preguntó Wang, apareciendo junto a el con dos copas de champagne.

Le ofreció una y ZhanZhan la aceptó, en contra de su voluntad.

–No estoy seguro.

–¿No estás seguro?

–Quiero decir que aquí no conozco a nadie aparte de ti y que no hago otra cosa que permanecer a tu lado con una sonrisa en la cara. Nadie habla conmigo y ya me duelen las mejillas.

–¿Las mejillas?

–Por tanto sonreír.

–¡Ah! Bueno, debo confesarte que mis parejas no vienen aquí por la conversación, de modo que todo el mundo estará pensando lo mismo de ti.

–¿Y para qué vienen? –quiso saber Xiao, aunque se imaginaba la respuesta. Por disfrutar de Yibo en exclusiva acabado el acto.

–Por la publicidad. Nuestras fotos saldrán en todos los medios de comunicación mañana por la mañana.

–¿De modo que las personas solo salen contigo para salir en los medios?

–A riesgo de parecer arrogante, no creo que esa sea la única razón.

Al mayor le dio un vuelco el corazón al pensar en las demás razones por las que una persona salía con Wang Yibo.

–Ya... Seguro que tu agudo ingenio y avasalladora personalidad te han llevado a una multitud de citas y cenas románticas.

Yibo soltó una divertida carcajada.

–Yo no estaría tan seguro, pero gracias por tu voto de confianza.

–De nada. Es lo menos que puedo hacer, después de todo lo que haces por mí.

–Lo hago porque obtengo algo a cambio.

–Lo dices como si tuvieras que convencerte de que no lo haces por un afán altruista –repuso el mayor, lamentándose por las dos copas de champagne que ya se había tomado.

–Nunca lo hago por eso.

–¿Y nunca lo harás?

–Nada se hace desinteresadamente, ni siquiera una obra benéfica como esta.

–Supongo que no –dijo ZhanZhan, pensando en MeiLing y en lo mucho que la quería.

–¿Qué importa lo honorables que sean las motivaciones siempre y cuando nadie resulte perjudicado?

–Siempre pensé que sí importaba.

–Nadie consigue nada solo por tener buenas intenciones. En mi experiencia, las intenciones no importan para nada, y a veces ni siquiera las acciones. Lo que importa es lo que la gente crea.

–Eso sí que es cierto –admitió Zhan, pensando en la opinión que tenían en su pueblo natal y en los servicios sociales sobre su persona.

Wang levantó su copa en un brindis.

–Por la reinvención.

Xiao Zhan levantó también su copa, pero sin llegar a beber. Tenía que conservar la poca lucidez y controlar sus palabras.

–Puede que cuando todo esto haya terminado, tú y yo seamos personas completamente distintas. Al menos en tu caso.

El menor sonrió. Pero no era una sonrisa amistosa, sino peligrosamente sensual.

–Tal vez...

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Hello, nuevamente les traigo un capítulo para disfrutar😁✌️

Yibo le tiene demasiadas ganas a Zhan-Ge, pero algo lo frena... Hasta cuándo resistirá el pobre...

Hasta la siguiente actualización
😘💋


Regalito visual para ustedes quienes pasaron por acá!🤗♥️

Regalito visual para ustedes quienes pasaron por acá!🤗♥️

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Un Amor Declarado y PersonalWhere stories live. Discover now