El Despertar

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De pronto me desperté. Estaba en una camilla de hospital, completamente confundido. Por alguna razón me encontraba ahí, pero no lograba recordar por qué. Miré a mi alrededor para ver si reconocía algo, no obstante solo encontré un monitor cardíaco y una intravenosa entrando en mi piel.

Las cortinas cubrían la vista hacia el exterior, pero dejaban entrar un pequeño haz de luz. Me senté a un lado de la cama tratando de entender mi situación, pero a medida que intentaba recordar sólo obtenía una imagen gris, ahí fue cuando empecé a entrar en pánico.

No recordaba quién era ni qué edad tenía. Sólo un enorme vacío en mi cabeza. Me levanté lo mejor que pude y grité por ayuda para ver si había alguien, pero no hubo respuesta.

Sentí que algo en la muñeca derecha, era una pulsera. Al levantar mi mano vi un nombre entre las letras borrosas, John.

Escuché pasos rápidos y pesados desde el pasillo, parecían acercarse y pertenecer a más de una persona. Me alegré al pensar que había alguien más que pudiera ayudarme. Me incorporé rápido y me saqué la intravenosa. Me di cuenta de que ya estaba vestido. Cuando me giré a ver quienes eran los que se acercaban, sin embargo, lo que vi me dejo paralizado.

Eran tres hombres vestidos completamente de negro con subfusiles y escopetas. Al verme, levantaron sus armas y me apuntaron, uno de ellos comenzó a gritar algo que no lograba entender, traté de hablar yo para ver si ellos podían entenderme, pero fue en vano, sólo logré que me dieran un golpe en la cara con el arma, dejándome de rodillas en el suelo.

Me pusieron en la cabeza una bolsa negra y amarraron mis manos a mi espalda, seguido de esto se escucharon tres disparos que del susto me dejaron nuevamente estático, pero no sentí dolor alguno. Luego escuche los pasos de una sola persona acercándose a mí lentamente. Me sacó la bolsa de la cabeza y entonces logré divisar mi entorno, a mi alrededor vi los cuerpos de los tres hombres, inertes y posteriormente, vi quién me había salvado.

Era una mujer joven de no más de veinticinco años. Iba vestida con un chaleco táctico camuflado, pero debajo se notaba un traje negro que se ajustaba a la silueta de su cuerpo. Llevaba una gorra que ocultaba su cabello, pero no totalmente, porque dejaba escapar ciertos mechones pelirrojos por la parte de la nuca y por el lado de sus orejas, no sé por qué notaba todos estos detalles, pero me impresionó.

Se acercó a mí apuntándome con su rifle de asalto a la cara. Me habló constantemente pero no lograba entender lo que decía, decidí soltar palabras al azar esperando que de alguna forma me entendiera.

'¿Eres inglés?... ¿Para quién trabajas? ¿Cual es tu nombre? Habla rápido que tengo poca paciencia'. Dijo la chica presionando con más fuerza el rifle. Me habría alegrado de haberle entendido si no tuviera una metralleta apuntándome a la cara.

Le conté todo lo que sabía hasta el momento, supongo que creyó mi historia, porque bajó el rifle después de escucharme y me ayudó a pararme.

'Muy bien John, hagamos un trato. Tú me ayudarás a salir de aquí y yo te ayudaré con tu crisis de identidad ¿te parece?'. Me dijo mientras sacaba las balas de las armas de las personas muertas en el suelo.

No tenía muchas opciones, pero sí sabía que solo no podría salir de este lugar, así que accedí. En cuanto lo hice me arrojó un traje de uno de los cadáveres.

'Es un electrosuit, aún funciona, crea un campo electromagnético que reduce considerablemente la fuerza con la que llega la bala a tu cuerpo. Es mejor que llevar un chaleco antibalas, pero no abuses de él, tiene un límite de resistencia. En tu antebrazo izquierdo encontrarás el nivel de estado. Ahora está a un 75%'. Me explicó mientras me ponía el traje y luego la ropa. Lo sorprendente es que se ajustó a mi cuerpo apenas terminé de colocarlo.

Un Deseo de MuerteWhere stories live. Discover now