Capítulo Veinticuatro

Start from the beginning
                                    

Alicia asintió de acuerdo.

—¿Se dan cuenta de que están hablando de asesinatos? —regañó Sarah

Levi que había intentado acallar a Rumi y Alicia, se llevó una mano a la frente.

—El asesinato del consejo —repitió Mark cayendo en cuenta.

El pelirrojo soltó un quejido.

—Los miembros traidores del consejo —corrigió su hermana, pronto pareció entender lo que implicaban las palabras.

Se observaron horrorizados.

—¡Planean matar a nuestros padres! —exclamaron a la vez.

—Claro —confirmó Rumi—. Si no nos deshacemos del problema desde la raíz solo volverá a crecer.

Avery negó por la falta de tacto de la mujer.

—Véanlo de esta forma, chicos —sugirió Alicia—. Sus padres son un asco de personas, que no dudaron en experimentar con ustedes así eso fuera doloroso, los obligaron a callar la verdad y casi les niegan este viaje.

—Siguen siendo nuestros padres —refutó la pelinegra con lágrimas en los ojos.

—Unos malos padres que los ven como experimentos —apuntó Blaz.

—Ustedes son más insensibles —acusó el pelinegro para salir de la habitación enojado, fue seguido por su hermana.

Alicia rio.

—Otra salida dramática —Rumi le dio la razón con un asentimiento.

—Ya se les pasara, simplemente tiene que pensarlo.

Avery las miró incrédula.

—Hay formas de decir las cosas —aconsejó—. Es cierto que sus padres son un asco, pero siguen siendo las figuras de autoridad que han tenido durante años, no pueden destruir ese concepto de un momento para otro.

Suspiró con cansancio

—Ustedes van a sacarme canas antes de tiempo —Se dirigió a la puerta—. Hablare con ellos y mencionare las cosas con mayor tacto.

Luego de que salió el líder junto sus palmas llamando la atención.

—Mientras Avery arregla el desastre que ocasionaron —empezó mirándolos con reprimenda—. Blaz, averigua que pasó con Kuger. Alicia infámale a los líderes Lekh que estábamos listos para hablar con ellos.

Los jóvenes salieron de la habitación acatando las ordenes.

—Y tu —señaló a la mujer— ¿Cuándo te hiciste esos tatuajes?

Esta lo miró extrañada por su pregunta, pero sonrió al comprender su juego.

—Son lindos, ¿No? —El joven la miró con una ceja alzada—. Durante mis misiones al exterior, no puedo creer que no hayan notado que siempre vestía con ropa larga en una isla.

—No te íbamos a pedir que te desvistieras.

Se acercó a contemplarlos, eran dragones grabados con tinta roja que envolvían todo su cuerpo, resaltaban por el tono pálido de su piel.

—Se ve doloroso.

—Lo fueron.

El pelirrojo sujetó su brazo con sutileza.

—Hablo de las vendas —Las señaló con su dedo—. Sigue siendo increíble que solo quede eso de una caída tan horrible.

No se molestó en ocultar la sospecha en su voz y mirada.

Isla ApiWhere stories live. Discover now