________ salió de su coche poniendo la alarma después de poner la alarma al coche. Dirigió sus pasos a la puerta principal del edificio. Abrió la puerta y caminó hasta la recepción, dónde se encontraba una señora, quién tendría unos sesenta años.
-Buenos días, me podría decir donde se graba el rodaje? -Le preguntó acomodando su bolso en el hombro.
-Sí claro, pasas por este pasillo, todo recto. Giras a la izquierda y a la segunda puerta a la derecha. -Le dijo con una sonrisa.
-Gracias. -Le sonrió de vuelta, girando sobre sus talones siguiendo las instrucciones de la mujer. Al llegar a estar enfrente de la puerta la cual estaba abierta, se quedó parada en el sitio viendo como muchas personas iban de un lado al otro, con objetos, cámaras o cables en las manos. Toda la sala que era enorme estaba repleta de gente. Y en ese momento se pregunto si tendría que hacer la escena delante de todos ellos. Realmente no podría hacerlo si todo el mundo estaba pendiente de lo que estaban haciendo, especialmente si están haciéndolo.
Demasiada tensión encima.
-__________, te estábamos esperando, entra. -Le habló el director caminando hacia ella, pasó su mano por la espalda de ella y la dirigió hasta el centro de la sala.
Ella sonrió incomoda. -Tienes que cambiarte. Ella te acompañara. -Señaló a una rubia, quién tendría su edad. Quién le sonrió extendiéndole la mano hacia ella, con señal de que la siguiera.
Apretó los labios juntos. Miraba sus alrededores mientras le seguía el paso a la chica que estaba delante de ella. Se fijó en una cosa que la dejó sin habla. Una chica vestida de enfermera empujaba un carrito de bandeja, que se podía ver los penes de plástico junto a los vibradores.
No me jodas que tendrá que usar eso. Dios mío.
Caminó hasta llegar a una puerta que ponía WC. -Tienes que cambiarte aquí, la ropa ya esta dentro. -Sonrió y se fue dejándola completamente sola.
Cogió el pomo de la puerta y la giró empujando hacia dentro. Entró y cerró la puerta detrás de su espalda. Se movió por el cuarto de baño. Y se paró cuando encontró la ropa que debería ponerse encima de la tapadera del inodoro.
La miró con detenimiento. ¿Esto era solo lo que debería ponerse?
Lo que se encontraba encima del inodoro era, un bikini y una bata que le vendría por encima de las rodillas de seda y color rosa.
Suspiró y empezó a quitarse la ropa, para colocarse la correspondiente.
(...)
Después de unos minutos de vestirse se ató el cinturón de la bata y finalmente salió del cuarto de baño.
-Ya estas! Que bien, estas divina. Sígueme. -Le dijo la misma rubia que la había traído hasta aquí.
Le siguió los pasos, y se pararon en frente de un escritorio lleno de maquillaje, secadores de pelo... Y un gran espejo delante.
-Siéntate, ahora mismo viene tu estilista. -Le dijo, yéndose nuevamente.
Suspiró, jugando con sus dedos en la espera. -Hoola linda. -Vino un chico hasta su lado, le sonrío.
-Hoola.
-Yo seré tu estilista cariño. Osea, que pelo tan divino tienes cielo. -Pasó sus manos por la larga melena de ella. Definitivamente su estilista era maricón. Se notaba a la legua.
-Gracias. -Le sonrió ella en agradecimiento.
-Manos a la obra. -Aplaudió cogiendo el peine y la plancha. Cogía mechones de pelo y los agarraba con la plancha girándola para que el pelo estuviera ondulado y con volumen.
Al acabar con el pelo, que por cierto se quedó maravillada con su trabajo. Le tocaba el maquillaje. Era simple, nada exagerado. Aplicó base por toda la cara para tapar las imperfecciones, y luego le pasó polvos del mismo color que la base por toda la cara, incluyendo el cuello y un poco el pecho, para que no se notará la diferencia de color.
Por último aplicó eyeliner negro para resaltar su mirada, y un poco de pintalabios rojo en los labios. Y ya estaba lista.
-Me encanta. Eres el mejor, en serio. -Le dijo ella, mirándose a través del gran espejo que tenía en frente de ella.
-Gracias cariño, ahora ve que te están esperando. Y suerte, la tendrás. -Le dijo dándole una nalgada al levantarse de la silla y caminar hacia su destino.
Le sonrió -Gracias ...
-Adam. -Le contestó con una sonrisa de oreja a oreja.
-Gracias Adam. -Completó, antes de irse.
Caminó haciendo que sus tacones resonaran por toda la sala, vio al director hablar con un chico. Se dirigió hasta él y le tocó el hombro con el dedo índice.
El director se giró y le sonrió. -Estas magnífica.
-Gracias. -Le sonrió y apartó la mirada de él, hasta el chico con el que estaba entablando conversación. Se quedó sorprendida al verle de nuevo.
Él le sonrió de costado mirándola de arriba abajo.
-Tu... -Susurró ella audible.
-Nos volvemos a encontrar.
