Capítulo 158: Avergonzado

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Los efectos secundarios de este vino fueron demasiado peligrosos.

Nan Zhi estaba aturdida, la cabeza le daba vueltas y no sabía dónde estaba.

Algo duro estaba muy cerca de ella. La hizo sentir muy incómoda y sus delicadas cejas se fruncieron con frustración.

Cuando Mu Sihan se alejó de sus labios rojos, sus gruesas pestañas se agitaron y sus suaves manitas se movieron con curiosidad hacia su entrepierna.

"¿Tienes un arma escondida aquí para atacarme?"

Sus dedos lo tocaron.

Los ojos oscuros de Mu Sihan se oscurecieron y su respiración se volvió pesada. Con la mandíbula apretada, le agarró la mano y su rostro se nubló, como si una tormenta se acercara. "Mujer, ¿sabes lo que estás haciendo?"

Tan pronto como habló, ella de repente gritó: "¡Ah, gángster! ¡Hay un gángster aquí! "

Lan Yanzhi y el chófer de adelante apenas pudieron contener la risa.

"¡Mierda!" Mu Sihan maldijo y cubrió su boca con su gran palma, sus ojos fríos y amenazadores. "¡Suficiente! ¿Quién es el gángster aquí? "

Nan Zhi no podía respirar con su mano sobre su boca. Cuando abrió la boca, algunos sonidos apagados y el calor de su aliento aterrizaron en su palma. Era como si una corriente eléctrica hubiera atravesado su columna y todo el calor se precipitara hacia la parte inferior de su abdomen.

¡Maldición!

Lan Yanzhi la dejaba beber la 'taza borracha' no la estaba torturando, sino más bien, ¡poniéndolo a prueba!

"Tu arma se está volviendo más ー"

"¡Cállate!" La interrumpió con frialdad, antes de sujetarle la barbilla y levantarla. Sus labios sellaron los de ella, cortando sus palabras de una manera autoritaria.

Nan Zhi sintió dolor en los labios y sus dientes fueron forzados a abrirse por la ardiente lengua del hombre, moviéndose salvajemente en su boca.

La hizo sentir sin aliento y mareada.

Los besos de Mu Sihan se movieron desde sus labios, bajaron hasta su barbilla y luego bajaron hasta sus exquisitas clavículas.

Hubo un dolor repentino y los pensamientos confusos de Nan Zhi se aclararon en un instante.

Mu Sihan, que la había mordido, levantó la cabeza y había una sonrisa diabólica en sus labios. Con sus ojos profundos, su mirada sobre ella era oscura. "¿Despierto?"

El hombre frente a ella tenía una expresión fría, sus ojos enrojecidos y sus labios apretados. Parecía extremadamente peligroso y frío. Nan Zhi cerró los ojos y volvió a abrirlos.

Él todavía la miraba con frialdad.

"Yo ... ¿Qué pasó?" Ella solo había bebido una copa de vino, ¿cómo terminó en su regazo? ¿Y por qué de alguna manera él la besó con tanta fuerza?

Frunciendo el ceño, trató de recordar lo que había sucedido. Recordó haber tocado algo que no debería haber tocado, diciendo cosas que se suponía que no debían decirse. Uf, realmente no se sentía tan bien.

Ella se humilló por completo. De nuevo.

"¿Había algo en el vino que el joven maestro Lan me dio?" Ella no era estúpida, en base a las circunstancias, supo analizar y encontrar la razón.

Lan Yanzhi levantó ambas manos y parecía inocente. —Señorita Nan, el vino no tenía nada de malo, usted y el Cuarto Hermano lo bebieron. Parece que no eres tan bueno con tu licor, emborrachándote con un solo vaso ".

Mu Sihan miró a Nan Zhi, que miraba a Lan Yanzhi con incredulidad. Explicó: "El contenido de alcohol de ese vino es de aproximadamente el 96%".

...

Alejándose de las piernas de Mu Sihan, Nan Zhi enterró la cara en sus brazos.

Ella se sintió demasiado avergonzada.

Estaba bien que se avergonzara frente a Mu Sihan, ¡pero también estaban Lan Yanzhi y el chofer en el auto!

Nan Zhi estaba tratando de encontrar una excusa para no comer con ellos, cuando de repente su teléfono sonó con un mensaje entrante.

Pensando que era Xia Xi quien le estaba enviando información sobre la reunión de patrocinadores, sacó su teléfono para verificar.

Era de un número desconocido. 'Pequeña flor, estoy de vuelta'.

¡Flor pequeña!

¡Flor pequeña!

Solo había una persona en el mundo que la llamaría así.

"¿Qué estás mirando que te dejó tan aturdido? ¿Qué salvaje te envió un mensaje?

Antes de que Nan Zhi pudiera decir algo, el hombre le arrebató el teléfono de la mano.

El ataque del niño adorable: los mimos infinitos del presidente papáWhere stories live. Discover now