Lena Luthor y Tú | Mi Misión

CAPÍTULO 24

—Después te daré explicación sobre esto— solo se escuchaba golpe tras golpe— seguramente estás confundida, pero tienes que acabar con esto...

No recibí ninguna respuesta por parte de ella, pero tenía la esperanza de que estuviera escuchando.

—Sé que ________ se ha convertido en alguien importante para muchos...— comencé a decir, absorbida aún más en la dura pelea que mis ojos estaban presenciando— pero hay que acabar con esto Kara— nuevamente aquel nudo amargo apareció en mi garganta— tenemos que acabar con esto... por el bien de ustedes y de ella...

En las imágenes de uno de los monitores se pudo ver volar al marciano, pero éste se quedo a una distancia prudente junto a un arma que haría acabar con todo esto. Para luego cuando todo volviera a la normalidad seguramente empezar otra tortura.

—¿Sabes? eres más astuta de lo que llegué a pensar y la verdad tenía la esperanza de que actuaras, pero ello también ha traído consecuencias— pude oír a través del intercomunicador que me había dado Alex, provocando que quedará desconcertada— confieso que todavía te falta ese algo para ser un verdadero Luthor.

—Lillian...

—¿No me dirás madre?— una risa se escuchó por parte de ella— después de todo lo he hecho por ti todavía sigues por el camino incorrecto.

—¿Qué has hecho?— pregunté con seguridad, mi orgullo era más grande a pesar de todo lo que me estaba sucediendo en el instante— siempre llegue a pensar que la locura de Lex era única en él— seguí hablando— y claramente sabía que tenías una mente retorcida, pero no pensé que llegarías al mismo punto que él.

—Que cosas graciosas dices... y bueno, solo pretendo alcanzar la gloria— a pesar de no estar viéndola, sabía que en su rostro se encontraba esa típica sonrisa en sus labios— y después hacer que Lex también la alcance.

—Lex está en una prisión y siendo vigilado cada segundo— rápidamente fui interrumpida por ella.

—Pronto no lo estará, falta poco para que la verdadera fiesta comience— su voz salió tan confiada y con un tono de alegría que por segundos llegué a pensar lo mismo— pero antes tengo que hacer algo.

—¿A qué te refieres?

—Verás... he hecho una promesa— solo esa frase me hizo a entender que alguna locura había detrás de todo esto— es mi parte del plan, ¿sabes?

—¿Plan?— ella afirmó con un sonido salido de su garganta— ¿Y se puede saber qué es lo que estás apunto de cometer?

—Sencillo, tengo que matar a tu querida amiga— hubo un silencio y ella nuevamente decidió por hablar— Alex, cariño— no llegué a responder al instante, provocando que nuevamente ella riera— con lo último que ha sucedido, ya sabes, algo me dice que seguramente tú estás al tanto. Pues, sino me llego a equivocar, los cálculos apuntan a que tú fuiste quien se introdujo a mi organización de la forma más increíble, ¿no?— mi mandíbula se llego a tensar— ahora matar a tu querida amiga no tiene tanta importancia, pero no quería estar fuera de la diversión y en un último momento decidí por hacerlo de todas maneras y hacer algo de distracción. Soy una mujer de palabra.

—Eres una mujer de mente enferma— rete con frustración.

—Lo sé, lo acepto, pero no hay de otra. Ahora tengo que dejarte, no puedo hacer esperar más a tu amiga— en ese instante pude escuchar un quejido por parte de Alex.

La comunicación se cortó haciendo que entrará en un estado de desesperación y Maggie aún a mi lado trataba de enterarse de lo que sucedía.

—¿Qué está pasando?— preguntó Maggie, haciendo que reaccionará.