|Guys My Age|

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—Hola, Señor Kim.

Jungkook sonríe cuando la puerta frente a él se le es abierta y saluda con respeto al otro.

—Jungkook. —Solo eso pronuncia Taehyung, y lo mira, analiza por completo su forma de vestir el dia de hoy y le encanta.

—¿Está Yoongi Hyung? —Taehyung asiente, moviéndose un poco de la entrada para dejarlo pasar.

—¿Quieres algo de tomar? —Le pregunta. Cerrando la puerta tras él, avanzando hacia la cocina con Jungkook siguiéndole el paso.

—Quisiera negarme, pero realmente amo el cafe que hace, Señor Kim. —Jungkook ríe bajito, sentándose en una de los taburetes de la cocina, apoyando su codo sobre el mesón, sosteniendo allí su mejilla.

—¿Es así? —Taehyung ríe también. Le da la espalda al novio de su hijo y se concentra en preparar el café que ofreció.

Jungkook no pierde tiempo y lo detalla. Ama ver siempre como el Señor Kim lo trata en toda su estadía en esa casa. Es un gran anfitrión, sin embargo, Jungkook lo siente y por ello alude que ese trato tan especial solo lo obtiene él.

Siempre nota como trata a los demás amigos de Yoongi y a él, la diferencia puede ser pesada en una balanza y sin necesidad de observarla, el ganador siempre es él.

Jungkook no lo entiende, pero no necesita entenderlo, solo disfruta de las atenciones sobre él por parte del Señor Kim.

Realmente le gusta cuando pregunta por su día, o cuando entabla una conversación casual pero interesante y ¿Qué más podía esperar al hablar con un hombre diecisiete años mayor que él?, Siempre fue entretenido y aunque es raro ver a un chico de veinte años relacionarse y entenderse por completo con una persona de treinta y siete, Jungkook no lo siente así.

Pues si compara al papá de su novio con este último, está completamente seguro de que en diversos y demasiados aspectos el Señor Kim es el ganador.

Su novio sigue siendo un inmaduro y Jungkook odia eso.

Los chicos de su edad no lo tratan como lo hace el Señor Kim.

Jungkook recibe el vaso que contiene café caliente, lo toma con cuidado y sonríe al depositarlo sobre sus labios y beberlo tras haber soplado un poco. Jadea bajito ante el gusto que obtiene su paladar con el líquido oscuro.

—¿Bueno? —Inquiere Taehyung, enarcando una ceja, bebiendo del suyo también.

—Delicioso, Señor Kim. —Sus ojos se tornan un poco pequeños al esbozar una sonrisa más grande. Taehyung se maravilla. —Podría venir todos los dias solo por probar su café.

Y Jungkook no miente, realmente ama la textura y el punto en que siempre termina el café preparado por su suegro.

—Estaría encantado por prepararte uno las veces que quieras. —Ah, su voz. Jungkook realmente ama su voz, tan suave y gruesa, siempre expresando dominancia y orden.

Los ojos de Taehyung brillan ante lo dicho y los de Jungkook resplandecen igual.

No saben porqué siempre terminan por mirarse de ese modo como si esperaran algún movimiento por parte del otro, pero de algo están seguros y es que, pueden leerse perfectamente.

Sus ojos están allí, se contemplan los unos a los otros y sus cafés de pronto se ven olvidados, no obstante, la presencia de alguien más en el lugar interrumpe su burbuja.

—¡Bebé! —Jungkook contiene sus ganas por rodar los ojos ante aquel seudónimo que su novio pronuncia al llegar. Lo odia, él no es un bebé. Taehyung lleva el vaso nuevamente a su boca y sorbe de su café, apoyándose en el mesón de la cocina, observando el actuar de Jungkook con su hijo. —¿Por qué no me avisaste que habías llegado? —Le pregunta, tomándole las mejillas para besarle un poquito en los labios.

Like a song |Taekook|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz