Desde hace tiempo que Eric no paraba de hablar del castaño con ojos grises que era su nuevo compañero de mesa.
Louis se obligaba a contar hasta diez porque aún no esta listo de digerir que a su bebé ya le estan comenzando a gustar los niños de su escuela.
Y es que no pueden culparlo porque Eric solo tiene 9 años y Louis siente que se va a volver loco con cada poema que escribe acerca de ojos grises y manos suaves.
Incluso ahora viéndolos a los dos acostados en el suelo de la sala dibujando no puede dejar de observarlos.
Se ve obligado a hacerlo en cuanto Harry regresa.
Eric se levanta del piso inmediatamente.
"Papi, ¿Trajiste el helado que te pedimos?" Harry le sonríe a su hijo y asiente dándole un beso en el cabello.
"Si bebé, aquí está."
"Noah y yo vamos a estar viendo caricaturas en mi cuarto, ¿Sí?"
Harry asiente al mismo tiempo que Louis murmura una maldición por lo bajo.
Ambos suben las escaleras corriendo con el bote de helado que trajo Harry y le entrega el encargo más importante.
Louis suspira viendo la prueba de embarazo en sus manos.
"¿Qué pasa si vuelve a dar negativo?"
"Mi amor, has estado con náuseas toda la semana, lloraste ayer cuando Noah le dio un beso en la mejilla a Eric y estas más caliente de lo habitual, estoy un 90% seguro que dará positivo."
Louis vuelve a suspirar.
"¿Pero si no?"
"Si no, tiraremos la prueba y me dedicaré a meter un bebé aquí dentro toda la noche."
Louis lo mira mal. "Eres un guarro."
Harry se ríe y en cuanto se queda solo en la cocina empieza a desesperarse, muere por ver a Louis embarazado otra vez.
Salió de su mundo imaginando la pancita de Louis cuando Noah entra a la cocina.
"Señor Harry, Eric me dice si puede tener jugo."
Harry asiente sacando dos cajitas de jugo del refrigerador y se los extiende.
Noah le regresa uno de mango con el rostro serio como siempre.
"A Eric le gusta el de durazno."
Harry lo mira sorprendido, tomando el jugo de regreso y le da el de durazno.
Estaba tan nervioso que ni si quiera recordaba el jugo favorito de su hijo.
"¿Por qué está tan nervioso, señor Harry?" Le pregunta Noah con tranquilidad.
"Ya te dije que no me llames señor, soy muy joven para eso." Contesta pero el castaño no cambia su expresión y a veces a Harry le daban escalofríos sus ojos grises inexpresivos. "Y como no tengo a nadie más para contárselo te lo diré pero es un secreto."
El castaño asiente. "Se guardar secretos."
"Es probable que Eric tenga un hermanito pronto, por eso estoy nervioso esperando la respuesta."
Noah asiente tranquilo como si fuera un experto en el tema. "Mi papá Zayn estuvo embarazado el año pasado."
"¿En serio?"
"Si, era lindo al principio pero ahora tengo una hermana que solo llora y come."
Harry se ríe, "Si, así son los bebés."
"¡Noah!" Grita Eric desde la plata superior y Noah se pone en movimiento al instante.
"Ya me tengo que ir, señor Harry."
"Recuerda que es un secreto."
El niño asiente con la cabeza.
"Se guardar un secreto."
Louis sale del baño caminando lentamente por el pasillo y suspira cuando está delante de Harry.
"Si." Dice dejando la prueba sobre sus manos.
"¿Si?"
Asiente. "Si."
°°°
"Papi." Eric llama mientras Louis acaricia su panza de cinco meses.
"¿Qué pasa bebé?"
"Creo que me gusta Noah." Suelta con las mejillas rojas, y Louis trata de no ahogarse.
Sabía que ese día llegaría.
"¿Por qué lo dices?"
"Porque siempre me defiende cuando alguien dice algo de mi ojo de vidrio y me lleva paletas a la escuela sin que yo se las pida y me abraza cuando me duele la cabeza. Y es muy lindo." Finaliza mirando a Louis a los ojos.
"¿Pero que sientes cuando estas con el?"
Eric se queda pensándolo un segundo.
"Me gusta porque no me siento nervioso como cuando estoy con otros niños y siempre puedo preguntarle cosas, y el responde."
Louis asiente. "Supongo que en el futuro puedes salir con el, cuando no me vuelva loco pensar que mi bebé está creciendo."
Eric lo mira divertido. Y Louis recarga la cabeza en el respaldo del sillón, su pancita empieza a cansarle mucho la espalda.
"¡Oh y se me olvido! También sentí muy bonito cuando me dio un besito ayer."
Louis levanta la cabeza con tanta rapidez que se marea un poco, pero eso no le importa porque su hijo acaba de decir lo que acaba de decir.
"¿Qué?"
"Ayer me dio un besito y sentí bonito en mi pancita."
Louis estaba explotando.
Su bebé acaba de dar su primer beso.
A los 9 años.
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