-Sarah: Yo no tengo la culpa de que al gato le guste mi ropa.

-Collin: ¿Y esos arañazos de tu espalda, también ha sido el gato?

-Sarah: No, eso ha sido Kate. Le va el sexo salvaje...

-Kara: ¡Sarah!

-Sarah: Como si vosotras nunca lo hubierais hecho en el sofá. O en la mesa. O en la ducha. ¿y aquella vez que os pillamos en el garaje, dentro del coche? ¿O la vez que estabais en la caseta de las herramientas que hay al lado de la piscina? ¿O cuando...?

-Kara: ¡Vale, sí, ya lo pillo!

-Sarah: No volverá a pasar. La próxima vez me aseguraré de que sea en mi cuarto.

-Kara: Más te vale...

-Sarah: Tengo que ir a recoger el libro que encargué, vuelvo enseguida, ¿vale?

-Lena: No tardes, acuérdate que hoy hay comida familiar.

-Sarah: Genial... ¿Puedo decirle a Kate que venga?

-Lena: No sé si...

-Kara: Venga, amor. Parece que esta vez va en serio. Ya lleva con ella ¿Cuánto, dos meses? Es la que más le ha durado hasta ahora.

-Sarah: En realidad son cinco meses y sí, esta vez va en serio. Ya me he cansado de los líos de una noche.

-Collin: Dirás de los líos de un polvo. Porque ni siquiera pasaban aquí la noche entera. En cuanto acababais, le pedías que se vistiera y se fuera. ¿Qué? Tu habitación está pegada a la mía, puedo escucharte hasta cuando te masturbas en el baño tú sola.

-Lena: ¡Collin!

-Collin: ¡No, en serio, si no fuera porque esos dinosaurios que estudia se extinguieron hace miles de años, juraría que tiene uno escondido en su cuarto cada noche!

-Sarah: No te metas con mis dinosaurios...

-Collin: ¿O qué?

-Marley: O es capaz de meterte la garra de Tiranosaurio que tiene colgada en la pared por el cu... - dijo, entrando en ese momento.

-Lena: No se te ocurra terminar esa frase, Marley. Connor está delante.

-Marley: Tiene un año, no se entera de lo que decimos – dijo acercándose a mí y haciendo carantoñas a Connor - ¿Verdad, osito? Además – dijo mirando a Lena – Iba a decir cuello...

-Lena: Sí, claro...

Sarah estudiaba paleontología. Según Lena, mis bromas haciéndome pasar por un Tiranosaurio y mi afición por los dinosaurios en general, hizo que Sarah, con diez años dijera que quería volverse una arqueóloga famosa y desenterrar dinosaurios para que su madre y yo, con alguna de nuestras empresas, algún día pudiéramos llegar a revivir a los dinosaurios con ADN atrapado en algún mosquito prehistórico y crear un parque jurásico en mitad de National City.

Su pasión por los dinosaurios continuó creciendo con los años, y su idea de estudiarlos y crear un museo dedicado a ellos en National City, junto con un parque temático, también. Al menos, ya no quería dinosaurios reales. A los quince años, entendió que eso era imposible y sólo pasaba en las películas.

-Sarah: Tengo que irme, o me cerrarán la librería. Ahora vengo.

-Kara: Son las diez y media de la mañana y la librería cierra a las dos.

-Sarah: Vale... He quedado antes con Kate.

-Kara: Eso ya me cuadra más. Anda, vete.

La chica de ojos tristes (AU. Lena G!P)Where stories live. Discover now