No quiero ser perfecta #PGP2017

Capítulo 3

Acababa de salir de casa de Cristina e iba de camino a mi casa cuando empecé a recordar los viejos tiempos en los que Cristina, Sara y yo nos llevábamos súper bien. Éramos mejores amigas, nos solíamos llamar entre nosotras las 3 mosqueteras. Siempre unidas, parecía que nadie nos podría separar, hasta que ocurrió lo de David. David era el novio de Sara, llevaban saliendo solo dos meses, aunque Sara estaba muy enamorada de él, que pena que no fuese mutuo..

Hace dos años, en el día de San Juán, nos invitaron a una fiesta ibizenca a las tres y a David también. El problema fue que a Sara le habían quedado dos asignaturas para Septiembre y los padres de Sara se enfadaron muchísimo. Son las personas más estrictas que conozco, sobre todo con el tema de las notas, la pobre de Sara se ha perdido un montón de fiestas y otros acontecimientos por ese motivo.

El caso era que la castigaron sin ir a la fiesta de San Juan y en cambio se tenía que quedar en casa cuidando de sus primos pequeños. A mi me daba mucha pena que Sara no viniese a la fiesta, además no me lo iba a pasar tan bien si ella no estaba y menos sabiendo que ella estaría triste en su casa, así que decidí no ir y quedarme con ella cuidando a sus primos. Nosotras no fuimos a la fiesta, pero Cristina y David sí. Al parecer en la fiesta estuvieron tonteando, y con eso de que bebieron más de la cuenta hasta se acabaron liando y a saber que más..

Sara y yo nos enteramos de esto tres días después por mi amiga Lucía que había estado también en la fiesta y lo vio todo. Ninguno de los dos fueron capaces de contárnoslo antes. Cuando Sara me lo dijo, yo no me lo podía creer. Sara estaba fatal, destrozada, no paraba de llorar, no entendía como podía haberle hecho esto su novio y su mejor amiga. La verdad es que yo tampoco lo entendía. Desde entonces ya nada ha vuelto a ser igual, Sara no volvió a hablar con Cristina nunca, no la quería ni ver. Sara evidentemente cortó con David, aunque este le estuvo pidiendo perdón mucho tiempo, pero ella nunca lo aceptó. De un día para el otro las 3 mosqueteras ya no eran una y se desvanecieron.

Yo seguí siendo amiga de las dos, aunque era complicado ya que un día las dos querían quedar conmigo y yo no podía quedar con ellas porque estaban peleadas y tenía que quedar un día con una y otro con otra. Los padres de Sara por sus notas decidieron cambiarla de instituto y al final, entre una cosa y la otra nos fuimos distanciando, pero a pesar de que ya no nos veamos tanto como antes ella para mí sigue siendo una gran amiga y yo la quiero muchísimo.

Llegué a la puerta de mi casa y busqué mis llaves pero no las encontraba por ningún lado, mis padres trabajan todos los días y pocas veces están en casa.

Mi única opción era mi hermano, así que llamé al timbre 4 veces pero nadie abría. Saqué el teléfono y decidí llamarlo, lo busqué en la lista de contactos donde aparecía con el nombre de "El más guapo", ni se notaba que lo había puesto él... Lo llamé pero tampoco me cogía el teléfono. Como lo escuchaba dentro de la casa seguí llamándolo hasta que me lo cogió enfadado:

-¿Laura se puede saber que quieres?- Me gritó con la respiración agitada.

- Iván estoy abajo sin llaves ¿me puedes abrir?- Dije con voz apenada.

-Ya bajo.-Dijo mas calmado.

Bajo rápido y abrió la puerta, solo llevaba unos pantalones grises y el pelo alborotado.

Si, efectivamente le había interrumpido con una de las muchas chicas que pasaban por la habitación de mi hermano. A él no le gustaba nada quedarse a medias y ya le habían pillado mis padres en más de una ocasión.

Mi hermano subió las escaleras corriendo y cuando llegó a su habitación se le escuchó decir - Perdón -y cerró la puerta de golpe.

Me fui a la cocina y cogí mis cereales favoritos, no tenía mucha hambre. Luego subí a mi habitación y terminé de arreglar la nueva decoración del cuarto. Faltaba por colocar la última foto en la pared, así que me subí en la cama y la puse.