-¿Quién? - pregunte antes de abrir pero no contestaron - Robert si vas a asustarme como el otro día te pido no lo hagas hoy o me voy a desmayar con todos los nervios que tengo - mi amigo Robert iba a ser parte de mi grupo de damas, podría ser el - 

-No, soy yo - era Tom estaba detrás de la puerta, no podía verlo aún, eso era de mala suerte - Tranquila se que no vas a dejarme pasar y entiendo que crees en las tradiciones - sabia que eso me gustaba, me hacia sentir parte de una familia - 

-Es de mala suerte Tom, solo podemos hablar así, pero apuesto a que luces muy guapo, siempre luces guapo en realidad, todo resalta el azul de tus ojos - me sonrojé y me acerqué más a la puerta - 

-Tu eres quien tiene los ojos color azul más perfecto del mundo, adoro las manchas amarillas que hay en el centro, eso fue lo que me hechizo cuando te vi - ese momento estaba presente en mi memoria - ¿Lo recuerdas? - 

-Como si fuera ayer, me gustabas, quien diría que acabaríamos así, hoy - no quería comenzar a llorar - Me da miedo pensar que por poco no eramos, que por poco no nos conocemos o que por poco ya no nos volvemos a ver - 

-No quiero hacerte llorar eso es lo último que quiero, se que debieron maquillarte y podía correr se toda la pintura - sonreí detrás de la puerta mientras trataba de imaginar su rostro - Pero no hay forma que no haya dicho ya, donde explique la forma en que cambiaste mi vida, mas que la fama, que el dinero y que cumplir mis sueños, contigo cumplo sueños que ni siquiera sabía que tenía, y mejor que eso, hice más solo por ti - 

-Dijiste que no ibas a hacerme llorar - se me quebró la voz y traté de respirar profundo para no llorar - Ya quiero casarme, se que faltan unas horas pero, es que quiero que pase rápido, Tom tu me hiciste más cambios de los que yo te pude hacer a ti, me conociste, fuiste como una terapia, cambié mis ideas compulsivas y las cosas que me gustaban fueron más, incluyendo te, creo que tu me cambiaste me hiciste mejor, más de lo que yo pude enseñarte  - 

-Creo que los dos nos encontramos por algo miranos, eramos un pésimo desastre por separado, somos un desastre, pero se que si caigo te acostarias en el suelo conmigo, y es la relación perfecta, jamas me exigiste ni me moldeaste a tu antojo, te amo Madelein - suspiré a nada de llorar, y sabía que el iba a hacer lo mismo si voz me lo decía - 

-Te amo Tom, ya casi me veo diciendo acepto - suspiramos al mismo tiempo y reímos por ello - Ve a terminar de arreglarte, se que aún no terminas de acerté el nudo del moño, quisiera ser yo quien te lo hiciera - 

-Lo harás de ahora en adelante cielo, tu ve a terminar, debes verte aún más bella, opaca como siempre a todas las chicas usando un solo vestido - el siempre me ha hecho sentir bonita aunque yo no lo sintiera, el me lo decía y se sentía como una verdad a medias, porque incluso si yo no lo sentía así, el besaba mis mejillas, y me sentía un ángel - Te veré en un rato mi cielo - escuché sus pasos yéndose por el pasillo, bajé la mirada y atorada había una pequeña hoja de papel, abrí la puerta para desatarla, pensaba que era de Tom pero no fue así, David la había escrito, de alguna forma supo donde enviarla, la abrí, más por dolor y ganas de saber que era, que por emoción - 

"Hola Madelein, soy David, tu padre, espero seas tu y esta carta no acabe en el basurero, le pagué al de limpieza para dartela y fue complicado, mi estupidez me llevó a alejar a mi propia hija y ahora no puedo estar en el día de su boda, es verdad que no estuve para ti cuando me necesitábas y no voy a estarlo ahora, no solo por que es tarde, tu ya no me quieres en tu vida y no me necesitas. Se que encontraste al hombre indicado, que es con quien vas a casarte, solías decir que no querías casarte por que los niños tenían piojos y dijiste lo mismo hasta la secundaria. Me superaste y lamento que esa sea la palabra, mírate  debes verte hermosa con ese vestido, tu siempre luces hermosa, nadie miente cundo te dicen ángel. Ni siquiera se por que te escribí, solo quería decirte, que eres la mujer más hermosa del planeta usando un traje de novia, y el hombre debe de ser dichoso, se ganó el cielo y el infierno y no lo sabe, pero tu y yo si estoy orgullo de ti, lamento no decirlo antes, me siento feliz por ti, y espero que tu matrimonio sea largo, y que te amen tanto como lo mereces "

Cuando Nos Descubra La Casualidad Where stories live. Discover now