James:

Vamos en camino a casa, Noah nos ha dicho que Catalina ha estado con dolores de cabeza, mareos y con fatiga.

Suspiré.

Kevin:

¿Qué es lo que tiene? Estoy preocupado, sus manos están muy frías y sus uñas quebradizas.

Mi mejor amigo no tarda en responder al mensaje.

James:

Sin un examen de sangre no estaré al cien por ciento seguro pero por los síntomas que me han dado, es probable que tenga anemia ferropénica.

No le respondo y vuelvo a guardar mi celular, los minutos transcurren y eso me mantiene completamente alerta, al notar que Catalina ha tardado demasiado decido entrar a su habitación y la veo sentada al borde la cama con la mano al corazón.

— Catalina.— Me pongo de rodillas frente a ella.

— Estoy bien, de verdad lo estoy.— Habló con voz cansador.

Con mucha dificultad se levanta y camina hacia la ventana para observar el cielo nocturno. Admira la luna que se esconde detrás de las nubes mientras intenta calmar su respiración y esas emociones que no sabía cómo controlarlas.

— Catalina.— Musité mientras me acerco a ella para observar juntos la luna.

— No deberías preocuparte por mí, no soy una de tus prioridades.— Comentó, sin apartar la vista de la luna mientras que unas cuantas lágrimas caían por sus mejillas.— No entiendo porque sigues aquí, creí que tu única prioridad era en acompañar a Rebeca y estar con ella, no aquí conmigo.

Fruncí el ceño.

— ¿Pero qué dices?

Ella suspiró y se limpió las lágrimas de sus mejillas.

— ¿De verdad quieres que te lo diga?, Rebeca el otro día vino aquí a buscarte y me dijo unas cuantas cosas como por ejemplo...— Volvió a llevarse la mano al pecho, haciendo una mueca de dolor.— Que tú lo único que esperas es la muerte de Luke, que yo no nunca he sido importante para ti y que lo único que quieres es encamarte conmigo.— Me cuestiona. — Lo mejor sería que te fueras, no te necesito aquí.

— ¿Eso fue lo que Rebeca te hizo creer?, ¿En serio tú crees que le desearía la muerte a ese chico o querer encamarme contigo, Catalina?, ¿Tienes idea de lo que he tenido que hacer para estar aquí contigo todo este tiempo?— Le cuestiono yo, al borde de las lágrimas al no poder más con las emociones que toda esta situación me generaba.

No me cabe en la cabeza como puede pensar eso de mí cuando lo único que he querido es que sea tremendamente feliz sin importar que no sea a mi lado. He tenido que dejar mi trabajo a un lado para estar con ella, he aplazo mi viaje a Francia para cuidar de ella y demostrarle lo cuan valioso es para mí. Sé que no he sido el mejor hombre, pero a mi manera la quiero y la amo como a nadie en esta vida de mierda.

— ¿Para qué seguir jugando, Kevin?

— ¿De verdad crees que lo que siento por ti es un juego?

Sonrió, sin mirarme a los ojos.

— ¿Y no lo es?, tú juegas, todo el tiempo. Así ha sido desde que volviste a esta casa.— Explicó más calmada.

Aprieto mis puños.

— No sabes lo que dices, Catalina.— Repliqué.— Siempre has sido importante para mi desde el primer momento en que llegué a esta casa, sí, en un principio tal vez se volvió un juego para mí pero con el pasar de las semanas me di cuenta que provocabas mucho más en mí.— Por alguna razón temía lo que fuese a decir.— Y sí no me he ido del país aún es porque no quiero alejarme de ti.

Stay With Me.Onde histórias criam vida. Descubra agora