💀 • CLEAN • 💀

•|Chapter 7|•

-Creemos que Leviatán está dando información a los de la mafia del sur, no sabemos si a la fuerza o por interés. Ayer en la noche, Hoseok y yo fuimos encubiertos por órdenes de Max a las carreras ilegales. Actuando como una borracha, esos tipos dejaron caer información de cargamentos próximos que figuraban en la agenda de acción de Leviatán. Sobre todo, uno importante de armas- comenzó a decir Selene mientras Jenny intentaba asimilar lo que estaba sucediendo llenando de frustración sus acciones.

-Leviatán es un chico listo de calle, supongo que hará lo necesario para sobrevivir- dejó caer Hoseok sobre la mesa. Ese comentario dejaba abierto el abanico de posibilidades en diferentes direcciones, cada una más oscura que la anterior.

-Menuda ratita…- dijo Dimitry más para él que para los presentes en esa reunión.

-Necesito un momento a solas- Jenny impuso silencio con aquellas palabras. Esperó a que todos salieran de aquella habitación. Algunos con más trabajo que otros. Rascalov insistía en quedarse a limpiar lágrimas inexistentes. Finalmente hubo silencio en aquel salón. Por mucho más de lo que hubiese deseado. No necesitaba mostrar debilidad ante nadie, no ahora cuando todos dudaban de su capacidad de liderazgo debido a su reputación de princesa mimada.
- ¿Problemas en el paraíso? - Max desplegó un vaso de wisky fino hacia su mano de apoyo.

-Menuda mierda de paraíso…
- ¿La princesa se derrumba? – Una mueca de molestia se dibujó en la chica asiática ante el comentario de su mejor amigo.

-Es lo que menos necesito de ti, Black, puedes meterte la duda por el mismo hueco del orto- Max disfrutó esa menuda muestra de frustración de su amiga. Deslizó por la mesa el casquillo de bala que había encontrado en el escenario de la reciente matanza.

-Mira, no tengo idea de cómo sobrevivimos al ataque, pero está más que claro que iban a por Dimitry. Yo y Dante solo representábamos un mísero estorbo. Testigos que debían tener la boca cerrada. No sé lo que se está cocinando entre las altas cabezas de la mafia, pero es demasiado obvio que unas balas de tan exquisita decoración. Vienen de personas con mucho dinero…

-Todo fue fríamente calculado, Max- interrumpió Jenny al darse cuenta del logo encriptado en la bala- Las personas que me secuestraron son las mismas que planearon el asalto. No tengo ni la más mínima idea de quienes son, hablaban de Dimitry como si representara un estúpido peligro para la humanidad. Me obligaron a matarle por suposiciones. No sé dónde diablos está Leviatán y si la mafia del sur tiene algo que ver realmente, estoy…

-Agobiada.

-Ansiosa…no sé lo que va a pasar en el futuro y eso me enferma- Soltó la chica con algo de molestia.

-Vaya, vaya…va a ser que, muy en el fondo, te pareces un poco a Dimitry Rascalov…

[…]

Necesitaba dormir para recobrar fuerzas, ni siquiera él entendía porque había hecho eso. Tal vez la curiosidad sí que mata al gato. Escuchaba unas voces a lo lejos y decidió abrir los ojos para ver si se enteraba de alguna realidad diferente a su inconciencia. Poco a poco se reincorporó en el sofá obsequiando al mundo un suave suspiro sobrenatural. Al parecer le habían dejado solo o todos estaban reunidos en el mismo sitio. Peinó su cabello y arregló su apariencia dentro de lo posible para hacer presencia en el salón de reuniones. Un fuerte ruido proveniente de su bolsillo no tardó en sacarle de lugar. Descolgó viendo el remitente con aparente sonrisa.