•|Chapter 7|•

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-Jenny…soy yo, estamos bien…bueno casi enteros- declaró al notar el estado convaleciente de Pendragon.

- ¿Se puede saber que mierda pasó? Quiero que salgan de ahí ahora mismo…Los quiero aquí ¡¡YA!!- el rubio despegó su cabeza de la bocina del móvil. Era como tener una resaca después de pasar la noche mezclando entre cerveza, vino y tequila. Dimitry miró a Max paseándose por la oficina en busca de alguna pista que llevara al agresor. El rubio se aseguró que Dante aún estaba vivo, respiró con alivio notando como sus labores de respiración no habían cesado. Al menos no estaba tan muerto como parecía.

-Jenny nos pide que vayamos.
-Vaya que considerada después de que casi nos matan- Se refirió Max a lo que acababa de acontecer. Encontró un casquillo de bala algo peculiar y lo guardó en su bolsillo del chaleco sin mediar palabra.

-A este debilucho lo tendremos que cargar como princesita hasta el coche- se refirió al demonio con su dedo pulgar.

-Si los atacantes eran profesionales, entonces no tenemos coche, Dimitry…habrá que robarlo.

-Jo, tío…con lo mal que se me da robar- dejo caer con pintoresca ironía y una sonrisa en el rostro mientras levantaba a Dante para salir de aquel sitio - ¿Un Ferrari o un Mercedes?

[…]

-Estoy seguro que están a punto de llegar, algunas buenas excusas tendrán para demorar tanto- Y como si de una predicción, de Hoseok, se tratara. Aquellos tres miembros de mafias reconocidas con una reputación que ahogaba, entraron dando tumbos a la Guarida. Ninguno de los presentes se esperaba tal espectáculo. Ambos amigos, de origen ruso y americano, sujetaban a un convaleciente Dante sobre sus hombros.

- ¿Se puede saber que mierda ha sucedido? - Jenny intentaba aplacar sus nervios con algunas palabras rudas. Respiró profundo y cesó la histeria indicando reunión en el salón. Dimitry por el contrario decidió arrastrar el cuerpo con cautela del pelirrojo. Ya acomodado en el sofá se dignó a cobrar conciencia ante los ojos azules de un curioso Dimitry.

-Menudo hombre estás hecho, Pendragon, tuvimos que cargarte como princesa hasta la guarida…yo dispararé como niñita en tus sueños, pero tú eres una autentica niñita- Esquivó el golpe que pronosticaba graves daños en su rostro y volvió a acercase, pero esta vez al oído para que un inexistente “nadie” evitara escuchar - ¿Cómo sobrevivimos Dante? Graves lesiones por disparos en el pecho, casi me uno a mi madre después de aquellos impactos, mis ropas lo demuestran. Así que dime, Pendragon, ¿Cómo he sobrevivido?
-Que te follen- fue lo único que sugirió Dante en esa agradable charla que sostenían los dos en medio del silencio de la sala. Todos esperaban por Dimitry para comenzar la reunión, llegó elegante con un tinte algo sangriento en el traje y descansó su azorado culo en uno de los asientos de aquella alargada mesa de reuniones.

-Menudos huevos que te cargas, Rascalov, llevamos esperando minutos innecesarios- escupió, Hoseok, con sorna.

-Y tú que estás loquito por chupármelos, Jung, supéralo de una puta vez- Mostrando el dedo corazón, decidió terminar la estúpida charla que el chico asiático había comenzado.

- ¿Ya terminaron de ser unos bebes? ¿Les cambiamos el pañal para que no lloren? - Jenny estaba molesta, alterada. Se sentía impotente por no saber u olerse lo que se estaba cocinando en el mundo de la mafia asiática en torno a ella y su grupo. Mercancías desaparecidas, precio por la vida de Dimitry, Leviatán desaparecido, planes fríamente calculados por personas que desconocía para usarlos como simples piezas de ajedrez en un gran tablero. Su mente era un embrollo en ese preciso momento.

💀 • CLEAN • 💀Where stories live. Discover now