• c u p i d o ; wos •

• - O C H O - •

— Si, disculpe. — Murmuré cabizbaja.

— La profesora tuvo que interrumpir su explicación gracias a esto, y me parece absolutamente innecesario. — Continuó hablando, ignorando mis palabras. — No veo lo gracioso a burlarse de una persona que, encima, les está enseñando a ustedes.

— Disculpe, director. — Habló más fuerte Valentín, inseguro. — No va volver a pasar.

El hombre nos observó por algunos segundos, y echó un bufido mientras se tiraba contra el respaldo de su silla.

— Espero que no, igualmente debo avisarle a sus padres sobre esto. — Dijo tomando el teléfono inalámbrico de su escritorio.

— Mi mamá no va a poder atender ahora. — Solté rápidamente. No era una mentira, pero igual me encontraba nerviosa. — Está en el trabajo y no escucha el celular hasta salir.

El director asintió lentamente. — ¿Y tu papá?

Me quedé en silencio algunos segundos, algo incómoda, sin saber bien como responder. — No tengo relación con mi papá, solamente la tengo a mi mamá.

El hombre cambió su rostro formando un gesto algo arrepentido. — Bueno, entonces después del recreo necesito que me des tu cuaderno de comunicados.

Asentí cabizbaja. Miré por el rabillo de mi ojo al chico algo sorprendido, observándome con extrañeza, y tragué grueso. Era entendible su sorpresa ante mi confesión, ya que la única que sabía lo de mi viejo era Juliana.

— ¿Y usted, Oliva? — Preguntó el director, pero no recibió respuesta alguna. — Valentin Oliva, le hice una pregunta.

Él lo miró rápidamente, reaccionando a sus palabras. — S-Si, mi mamá debe estar en casa.

El hombre asintió y marcó el teléfono.

Cuando nos dejaron salir, el camino hacia el aula fue silencioso, pero yo sabía que el castaño a mi lado no tardaría en hablar.

Y tuve razón. — Eve...

— Preguntame, a ver. — Lo interrumpí, contestando lo obvio que iba a decir.

— ¿Que fue lo que pasó con tu papá? — Valentín aclaró su garganta. Parecía nervioso. — Obviamente no me cuentes si no querés, tampoco te sientas-

— Es un forro. — Volví a interrumpir. Estábamos por llegar al salón, así que frené para poder hablarle con más tiempo, y él también lo hizo. — Se separó de mi mamá porque le aterró la idea de tener una hija, y cuando se acordaba que la tenía simplemente le restaba importancia, como si no tuviera nada que ver conmigo.

Valentín reflejaba tristeza en sus ojos por mis palabras, pero yo no lo sentía así; ya había aceptado que mi papá era una completa basura, me ví obligada a hacerlo.

— Lo lamento mucho... — Me soltó en un susurro que logré oír. — ¿Lo seguís viendo?

Yo negué con la cabeza. — Tampoco me interesa. Según sus mensajes, se mudó muy lejos de acá, pero su plata nos sigue llegando.

No solía hablar estos temas con cualquiera. Consideraba un amigo a Valentín, pero aún no teníamos tanta confianza para decirle la historia completa.

— A mi ya no me importa la vida de ese hombre, lo único que me importa es que mi hermano no sufra lo mismo que sufrí yo cuando era chiquita como él. — Solté, con ojos cristalizados. — El Viernes va a ser su cumpleaños, y se va a repetir la misma historia de todos los años; una carta de felicitaciones, con plata adentro de un sobre acompañada por caramelos derretidos.

— ¿Tu hermano es hijo de tu papá también? — Preguntó y asentí.

— Si, pero esas ya son cosas que no puedo contarte.

Valentín asintió despacio, y sonrió. — Me alcanza y sobra con lo que vos quieras contarme.

Sonreí de costado y nos quedamos así por algunos segundos, hasta que una voz rompió el ambiente.

— ¿Que hacen ahí? — Nos gritó la profesora desde la puerta del salón. — Entren ya mismo.

Y luego de una mirada cómplice, caminamos hacia ella.

Al final, tenerlo en el celular a Valentin, no fue tan mala idea.

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¡Hola!

Perdón que tardé, voy a tratar de activar pero prometo que esta fic la termino jajsja

Lxs quiero ❣️