El miedo invadía todo mi cuerpo, reflejado en el sudor de mis manos; nunca me habían llevado a dirección más que para pedir tiza, o papeleo de las profesoras quienes me mandaban a buscarlo.
— Que genia sos eh. — La voz de Valentín me sacó de mis pensamientos. Lo miré con el ceño fruncido y él solo reía cabizbajo.
— ¡Estamos acá por tu culpa! — Le grité en un susurro, por si alguien nos escuchaba. — Vos empezaste con las fotos.
— Vos fuiste la del flash. — Me dijo, esa vez mirándome a los ojos con una sonrisa tallada en sus labios. — La culpa es tuya.
No entendía que tanto le divertía, estábamos igual de perjudicados, con la diferencia de que él no se veía tan asustado como yo.
Al ver que tardé en contestar, volvió a hablar. — ¿Por qué me tenés como Valentín Ortiva?
— Oliva suena a Ortiva, y queda gracioso. — Respondí, tratando de ignorar la situación en la que nos encontrábamos. — También pensé en ponerte como "aceite de Oliva".
— Me parece que no sos muy ingeniosa. — Me dijo con una sonrisa divertida. — Todos me dijeron así alguna vez, por mi apellido.
— No era por tu apellido. — Le contesté, elevando una ceja. — Era por lo virgen.
Al instante, una carcajada inevitable salió de la boca del castaño, logrando que yo riera junto a él. El tono de su risa era contagioso, y admito que se me hacía agradable escucharlo.
— ¿Perdonen? — Una gruesa voz masculina nos interrumpió. Era el director.
Con Valentín nos sobresaltamos al verlo tan serio frente a nosotros, y nos paramos del banco rápidamente.
— Disculpe, prof- director. — Dije yo. Tragué grueso cuando su mirada se posó sobre mí.
— ¿Qué necesitan? — Preguntó. Su voz encajaba perfectamente con el papel de autoritario.
— Nosotros...
— Los mandó su profesora, director. — Interrumpió una preceptora quién prácticamente corrió hacia nosotros cuando vió al hombre. — Le estaban sacando fotos, y haciéndole dibujos en forma de burla.
La vista del señor volvió a posarse sobre nosotros, inexpresiva. Parecía como si estuviera pensando bien que hacer con nuestro futuro; si expulsarnos de la escuela sin opción alguna, o suspendernos por un año entero. Los pensamientos en mi cabeza convertían en algo peor la situación, y no podía calmarme.
De pronto, sentí un suave tacto en mi mano, así que la observé con disimulo y pude notar como rozaba suavemente con la mano de Valentín. Estábamos uno al lado del otro, hombro con hombro, y nuestras manos se chocaban debido a la poca distancia. Él también se sorprendió, ya que me miró de reojo al sentirlo, y cuando se dió cuenta que me encontraba temblando, enganchó uno de sus dedos con el mío para poder calmarme. Fue algo que logró.
— Pasen a mi oficina. — Nos ordenó, y comenzó a caminar delante nuestro, sacandonos de aquel momento extraño.
Crucé miradas con Valentín, y me sonrió levemente de costado, logrando que una sensación vergonzosa me invadiera.
Pasamos a la pequeña oficina, y un suave aroma a café rozó mi nariz. Estaba todo muy ordenado, y se sentía un ambiente bastante tranquilo comparado con otros cuartos de la escuela.
— Es una falta de respeto, chicos. — Comenzó a hablarnos el director, ya sentado al frente nuestro. — En vez de prestar atención en clase, hacen esas pavadas fuera de lugar.
YOU ARE READING
• c u p i d o ; wos •
Fanfiction"¿Que tan difícil podía ser convertirme en la cupido de mi mejor amiga?" By wossxoliva Créditos a @terrazadelvacio por la hermosa portada
• - O C H O - •
Start from the beginning
