En su hora de descanso decidió servirse un café junto a un pequeño budín, caminó hacia un asiento libre de la cafetería para tomar lugar ahí.

Desbloqueó su móvil y comenzó a ver sus mensajes pendientes, luego de haberlos respondido observó hacia fuera a través de la ventana de la cafetería. Notaba que la lluvia aún no cesaba pero estaba más tranquila que la anterior, dándole así esperanza de que podría regresar a casa seca.

Al terminar su descanso se levantó limpiando la mesa para así llevar la taza junto al plato al lavavajillas.

—El día esta súper feo. —Bufó su compañera de trabajo a lo que ella asintió. —Llegaste empapada a la cafetería, ¿Qué sucedió?

—Mi paraguas se fue volando. —Respondió mientras lavaba sus manos para acto seguido secarlas. — Así que espero que la lluvia se tranquilice para las once o tomaré el peor resfrío de todo Japón. —Soltaron una pequeña risa. —

[...]

—Descansa, Mokusei-chan. —La saludó su senpai cuando estaba por salir a lo que ella dio una reverencia en despedida. —

—Igualmente, Nami-senpai, nos vemos mañana.

Al terminar de despedirse ya estando afuera de la cafetería se encaminó hacia la estación de trenes nuevamente, pisando con cuidado de no mojarse por culpa de alguna baldosa llena de agua.

Pago su boleto y tomo asiento en una de las bancas donde solo sentarse siempre a esperar al tren, de vez en cuando soltaba algún que otro bostezo que reflejaba su gran cansancio puesto que había sido un largo día para ella.

Recordaba que le había prometido jugar minecraft a su mejor amigo. Tomo su móvil y lo desbloqueo para acto seguido escribirle.

"Kenma:(( no voy a poder jugar hoy, estoy demasiado exhausta, lo siento y espero que entiendas." Apretó enviar y esperó atenta la respuesta.

"Tranquila Moki, no pidas lo siento. ¿Cómo estás?"

Sonrió ante su respuesta, él era muy comprensivo.

"Estoy bien ¿y tú? He notado que últimamente hace demasiado frío en Tokio, ya se acerca el invierno, ¿No?"

"También estoy bien, y si, ya se acerca el invierno, asegúrate de abrigarte bien al salir de casa."

"Si, señor, nadie quiere que yo me resfríe."

"Es que eres insoportable cuando estás en ese estado, Kuroo también, siempre piensa que te vas a morir por un resfriado y entra en pánico."

"Oyee. >:(( igual no quiero que Kuroo se sienta así, me abrigaré el doble para no preocuparlo."

"Más te vale. >:(("

"Ya viene el tren, espérame un minuto."

"Esta bien, avísame al subir."

Se levantó de su lugar luego de bloquear su móvil y se acercó a la orilla donde el tren solía detectar y abrir sus puertas.

Al entrar pudo sentir de golpe la calefacción del tren, tomó lugar cerca de la ventana y desbloqueó nuevamente su móvil.

"Ya estoy arriba."

"Bien. :), sabes, hoy ingreso un nuevo chico al equipo de voleibol y mide casi dos metros."

"¡¿Qué?! Soy una pulga al lado suyo..."

"Somos."

"Hahaha, ¿Y juega bien?" Levantó la vista al escuchar el pitido del tren que avisaba que ya estaban en otra estación y que las puertas se abrirían.

"Em... no, tiene mucho que mejorar a decir verdad pero bueno Kuroo y Yaku-san tienen la paciencia, yo no."

La pequeña divertida conversación siguió por el resto del viaje, hasta la casa de Mokusei, era lo que siempre llamaba la atención en la amistad de los tres jóvenes. Nunca se quedaban sin tema de conversación y lograban divertirse al estar juntos.

Abrió cuidadosamente la puerta de su casa, para luego ya dentro de esta cerrarla con la misma delicadeza. Dejo sus zapatos y tomó sus pantuflas para acto seguido ponérselas y caminar hacia su habitación donde planeaba darse un largo baño.

"Entonces, estudio a la mañana y trabajo a la tarde, lo que significa que al llegar e irme de casa él y yo no hablaremos. Genial." Pensaba al ver el sofá donde esa misma mañana su padre se encontraba en estado de ebriedad. 

Introdujo la llave en el picaporte de su puerta y la abrió para ingresar en ella notando que todo estaba en su lugar de siempre, apoyó su maleta en el perchero junto a su abrigo y ya desabrigada caminó hacia el baño no sin antes tomar unas toallas y bañarse.

El agua caliente en las épocas invernales eran paz absoluta, donde podía descansar por unos minutos e higienizar su cuerpo del día que tuvo.

Al terminar su ducha cerró el agua, rodeó su cuero y cabello con las toallas y salió del baño, caminó hacia su armario para ponerse el pijama y así acostarse en su cama.

Cerró sus ojos recordando que no había cenado, pero sus energías para moverse de la cama eran mínimas, suspiró y tomo su móvil para activar nuevamente las alarmas. Tenía en total cinco aunque siempre se despertaba con la primera y se irritaba con las que siguen.

"¡Ya estoy despierta, ya las escuché~!" Pero igualmente las activaba porque no podía confiar en que siempre estará despierta a las seis en punto.

Apagó la lámpara de su mesa de noche y cerró finalmente los ojos, pero su mente parecía no olvidarse de aquel suceso vivido esa mañana, sentía emoción por volver a clases y verlo nuevamente, su corazón palpitaba rápidamente

Apagó la lámpara de su mesa de noche y cerró finalmente los ojos, pero su mente parecía no olvidarse de aquel suceso vivido esa mañana, sentía emoción por volver a clases y verlo nuevamente, su corazón palpitaba rápidamente

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¡Gracias por leer. (*'︶'*)╯♡!

 𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐨𝐟 𝐦𝐲 𝐥𝐢𝐟𝐞. 「𝐒𝐚𝐤𝐮𝐬𝐚 𝐊𝐢𝐲𝐨𝐨𝐦𝐢」Where stories live. Discover now