CAPÍTULO 13: EL MUELLE

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—Me encanta cuando te pones violento—le soltó en respuesta Jin abalanzándose sobre la boca del chico robándole un corto pero intenso beso, al soltarlo Tae le sonreía travieso y sus rostros aun estaban muy juntos

—Pensé que te gustaban dóciles—comentó juguetón

—Volverlos dóciles es más excitante

—¿Ah sí? Y ¿crees que puedas hacerlo conmigo?

—No lo creo... yo ya lo hice—respondió sobrado y Tae lo miró con recelo

—¿Qué dices?

—Yo ya pude sacar tu lado dócil Tae—susurró masajeando con sus pulgares la cintura ajena— tú ya fuiste totalmente mío en esa pista ¿lo recuerdas?

—Lo que pasó allí dentro, no me hace dócil en el sexo—aclaró con un puchero concentrado en pasear sus manos otra vez por el pecho del hombre. Disfrutando de un contacto que había anhelado desde que lo había visto en aquella ducha. Sus manos viajaron entonces hasta rodear la cintura del mayor y remojando sus labios, volvió a verlo— Olvidas que yo soy el mismo tipo que hace menos de 20 min, te estampó con fuerza contra una pared

El menor sonreía insinuante y Jin hizo lo mismo 

—Y eso fue tan sexy—alagó, volviendo a recorrer la mejilla del chico hasta morder suavemente el lóbulo de su oreja

El fotógrafo solo pudo mantener el gesto, brindándole espacio al hombre para que continuara sus atenciones. Jin era imposible, un caliente sin remedio que lo arrastraba a satisfacer sus más extremos deseos sin oponer resistencia, pero eso jamás se lo reconocería. La lengua de su vecino hurgaba tras su oreja derritiéndolo y su voz grave lo sacudía otra vez

—Pero tú sabes que digo la verdad. Aunque digas lo contrario, yo sé lo que realmente quieres.

—Me molesta tanto cuando hablas así—murmuró—como si me conocieras demasiado

—Yo te conozco Tae— respondió contra la piel del muchacho, mientras sus manos quemaban en las caderas del menor, resistiendo apenas la tentación a amasar aquel magnifico culo a placer y así demostrarle su punto— desde que vi tus ojos mirándome en aquella ducha lo supe—la suave fricción inicio otra vez, con Jin ahora repartiendo chupones en la definida mandíbula del muchacho— viendo tu cuerpo pegarse al mío en aquella pista de baile, lo sentí — Tae contenía los jadeos que querían escapar de su boca, pero Jin no intentaba disimular lo que le provocaba la erección dura del menor contra la suya— no tengo problemas en complacerte como quieras. Mierda Tae... yo te deseo de cualquier forma —su mirada cristalina encontró la del chico y acercándose a morder su labio inferior, agregó sonreído— pero sé, que esta noche solo una cosa vas a pedir

Jin solo se separó un poco sin liberarlo del agarre, notando como el muchacho lo veía sonrojado y con el ceño fruncido.

—Eres un idiota, fanfarrón—espetó y aprovechando sus manos en la cintura del otro, lo giró con fuerza, quedando el mayor de espaldas al auto.

—Auch...

—No te confíes—advirtió— aun así puedo querer follarte

Jin intentó sonreír por ello, pero Tae no lo dejó. Aferrándose esta vez al polo de su vecino, acercó su boca y lo devoró con furia una vez más.

El mayor gimió satisfecho por el contacto y la fogosidad de su vecino, que solo aumentaban más sus ganas de tenerlo ya. La explosividad de Tae lo volvía loco y su polla dolía de solo imaginar al tipo perdido, arañando el placer y bañado en sudor entre sus brazos.

Correspondiendo a ese crudo beso, volvió a sujetar la cintura de Tae, ensartando los dedos en las presillas del jeans para asirlo más contra él y aumentar la presión en sus entrepiernas. Cuando el fotógrafo terminó el beso con una nueva mordida, se miraron unos segundos envueltos en esa bruma de deseo

MI QUERIDO VECINO  [JinTae]Where stories live. Discover now