CAPÍTULO 13: EL MUELLE

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—Es una posibilidad

Y el muchacho volvía a mostrar esa mirada fiera, que le encantaba al castaño

—No hay posibilidades de nada más, que de coger Jin—soltó firme—Hoy vamos hacerlo hasta que esta maldita tensión sexual que provocaste, se disipe

—Te noto ansioso — comentó con sorna y Tae le devolvió el gesto

—Lo dice el tipo que casi me arranca la ropa en pleno estacionamiento

—Yo no lo niego... he querido hacerlo desde que te montaste al Jeep—soltó con voz grave, cerrando el espacio de sus rostros nuevamente—y justo ahora, es en todo lo que pienso

—Tengo pruebas y cero dudas de eso

El muchacho le susurró acercando su boca y Jin sonrió esquivándolo, para atacar su cuello. Tae solo cerró los ojos y suspiró satisfecho por ello.

Sus leves succiones, con toques de su lengua mojada y el juego lento de aquellos esponjosos labios sobre su piel, desarmaron a Tae dejándolo sin resistencia, cuando sintió una de las manos del castaño bajar y recorrer su pecho por encima de la camisa, rodear su torso y finalmente se anclarse en sus caderas. Menos aún, cuando se coló entre sus piernas, haciéndole sentir de forma más directa la dureza de su polla, moviéndola sobre la suya. El fotógrafo mordió sus labios por enésima vez esa noche y buscando desahogo, se ferró a los costados de la chaqueta ajena.

Tae sabía que estaban en un lugar muy público, pero Jin era simplemente insistente y descarado "Convengamos que lo sentimental no es lo suyo" Si, Lisa tenía razón, Jin no era del tipo sentimental. Era un hombre caliente y pasional acostumbrado satisfacer sus deseos, pero que nunca se apegaba a ellos. Lo había visto con sus propios ojos —¿Por qué él, tendría que ser distinto?

—Entonces en que pensabas

—¿Uhg? —Tae no podía ni responder nada coherente. Era preocupante como el cerebro le dejaba de funcionar cuando su vecino lo agasajaba. Sin embargo, consiguió entender la pregunta, y sin nada no vergonzoso que decirle, solo pensó en el último nombre que pasó por su mente y que no fuera Jin

—Q-que... no nos despedimos de Lisa y Rosé

Jin volvió a encarar al chico, dándole un respiro, pero sin apartarse totalmente

—Tienes razón, no pude darle las gracias—soltó con una sonrisa

—Gracias... ¿por?

—Porque si ellas no te hubieran llevado a la pista, no estarías entre mis brazos ahora —respondió ajustando sus dos manos en la cintura del muchacho. Tae enarcó una ceja

—Yo no estoy muy seguro de eso— contradijo pasando sus manos por el pecho del otro—es cierto, que sin ese baile yo definitivamente no estaría empotrado contra este Jeep, con los labios irritados y planeando follar contigo, pero el trabajo sucio en realidad lo hiciste tu solo

Jin rió por lo dramático de su vecino

—No fue trabajo sucio, no seas exagerado

—Lo fue, claro que sí... fuiste un desgraciado con toda la intención

—Vamos, no fui tan malo—se defendió Jin rozando su nariz con la del chico, sintiendo inmediatamente como el otro, sujetaba con fuerza nuevamente su chaqueta.

—Apretarme contra un sofá para obligarme a escucharte decir sin ningún filtro, detalles de tus sueños húmedos conmigo, para luego largarte a bailar y a besuquearte con una tipa en mi cara, aplica como muy malo—le reclamó con ceño fruncido—agradece que no te pegue en las bolas, porque era mi primer pensamiento

MI QUERIDO VECINO  [JinTae]Where stories live. Discover now