Justo Eso Podría Decirse

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La vida puede dar una serie de vueltas que jamás entenderé por más que intente verle la lógica, simplemente pasa y tienes que esperar cualquier cosa porque por más estúpida que parezca, es una señal de lo que está por venir.

Como lo dijo Newton: "Cada acción tiene una reacción"
Y la mayoría de mis acciones tienen reacciones completamente opuestas a lo que yo quise que pasara.

Había cerrado un ciclo en mi vida, por más básico que se escuche, me corté el cabello tan corto que ni podía hacerme un coleta de caballo. Comence a maquillarme un poco ya que había superado una relación abusiva, el cual había dejado un trauma bastante grande en mi vida, el cual me había llevado poco más de dos años de dejar de lado, ¿Bastante tonto, no crees?

Cerrar ese ciclo conllevó cambiar de escuela, conocer gente nueva y hacer amistades. Ahí lo conocí, grave error..

Tenía 3 amigas nuevas; Chloe, Fernanda y Katherin. Básicamente ellas me ayudaron a estar bien durante todo ese tiempo.

Nunca nos separábamos, íbamos a todos lugares juntas. Simplemente nos encantaban los chistes de cualquier cosa, también comíamos sin restricciones, las dietas jamás fueron una opción, una le daba de comer a otra y viceversa.

De estar cerca de ellas y salir constantemente de la universidad al malecón, caminar por la playa o comprar alguna bebida e ir a tomarla con los pies en la playa, fue que llamé su atención y él la mía.

Me parecía un bichito raro, callado tan apartado de todo y todos, me enternecía ver a un bebé entre gorilas con la testosterona a mil por hora, era simplemente un niño rodeado de adultos.

Cada clase lo tenía a un lado mío por asientos, así que de reojo lo veía y pensaba en lo que él estuviera creyendo que hacía con sus trabajos. Ni siquiera estaba segura si sabía que no se puede mezclar ácido muriático con cloro en una habitación cerrada sin ventanas. Estaba en pañales el pequeño.

Me gustaba, en realidad me parecía atractivo, mucho para ser sincera, pero él quería a alguien más y para mí autoestima en ese momento, no le llegaba ni a los talones a esa que él quería.

Por ende, no quise meterme ahí, sabía que no era quién para hacerlo, sabía que no iba a ganar.

Pasaron algunos meses en los que apenas cruzamos miradas, en algunas ocasiones contadas hablábamos de los proyectos o me pedía los trabajos que le faltaban, por cortesía lo hacía sin pedir nada a cambio.

Hubo un lapso de tiempo en donde no pudo ir por un problema que se lo impedía, nadie sabía nada de él y yo si, me acerqué un poco a él para ayudarlo en lo que necesitara, no me costaba nada.

Lo ayude en lo que más podía para que estuviera bien, todos los días hablábamos para que estuviera al corriente de sus trabajos, proyectos y demás.

Entre hablar de la universidad y sus problemas llegamos a conversar con mayor profundidad y más amplitud en todos los temas.

Nunca les dije a mis amigas lo que sentía por él hasta que todo fue "Público", ellas siempre que tenían amigo, pretendiente o novio nuevo lo decían. Su vida siempre me pareció más interesante que la mía por ello no les dije de él.

Sé llegó al punto en donde nos comenzamos a decir: "Te quiero".
Algo tan inocente puede llegar a decir tanto, pensaba yo en ese tiempo.

Comenzamos a salir a espaldas de mucha gente, ambos salíamos tarde de la universidad y desde ese tiempo comenzamos a irnos juntos todo el tiempo, el sol se había metido y caminar sola por las calles no era una muy buena opción.

Siempre llegábamos a mi casa y  alrededor de las 12am se iba a la suya. Por lo general hacíamos los trabajos, pedíamos algo para cenar y hablábamos de un futuro.

Sobra decir que caí redondita en sus garras, no lo vi venir, se portaba tan lindo conmigo que me cegó por completo como venado en autopista.

Algunas veces salíamos al cine a ver los estrenos que había. Él siempre me juraba y perjuraba que jamás había dado un beso en su vida, nunca había tenido novia y menos había tenido sexo, por supuesto que le creí.

Siempre tuve la idea de poder darle su primer beso, que pudiera recordarme siempre. Quise hacerlo un día citándolo en la playa, pero me canceló por estar con su mejor amigo, así que le pedí a Katherin pasar esa noche en su casa, accedió y me llevó con ella a comprar maquillaje.

Asi pasaron varias veces que quise hacerlo y él no quería, se quitaba o me dejaba y se hiba a otro lado. Creía que me estaba  ilusionando lo pendejo.

En una de las noches recostados en mi cama me besó más allá de un simple beso, pasando su manos por mi cintura para después tocar mis piernas. ¿Realmente fue el primero?

De ahí en adelante cada que podíamos safarnos de clases o personas, nos íbamos a caminar a la playa, nos perdíamos un rato.

Tuvimos un proyecto de exposiciones en el que me disfracé de un ser mítico y él de aldeano en otra exposición, éramos contras.

Tenía una camioneta en donde me ayudó a llevarme algunas cosas que había puesto para dicha exposición. Se quedó conmigo un par de horas, y como de costumbre cenamos, para después hablar. Nos besamos con total entrega, terminamos tirados en el piso yo sobre de él mirándolo a los ojos como alguien que en realidad quería mucho.

En ese preciso momento se fundió el foco de la sala dejándonos a oscuras, eso dejó que él perdiera pena ante mí. Me dio la vuelta para yo quedar en el piso y él sobre mí, me besó el cuello, luego con suaves besos en los senos sobre del vestido que tenía puesto, mi abdomen para posteriormente subir el vestido hasta la cintura, quitarme mis shorts y las pataletas que tenía puestas.

Rozó sus labios contra mis piernas justo al mismo tiempo con una mano apretaba con el dedo pulgar e índice mis pezones. En ese preciso momento hizo que se apagara mi cerebro, no pensaba en nada, sólo sentía un placer húmedo donde me dejó temblando las piernas.

Me tiré a perderWhere stories live. Discover now