― No he recibido quejas así que sigues limpio o eso quiero creer, Miles ― dije cruzándome de brazos mientras me acercaba al mostrador y recargarme en este

― ¡No, no! Yo no he continuado con ya sabes qué, mantengo mi promesa desde la última vez que casi me matas ― dijo con cierto temblor en su voz

Miles es un hombre no mayor de 40 años, robusto y bajo, que ha tenido varios problemas involucrándose en la compra de cristal rojo, peleas callejeras y apuestas ilegales, han sido varios encuentros que he tenido con él así que lo he mantenido vigilado, no solo ha cometido varios crímenes sino que también tiene su negocio peculiar en un lugar algo no tan favorable. Compra piezas de androides y los repara incluso para quienes no quieran pagar una fortuna en las tiendas de Cyberlife. Él me ayudó en varias ocasiones donde sufría daños en las prótesis o en zonas del cuerpo donde lograba reparar aquello dejándome como nueva y recién salida de fábrica, realmente se volvió un conocido cercano que mantuvimos un acuerdo de que él no volvería a las ilegalidades mientras que yo no le reportase siendo una clienta habitual de su trabajo y así ha sido hasta ahora.

― Bien, no vengo para charlas ni amenazas. Necesito que me eches una mano ― alcé mi mano mostrando el orificio en la palma

― ¡Carajo! ¿Cómo te hiciste eso? ― tomó mi mano observándola

― Persiguiendo divergentes ― contesté

― Mierda, esos cabrones son un problema hoy en día ― dice ― Acompáñame ―

Hago lo que dice y le sigo a una habitación de los del fondo donde hay mejor luz que el de la sala principal, me indica que me siente en la camilla y eso vuelvo a hacer... siento como un pellizco en la nuca donde Miles conectó un cable y en un monitor se mostraban diagnósticos de todo el funcionamiento del cuerpo, lo sentía extraño por como todas esas piezas se conectaban con mi piel y como biocomponentes remplazaban partes de mis órganos o huesos pero aun así pareciera que de verdad tuviera un programa dentro de mí. Miles empezó a trabajar una vez teniendo lo necesario cerca de él, veía lo que hacía y como la piel artificial desaparecía dejando ver esa textura blanca que representaba a los androides, escuchando el ruido de lo que sea que estaba usando yo parpadee varias veces viendo extraños mensajes delante de mí muy apenas notable y que no lograba entender, parecían advertencias, no era la primera vez pero tampoco eran constantes y seguía sin entender qué era ese fallo.

― ¡Au! ― retiro mi mano de prisa viendo hacia Miles

― Lo siento, parece que tus sensores de sensibilidad se activaron. ¿Sientes esto? ― volvió a tomar mi mano dando leves toques desde el hombro hasta los dedos, asentí ― Ya está ―

― ¿Ya? ― veo la palma de mi mano, estaba como nueva absolutamente sin rastro de plasma azul manchándola, sin aquel agujero que no resultó ser algo grande

Muevo la mano, también los dedos para poder recuperar el movimiento correctamente.

― Te mantuviste en modo reposo mientras te arreglaba, hice algunos ajustes y los sensores ya funcionan correctamente ― sentándome en la camilla dejo que Miles quite el cable conectado a mi nuca ― Oye, Jade ―

― ¿Sí? ― bajé de la camilla y volteo hacia Miles viéndolo mientras acomodo la manga de la blusa, la piel artificial fue apareciendo en mi brazo una vez reparado

― ¿Has escuchado que al parecer los divergentes creen en un Dios? ― pregunta recogiendo lo anteriormente usado ― De un ser que los liberará de su esclavitud ―

― Sí, si he escuchado eso e incluso visto ― dije tomando mi abrigo

― Hace unas semanas atrás tuve un encuentro con uno de ellos, había escapado de su propietario que lo golpeaba hasta casi acabar con él y lamentablemente se apagó, no paraba de repetir RA9 ―

Detroit: Become Human ( O 1 )Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt