Un villano blando.

• ~ ◇ 2 ◇ ~ •

Las visitas del pecoso empezaron siendo un par de veces a la semana hasta ser tres veces, como dijo: "dos días seguidos no son posibles por desgracia" pero quién diría que el desgracia lo acabaría resintiendo ella también?

Su miedo y nervios al verlo en su casa derrepente se fueron disipando comenzando a acostumbrarse ya que fueron diez meses lo que había transcurrido. Él ya no intentaba nada indebido con ella pues aunque no parecía quería caerle bien y lo estaba logrando,
ella ya acostumbrándose a su presencia no se asustaba tanto al verlo aunque persistía cierto nerviosismo.

Conforme pasaban el tiempo hablando él la conocía más que ella a él, nunca hablaban de los crímenes que cometía pues nadie quería amargarse la noche pensando en eso.

Ella notaba que él nunca le dedicó una sonrisa sádica o psicópata como la que hacía en las noticias sino una nerviosa, con gracia o tímida, en una ocasión en la que salió de bañarse y lo encontró en su cama pudo jurar que lo vio enrojecer por completo cuando la miró solo en toalla pero no tardó en hacerle un piropo y en ser corrido por una castaña avergonzada con una vena hinchada haciéndolo reír.

Parecía alguien normal con quien podía estar horas hablando por muy extraño que parezca.
Claramente nadie sabía de eso, Katia nunca llegó a soltar ninguna palabra de su visita con nadie pero había algo que descuidó y era que durante el tiempo que el peliverde y la castaña se veían ella parecía estar más animada, sonreía más, hablába más he incluso el brillo de sus ojos volvía, todos estaban intrigados por aquello pues habían descubierto su pequeño secreto.

Pero aún a pesar de que le preguntaran quién lo había logrado ella nunca revelaba nada o simplemente evadia la pregunta. Y así nadie supo absolutamente nada sobre lo que ambos tenían, aquello que habían hecho suyo.

Pero no todo fue agradable, pues siempre habrá alguien mirando de más.

... ... ...

Ella entró a su departamento murmurando la letra de una canción para si misma, al cerrar y adentrarse a la sala distinguió una silueta creyendo que era su amigo.

-Oye, ya viene siendo hora de hablar sobre no estar a oscuras, no quiero dañarme la vista- comenta dejando las llaves en la barra sin obtener respuesta, cosa que le extraño -oye, todo bi-? MMGH!!

Sintió una mano sobre su boca, un brazo en su cuello y algo afilado rozar su espalda.

-Te mueves te mueres hermosa~ susurra en su oído quien la sostenía aplicando un poco de fuerza en su cuello cortándole la respiración.

-Agh~

-Si gritas... mañana en las noticias tendrás que testificar por la muerte de este vecindario... después que que ambulancia atienda la apuñalada en tu espalda... por la que perdiste mucha sangre...

Vio a la primera silueta salir de las sombras resultando ser el villano cuyo cuerpo estaba repleto de manos a su alrededor mejor conocido como Shigaraki Tomura se acercó hasta estar a solo medio metro de distancia.
Aún si nadie estuviera cubriendo su boca se quedaría muda ante la situación, sabía defenderse y podía encargarse de ellos lo suficiente para poder huir pero no tenía la certeza de saber cuántos más había afuera, seguramente toda la liga estaba ahí lista para acatar órdenes pero porqué? Acaso... acaso Deku...?

-Con que tú eres quien se la chupa a ese mocoso... al menos eres linda...

Qué podía hacer ya no sentía su cuerpo, acaso es el pánico? O algún paralizante?

-Gracias a ti nuestros planes se irán abajo en cualquier segundo... eso hará enojar a mi sensei... tendré que asegurarme que nunca lo sepa...

Acercó una mano a su cara sin que ella pudiera esquivarla, estaba por tocarla cuando vio un destello de rayos verdes y negros pasar desapareciendo de su vista a Tomura y al sujeto que la sostenía, vio caer solo la mano que tapaba su boca haciendo la vea abriendo los ojos a más no poder.