Desde el cielo (SUSPENDIDA TEMPORALMENTE)

Profesor Jeans VS Carhel.

Estaba empezando a odiar la canción que tenía puesta de alarma en mi móvil. Al principio me costó abrir los ojos, pero cogí fuerzas de mi interior y lo conseguí. Apagué la maldita música y me dirigí hecha una zombie hacia el baño.

No me gustaba la chica que había en el espejo. Estaba horrenda. Suspiré y abrí el grifo. Me eché agua fría en la cara, esperando que por arte de magia mis párpados se deshincharan, pero eso no sucedió. Me tendría que echar maquillaje para no asustar a nadie en el instituto.

Me había pasado todo el domingo llorando, y no encontraba ninguna explicación a ello. No sabía si lloraba de tristeza, de rabia o de la pena que sentía de mí misma...

Lo pensé mejor, y como tenía tiempo de sobra, me metí en la ducha. Hacía tiempo que no pisaba la ducha de casa. No penséis mal, desde que tuve el accidente, me tuve que estar bañando en la incómoda bañera del hospital, con ayuda de las enfermeras. Esta era la primera ducha que me daba tranquila y sola, y al salir, supe que había sido una buena idea. Mi cara había cambiado notablemente.

Aún quedaba una media hora para salir de casa, que fue lo que tardé en vestirme, arreglarme y desayunar en compañía de Jack. Desde el día de la fiesta nos habíamos empezado a llevar muy bien, y cada vez me caía mejor.

Jack se ofreció a llevarme en su coche, así podría salir mas tarde de casa y ahorrarle a Aron un viaje hacia el instituto. Me despedí de Celeste y me metí en el volkswagen jetta de Jack. El primer gesto al ver aquel coche blanco fue abrir la boca. La diferencia de ese coche con el de Aron era gigante.

-Jack, ahora que lo pienso aún no te he preguntado cuántos años tienes.-dije mientras me giraba para mirarle. Sonrió mientras arrancaba el coche.

-¿Por qué lo quieres saber?-arqueó sus cejas.

-Por curiosidad.-me encogí de hombros.-Ya se que tienes dieciocho o más. Pero me gustaría saber qué edad exactamente.-volví mi cabeza para mirar por la ventanilla.

-¿Ah si? ¿Y cómo lo has sabido?-rió.

-Fácil. Estás conduciendo, así que eso quiere decir que tienes carnet, por lo que se puede deducir que eres mayor de edad-Me giré a mirarlo y me sonrió.-Además, no creo que Celeste, y mucho menos Aron, me quieran proteger poniéndome a un guardaespaldas menor de edad. No creo que con alguien detrás intentando matarme, pudiera protegerme verdaderamente.-reí. Jack giró la cabeza y me miró con ternura en la mirada.

-¿Qué?-pregunte ladeando la cabeza. Él volvió a centrar su mirada en la carretera. Faltaban unos cinco minutos para llegar.

- Me sorprende un poco que estés tan tranquila con todo esto y que no pierdas la sonrisa.-movió la cabeza de un lado a otro.- Seguramente, otra chica en tu lugar ahora mismo estaría encerrada en su casa sin querer salir y llorando a lágrima viva porque alguien quiere matarla, pero tú estás aquí, camino hacia el instituto sin ninguna muestra de miedo por lo que pueda pasar. Eres increíble.-soltó una carcajada.

-Eso ya lo sabía.-me encogí de hombros riendo.

En realidad no estaba asustada, sino lo siguiente, pero demostrarlo sería darle el gusto a la persona que quería acabar conmigo, y eso no lo iba a permitir.

Llegamos al instituto, y después de que Jack aparcara su coche en el parking, nos encaminámos hacia la entrada. Eso era otra cosa que no hacía falta, que Jack también tuviera que estar a mi lado en clase, pero Celeste, Aron y el jefe de policía-padre de Thomas se habían encargado de tener una charla con el director y profesores. Eso me había molestado y mucho. Yo quería estar sola en algunos sitios, y el instituto era uno de ellos.