Lo que nunca dije

No comprendo

No comprendo,

la sutileza con la que caminas por mi lado

y los impulsos insaciables de tocarte, o por lo menos llamar tu atención,

para obtener una mirada tuya.

Pero soy un cobarde.

Todo es contradictorio, es inútil, yo soy aburrido y tonto.

Tú resplandeces con solo caminar.

Y sueño, sueño con ver tu sonrisa y que la razón de ella...

sea yo, solo yo.

Pero no sé cuanto más pueda resistir a estos impulsos.

¿Y si lo hago mal?

¿Si te caigo mal?

¿Si me aborreces?

¿Si tan solo te parezco una persona corriente?

Estoy delirando por una mirada tuya.

Ya no estás cerca, te fuiste a casa.

Siento que me he decepcionado y también

a todo lo que posiblemente hubiese pasado.

Me siento sólo y triste, me hace falta verte.

No puedo dormir, me abordan pensamientos y en su totalidad son sobre ti.

Tu caminar, tus ojos brillantes.

Los movimientos majestuosos de tu cabello por el aire.

Un día sin ti, no quiero despertar.

Pues no serás tú lo primero que vea, será mi ineptitud, será mi decepción, tu ausencia.

Me odio, soy despreciable, no fui capaz de dirigirte una sola palabra.

Ni siquiera sé tu nombre, soy un inútil.

Quisiera devolver el tiempo para atreverme a decirte todo.

Y liberarme de estos impulsos incontrolables.