|♡| Epílogo.

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—¿No me ves?, estoy más mojado que cuando me ducho —sonrío negando, deja un beso sobre mis labios y luego me sonríe —. Hola hermosa, te extrañé. —murmura con una sonrisa. Dejo otro beso sobre sus labios, mientras suenan toques en la puerta.

Me alejo de Benjamín para ir a la puerta.

—¡Cambiate esa camisa! —grito camianando a donde proviene los dichosos golpes.

—¡A eso voy, amor! —volteo a ver como sube las escaleras rápidamente y río para abrir la puerta.

—¡Hola! —canturrea Charlotte, a su lado esta Armando y a sus espaldas se encuentran Helios y Henry.

Gracias a Ashley conocí a la famila Lambert cuando las niñas iban en preescolar. Nos volvimos buenos amigos entre todos, y ahora no podemos evitar querernos.

—Oh, claro, olvidé que hoy es el almuerzo en mi casa. Pasen. —insisto abriendo la puerta para ellos con una sonrisa.

Al menos dos veces por mes, almorzamos en la casa de uno de nosotros. La semana pasada fue en la casa de Charlotte y Armard, esta vez nos toca a Benjamin y a mí.

—¿Qué es lo que no olvidas, querida? —comenta Charlotte con burla. Ruedo los ojos riendo, tiene razón.

Veo a los chicos entrar, me saludan formales y sigo insistiendo que solo me llamen por mi nombre, aún así son demasiado educados para hacerlo.

Los hermanos solo se volvieron más atractivo al pasar de los años y ahora tienen una edad asolecente.

...

—Son tan obvios. —comenta Charlotte mirando a niestros hijos dentro de la casa, mientras nosotros estamos en el jardín.

No se que estaran haciendo nuestros esposos adentro, pero prefiero no saber.

Veo a Henry observar a mi hija en silencio, mirándola como si fuera un diamente haciendo a sus ojos brillar, ella no presta atención a su presencia y observa su teléfono.

Por otro lado, vuelvo mi mirada en como Helios se encuentra leyendo un libro sobre el sofá y Ruth le habla. No se si de verdad esta escuchando a la castaña.

—No comprendo como ellos no se dan cuenta, sus sentimientos son muy obvios. —Ashley me da una mirada entre divertida y incredulidad.

—Que hipócrita de tu parte, de verdad. —niega con una sonrisa bebiendo su jugo de naranja.

—¿En serio quieres sacar los trapitos al sol, Ashley? —hablo irónica, Charlotte ríe junto a nosotras, sabiendo perfectamente de nuestras locas y dramáticas historias de amor.

Pasan al rededor de media hora cuando nuestro invitados deciden irse, al menos la familia Lambert.

Es luego que los chicos se van que Kate y Ruth deciden salir, no sin antes recibir todas las preguntas y advertencias de sus locos padres, con Ashley estamos de acuerdo que son completamente exagerados, las niñas ya estan cursando el último año de secundaria.

BENJAMÍN.

Estamos mirando como se alejan riendo, mientras estamos abrazados a nuestras respectivas parejas.

Observo como mi hija va riendo a un lado de Ruth, la melancolía me inunda y no puedo evitarlo. La amo, amo a las personas a mi alrededor, amo mi vida y amo poder estar vivo para apreciar estos momentos.

—Crecen tan rápido. —lloriquea la mujer entre mis brazos, finge limpiar una lágrima de sus preciosos ojos.

Vemos a la sensible Ashley secar verdaderas lagrimas.

ℳάs.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt