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Alina Lezcano aka; sunshine. ☀

— igual déjame decirte que es de admirar, son pocas las chicas que se animan a entrar a este mundo, y en tu caso entraste y a la primera, evidentemente algo estás haciendo bien. —decía dtoke.

era un sueño estar hablando con este hombre, llevaba años admirado su carrera y trayectoria, con mi hermano siempre veíamos sus batallas, estaba entre nuestro top.

—el dto tiene razón, y no te dejes llevar por lo que diga la gente, siempre van a tratar de hacer menos tu trabajo, si vos ganas esto es porque lo mereces y porque estás haciendo bien las cosas, para la gente nunca existirá un campeón justo. —dijo wos, o como él pidió que llamara, Valentín.

—sí, mirá al wos, le ganó aczino y la gente no paró de llamarlo falso campeón, con skone igual lo bardearon. Vos disfrutá, estás joven y tenés cientos de competiciones para perder y ganar —decía el mayor de nosotros— yo los dejo porque debo ir hacer unas cosas pendientes, un gusto haber charlado con vos Ali, espero podamos repetir una conversación.

—muchas gracias por los consejos, también espero poder hablar más adelante. —dtoke se despidió de ambos y se fue.

—¿cómo te sentís? ¿más tranquila? —preguntó el ojiazil.

—sí, ya más tranquila, gracias por la ayuda. Igual pasa que me molesté mucho, llevo un rato escuchando esos comentarios. —dije.

—tristemente la gente no entiende que no importa si sos hombre o mujer, esto va de lo que generas, que de igual forma, déjame decirte que es de adimirar que te hayas ganado el respeto de la plaza y de la gente de allá. —comentó.

—gracias. Me costó sudor y lágrimas pero lo conseguí y por suerte lo sigo manteniendo.—dije.

mi teléfono encendió dejando ver un mensaje entrante de Javier.

hielito.❄❤
los chavales ya se fueron para las entrevistas, yo estaré en mi habitación, lo que necesites me avisas, o puedes pasar por acá.❤

Alina L.
en unos minutos caigo.❤

—eso está muy bien, espero que llegues lejos, y si toca que nos enfrentemos será un honor. —dijo y yo sonreí.

—lo mismo digo, antes de irme ¿será que puedo grabar un saludo suyo para mí hermano? Es que se lo prometí. —dije un poco apenada.

él aceptó, y grabé un saludo para mi hermano. Me despedí del argentino y subí para ir a la habitación de Javier. Aún era temprano como para empezar a arreglarme para la entrevista.

toqué la puerta de la habitación, se abrió rápidamente y me adentré.

—¿te parece si vemos una peli o algo? —ofertó el madrileño.

—me parece, la verdad es que no quiero salir mucho hoy. —dije mientras me sentaba en la cama.

—igual si quieres puedes acomodarte, cabemos los dos.—dijo, me quité las tennis y me acomodé. Él se acostó a mi lado, su brazo quedó detrás de mí cabeza, así que me recosté ahí.

tenía que admitir que aquella cercanía con Javier no me molestaba, más bien me parecía cálida, y él parecía estar cómodo.

—te ves mucho más bonita de cerca, perdona que en mi caso no sea igual. —dijo riendo, sentí como el color rojo se adueñaba de mis mejillas.

—¿quién dice que no? —respondí— tiene unas pestañas muy bonitas.

—pues gracias, pero tú aparte de tener pestañas bonitas, tienes una cara muy bonita —decía mientras pasaba su pulgar con mi rostro, como si lo estuviese delineando— igual tienes unos labios muy llamativos —dijo, yo sonreí y él devolvió el gesto.

nuestras miradas estaban fijas en la del otro, simplemente me dedicaba a observar el color café claro que adueñan sus orbes. Sus ojos brillaban de una forma muy bonita, así como cuando uno ve que algo que le gusta mucho. Ese brillo tan bonito, que por un momento me gustaría pensar que yo provoqué eso.

parecía querer acercarse más, pero no lo hacía, tal vez estaba esperando a que yo diera alguna señal. Pasé mi mano atrás de su cabeza y empecé a mis dedos, haciéndole mimos en su cabello, con sumo cuidado. Él se levantó un poco y recargó su peso en uno de sus brazos, pero nuestras miradas seguían fijas.

mientras una de mis manos le hacía mimos en el cabello, llevé mi otra mano a su rostro y pasé la yema de mi dedo pulgar por su mejilla, él cerraba sus ojos ante este tacto. Se acercó quedando aún más cerca de mi rostro, y quedando casi encima de mí, rozó nuestras narices.

—¿me dejas darte un beso? —preguntó en voz baja, casi en un susurro.

—sería injusto que no lo hiciera. —respondí. Esbozó una pequeña sonrisa.

dejó un beso en mi mejilla, y luego buscó mis labios, para poder unirlos, en un delicado beso, pero fue solo eso, uno. Se alejó un poco y volvimos a vernos.

—¿por qué sólo uno? —inquirí.

—porque quiero no hacerme dependiente del sabor que tus besos me brindan. —respondió.

recuerdos de tu olvido ; bnet.Where stories live. Discover now