La Misión - Segundo Libro

El siguiente movimiento

Ya en la taberna, tanto Meliodas como Escanor se encontraban inconscientes, descansando en el piso inferior mientras los demás pensaban que hacer.

—Para ser sincera nuestra situación es grave— Dijo Merlín —Escanor esta gravemente herido "Rayo de sol" es un poder mágico demasiado potente, así que el daño que se ha acumulado durante los años lo golpeo de repente—

Todos se miraron unos a otros preocupados, Merlín continuo —Por si fuera poco el estado actual del capitán es aun mas peligroso, sus emociones fueron robadas por el rey demonio y esta regresando a quien solía ser— 

Repentinamente Meliodas despertó. Merlín actuó de inmediato —"Aguijón chocante"— Atacó y lo dejo inconsciente otra vez.

—¡Meliodas!— Gritó Elizabeth corriendo hacia su cuerpo —¡Detente Merlín!—

—Elizabeth fuera de mi camino, voy a encerrar a Meliodas dentro de un "Cubo Perfecto"—

—¡Eso no resolverá nada!— Grito Elizabeth desesperada.

—Sé racional Elizabeth— Interrumpió Mariann robándose la mirada de la diosa —¿Cuanto demoraron en dejarlo así? ¿Quien fue el que lo dejo así? Exacto, sería un conflicto innecesario tenerlo despierto— 

—Pero...— Trato de decir.

—Esta es una carrera contra el tiempo, mientras discutimos así, Meliodas cura sus heridas con su poder oscuro— Advirtió Merlín.

—Mariann, ¿tu podrías...?—

—Lo siento Elizabeth, no tengo intención de cuidar de el, mucho menos durante todo este tiempo— Declaró.

—Merlín... por favor...— Pidió mirando a la hechicera con suplica.

—No, tengo que aislarlo de inmediato— Dijo fríamente Merlín.

—Entonces encierrame con el— Dijo Elizabeth.

—¡Elizabeth!— Reprocharon todos ante sus palabras.

"Cuan irracional te has vuelto Elizabeth.... desde que te convertiste en diosa" pensó Mariann, sintiendo que desconocia a la persona que tenía en frente.

—Elizabeth, si entras ambos morirán— Dijo Hawk alarmado.

—No se preocupen por mi, estoy segura que con mi poder mágico actual, puedo frenar el avance de su oscuridad— 

—Esta bien...— Dijo Merlín aun insegura.

—Gracias Merlín— Dijo y rápidamente ambos quedaron encerrados.

—Sin embargo, tendré que estarlos vigilando— Dijo Merlín —Solo por si acaso ¿Estas bien con eso?— Elizabeth solo sonrió.

—Pero que Elizabeth y Merlín se retiren de la batalla... ¿Que se supone que haremos de ahora en adelante?— Preguntó Diane preocupada.

—Iremos a Camelot como lo planeamos. Nuestra misión es liberar Camelot del gobierno de Los Diez Mandamientos y recatar a los soldados capturados de Lyoness— Dijo Merlín —Ademas, ahora que Elizabeth recupero sus recuerdos solo nos quedan tres días ¡No hay tiempo que perder!—

—¿Y los enviaras así nada mas a la batalla?— Dijo Mariann mirando de reojo a Merlín.

—No tenemos otra opción, aunque yo no este contamos contigo par...—

—No lo entiendo...— Susurró Mariann, interrumpiendo a la maga sin darse cuenta de que esa frase la había dicho en voz alta. Todos voltearon a mirarla.

—Mariann ¿Que sucede?— 

—Como se los dije antes, yo veo por mi. Me he visto en esta situación en otras ocasiones, y al igual que en este caso, advertí que no ayudaría y así fue, sin embargo... Siento que no puedo...— Dijo Mariann sus pensamientos desordenados solo causaban que sus palabras sonaran confusas pues ella estaba confundida.

—Tiene razón... no debemos forzarla a nada si no lo deseas, si eso es lo que tienes que hacer...—

—¡No lo entienden!— Gritó Mariann con frustración. —No puedo evitar estar preocupada... Meliodas y Escanor realmente no me importan, pero si alguien los atacara a muerte ¿Realmente me quedaría sin hacer nada?... Esta situación es totalmente diferente a algo de lo que me haya enfrentado antes... Ustedes... son amigos—

—Eso significa que... ¿Nos ayudaras?— Preguntó Merlín.

—Yo... quiero ayudar a que todo esto acabe...— Declaro Mariann algo avergonzada "Aunque no se como..."

—¡Eso es!— Gritaron todos con emoción.

—Sin embargo...— Dijo Mariann desconcertando a todos nuevamente —No me lo tomen a mal pero ¿Están seguros de ese plan?—

—¿Que intentas decir?...— Preguntó Merlín mirandola con seriedad.

—Que no tiene sentido— Dijo fríamente Mariann en contestación a la mirada de la hechicera —¿Liberar Camelot? ¿Y a los soldados de Lyoness? Tenemos tres días, creo que deberíamos cambiar el plan acorde a la situación actual. Deberíamos priorizar liberar a Elizabeth de su maldición en vez de resolver todo en un solo día como lo tenían planeado—

—Bueno si lo dices así si suena razonable...— Trato de decir Diane.

— ¡No cambiaremos de plan!— Interrumpió Merlín alzando la voz.

—Como quieras, sin embargo, los estas guiando a la muerte, si continua así lamento decir que tendré que encontrar mi manera de ayudar, lo que implica que no me incluyas en tus planes...— Dijo Mariann.

A pesar de su tono de voz Mariann estaba preocupada pues quería ayudarlos, pero no estaba segura de sus modos. Era obvia la falta de capitanía allí y con un tan pésimo plan como el suyo dudaba que aun con su ayuda llegaran a algo antes de que Elizabeth muriera.

Por ahora su mente tenía que centrarse en pensar bien sus movimientos para lograr salvarla y a la vez solucionar el problema con los demonios a tiempo. El solo pensar en eso mas se cuestionaba por que había accedido a ayudar.

—Aunque es duro de tu parte prometimos no forzarte a nada, comprendemos que tienes tus razones...— Dijo Merlín casi entre dientes —Entonces... llegaremos a Camelot en dos días, con suerte eso será suficiente para que Escanor se recupere y me dará tiempo para pensar como volver a Meliodas a su anterior yo. Existe una gran posibilidad de que Zeldris y sus demonios nos ataquen... Así que espero que se esfuercen— Dijo Merlín mirando a los demás, quienes tras esas pequeña discusión se hallaban inseguros, la idea de pelear contra enemigos del nivel de fuerza de Zeldris era posible y aterrador.

De repente la espada de Mariann se comenzó a iluminar, llamando la atención de todos allí —¿Que significa eso?— preguntó King.

—Alguien está usando una de mis esferas para llamarme— Dijo Mariann, mirando su espada concentrando toda su atención en pensar que hacer.

—¿Sabes quien podría ser?— Preguntó Helbram.

—oh, se exactamente quien es— Dijo Mariann e inmediatamente abrió un portal hacia su dirección.

—Espera ¿No nos dirás quien es?— Preguntó Diane.

—Claro que no— Dijo Mariann sonriendoles y se lanzó al portal.

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—Al parecer esta cosa que me diste si funciona, llegaste bastante rápido—

—Por supuesto, Zeldris...—