Beomgyu hizo su mejor esfuerzo para ahogar el grito que planeaba salir de sus labios al momento de llegar al punto más alto de su clímax.

Se incorporó de golpe, sus ojitos cristalinos abiertos como platos mientras con ambas manos empujaba al mayor contra su miembro, dejando que la punta llegara lo más profundo posible.

No pudo evitar empuñar descuidadamente el cabello del rubio mientras llenaba la boca de éste con las tiras de su esencia, sintiendo como tragaba todo lo que era capaz al instante.

Cuando Beomgyu dejó de eyacular y solamente quedaban los notorios espasmos de su abdomen y los temblores en sus piernas, finalmente relajó sus dedos, dejando que el mayor por fin se alejara de su falo.

El rubio tosió un poco al momento de separarse, mientras el otro chico se recostaba agotado en el sofá. Simplemente se acercó de nuevo a limpiar los restos que quedaban en el pene del contrario.

Cuando el menor vio a Yeonjun sonreír supo claramente que no habían terminado.

El mayor se incorporó del suelo, atacando ahora el cuello del castaño, con mordidas desordenadas y besos húmedos en aquella sensible zona mientras le acostaba a lo largo del sofá, dejando el espacio suficiente para que ambos estuvieran en él, colocándose ágilmente entre sus piernas.

─No, no, n-no─ trató de hablar firmemente pero tener a su novio casi comiendole el cuello no ayudaba mucho ─No p-podemos hacer nada más.

─Hmm ¿por qué?─ por fin se alejó de la piel del contrario, observando la hermosas marcas algo rojizas que había dejado, aunque sabía que eran tenues y que prontamente desaparecerían, quizás debía morder con más fuerza pero no en ese momento, no podía permitirse un grito de Beomgyu aunque deseara escuchar uno desde que entró a la habitación ─Es tu turno de aliviarme, ángel.

─P-pero... sí ensuciamos algo, dios, vamos a estar muertos Yeonjun─ intentó hablar seriamente pero tener que lidiar con la expresión de cachorrito abandonado que el rubio tenía en el rostro le hacía el trabajo imposible ─Al menos vayamos a los dormitorios, ¿sí?

─Vamos, no seas paranoico─ el mayor comenzó a quitarse el buzo que portaba, seguidamente de la polera ─Tienes que confiar en mí, ¿puedes?─ entrelazó sus dedos con los del contrario por unos segundos, inclinándose lo suficiente para que su nariz chocara suavemente con la mejilla del castaño, depositando un besito en ésta ─Será divertido...

Beomgyu terminó aceptando y es que a él también le parecía interesante el hecho de poder ser atrapados, la idea de alguien entrando a la habitación y encontrandolos en pleno acto era tan... lasciva para su mente, aunque claro que jamás lo diría en voz alta.

A Yeonjun se le ocurrió la fantástica idea de colocar su camiseta debajo del cuerpo del menor, atendiendo a su preocupación con ensuciar algo. De todos modos no era una prenda que le agradara, realmente solo la usaba para practicar así que no le dolería tirarla.

Luego de ponerla de la forma adecuada para cubrir lo más que pudo del sofá, lanzó su buzo lejos de ahí, éste si era costoso así que no se daría el lujo de ensuciarlo.

Y fue cuando lanzó aquella prenda que su mirada chocó con la cámara aún en el tripié y la idea que pasó por su mente sólo hizo ponerse más duro.

─Grabemos esto─ soltó sin vergüenza alguna, mirando al chico recostado debajo de él.

La cara del menor era todo un poema, ¿acaso hoy era el día de "lleva a Beomgyu a su límite pidiéndole un montón de cosas que jamás haría"?

─No todos los días lo hacemos en la empresa, bebé─ dijo después de ver un poco de duda en el rostro del castaño.

─Esa cámara es del staff, n-no la podemos usar, solo... s-solo graba con tu teléfono─ cubrió su rostro, sintiendolo arder por completo, sabía que, indirectamente, había aceptado que el rubio grabara.

go away, yeonjun! ↯ yeongyuWhere stories live. Discover now