─Junnie, no debemos...─ gimoteo ante las mordidas, el menor sabía que terminaría cediendo pero hacerse el difícil también era divertido.
─¿Incluso si estás tan duro aquí abajo?─ preguntó haciendo chocar su aliento contra la lechosa piel del contrario, apretando levemente su miembro erecto.
─¿Y si nos escuchan?─ mordió su labio, mitad por nerviosismo, mitad por placer.
─Eso depende de ti, cielo.
Yeonjun no permitió que el castaño respondiera, estaba cansado de tener que alegar por todo, nadie los vería, joder, no había razón para ser tan dramático. Uso sus labios para callar a Beomgyu con un beso, moviendolos ágilmente sobre los belfos contrarios, mordiendo el inferior en busca de probar su cavidad bucal también.
Sus lenguas se encontraron, y dios, la manera en la que Beomgyu se podía probar a sí mismo en la boca del rubio, por la previa felación, era simplemente excitante.
Sin querer hacerlo, ambos se separaron obligados por la falta de aire, dejando que un delgado hilo de saliva cayera por la comisura de sus labios.
Yeonjun sonrió tan resplandecientemente como sólo él podía, depositando dos cortos besos más antes de regresar a su entrepierna, dando un ligero apretón a su muslo.
De nuevo, el mayor se encargó de rodear la base del pene del castaño con sus dedos, permitiendo que sus esponjosos labios chocarán contra la rosada y necesitada punta, recibiendo un ronco gemido como respuesta.
Los delgados dedos de Beomgyu no tardaron en enredarse entre el cabello del contrario, echó su cabeza ligeramente hacia atrás, destensando todos sus músculos al instante.
─Oh, Junnie... ha-hazlo así, mgh... eso es...─ daba suaves caricias sobre su cuero cabelludo, sintiendo su lengua enrroscarse alrededor de su longitud.
El rubio subía y bajaba, ahuecando sus mejillas, disfrutando del sabor del menor invadiendo sus papilas gustativas, tratando de tomar todo lo que pudiese.
Se alejó sólo unos segundos, levantando la vista para encontrarse con la imagen más erótica que había visto en toda su vida: Beomgyu mordía de tanto en tanto su labio, su pecho inflandose erráticamente mientras su desordenado cabello se comenzaba a pegar a su frente.
Y si todos pudieran ver la forma en la que la mueca en su rostro se transformó tan pronto su lengua se paseó por la pequeña hendidura de su glande saboreando perfectamente el líquido preseminal. Ese salado pero al mismo tiempo dulce sabor que solo poseía el castaño y que amaba con toda su alma.
Se encargó de repasar cada centímetro de la extensión del contrario con su lengua, todo, absolutamente todo era suyo.
A pesar de que no habían hecho mucho, el menor ya se sentía en el mismísimo paraíso, pues la calidez con la que era rodeado y la manera en la que su novio tocaba cada uno de sus puntos débiles lo ponía al borde del orgasmo sin necesitar demasiado.
Gruñó tan pronto el rubio bajó completamente otra vez, esta ocasión dedicándose únicamente a moverse con rapidez, sin importar que las arcadas aparecieran algunas veces o que la saliva se escapara de su boca.
─¡D-detente, d-detente!─ gimió con aquella voz rota que sólo ponía más al mayor, la presión se acumuló peligrosamente en su parte baja, a punto de estallar.
Por supuesto que Yeonjun no hizo caso, al contrario, aumentó la fuerza con la que metía el pene del contrario en su boca, estrechando la cintura de éste, recorriendo con sus dedos su piel hasta sus, medianamente descubiertos, muslos.
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go away, yeonjun! ↯ yeongyu
Fanfiction─go away, yeonjun! ↷ yeongyu ↷ smut & fluff ↷ no copias o adaptaciones © wishlist, 260820
ú n i c o
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