Capítulo 36

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Si no follamos apenas nos vemos la tensión sexual se acumula, crece, y se hace palpable en el aire. Y si quiero saber si todo esto que siento es real, si quiero saber si vale la pena arriesgar mi corazón por él una vez más, y si quiero estar con el más allá de nuestra evidente química física, debo darme lugar a averiguarlo. Y a eso vine.

Abre la puerta. Lleva una camiseta azul y unos jeans holgados, y de su cintura cuelga un delantal de cocina. Lo miro y me río.

-De verdad estás cocinando.

-¿Dudaste de que lo haría? -contesta levantando una ceja antes de hacerse a un lado de la puerta para dejarme pasar.

Entro en su casa, y él me sigue detrás. Es un espacioso loft en dos niveles, con un gran ventanal al frente que ocupa toda la pared principal, y que deja ver las luces de la noche en la ciudad. Al centro se abre un living en colores grises y blancos, que contrasta con el cálido piso de madera.  Toda una pared de ladrillos está cubierta casi por completo de libros, y me acerco para verlos, acariciando los lomos con mis dedos. Hay una mesa con seis sillas de cuero color café, puesta para nosotros dos, y a su lado una espaciosa cocina, de donde me llega el aroma a salsa de tomate.

Dejo mi cartera en el sillón y me acerco hasta él, que está en la cocina. Me siento en uno de los taburetes contra la encimera y lo miro mientras estira una masa en una fuente metálica.

-No imaginé que tendrías un lugar así.

-¿Así? -me mira curioso.

-Tan...

-¿Limpio? -se ríe.

-No. Espacioso y moderno -y masculino, pienso para mí, pero evito decirlo. Hasta su casa me cautiva.

-Pensaste que vivía en una cueva.

-No.

-Me fue bastante bien vendiendo mi parte de la empresa a mi hermano -él mira sus manos mientras estira la masa, y yo hago lo mismo. Son manos grandes y hermosas- En cuanto termine aquí te daré una recorrida. No es tan grande, pero nos permite estar cómodos.

-Sally está entrando en la pre adolescencia. Necesitará estar cómoda.

-Lo sé. Ya estoy sintiendo las mieles de esa edad -dice resoplando.

-¿Discuten mucho?

-No es fácil convivir con una niña de esa edad. Tuvimos que adaptarnos a vivir juntos y a vivir en otro país. En otro continente.

-Su vida cambió por completo.

-La de ambos -levanta sus ojos claros y me mira por un momento.

Se gira y abre la heladera, sacando dos botellines de cerveza. Nuestros dedos se acarician imperceptiblemente cuando me alcanza una de ellas, y siento ese toque como si fuera todo lo que necesito en ese momento.

-Tampoco imaginé que te gustara Bowie -de fondo suena "Life on Mars".

Bebemos al mismo tiempo. Lo miro a los ojos, y él hace lo mismo. Baja su botellín y me sonríe.

-Es lindo tenerte aquí.

Me encojo de hombros, y sé que estoy ruborizada como una niña avergonzada. Él estira su brazo y coloca un mechón detrás de mi oreja, y yo inclino mi cabeza hacia su toque, casi inconscientemente, cerrando los ojos. 

-¿Quieres bailar?

Abro los ojos. "Space odity" comienza a sonar suavemente de fondo. No espera mi respuesta; viene hasta mi lado y me ofrece su mano.Cuando estoy parada frente a él rodea mi cintura con los brazos y yo llevo mis manos a sus hombros.

..."Now it's time to leave the capsule if you dare.
"This is Major Tom to Ground Control.
I'm stepping through the door
and I'm floating in a most peculiar way
And the stars look very different today"...

Cierro los ojos y escucho la letra: así, exactamente así, es como me siento. Dejando mi cápsula espacial, dando mis primeros pasos a través de la puerta que decidí abrir para salir a un espacio infinito, flotando de una manera en la que nunca lo hice antes, y viendo como todo se ve diferente esta noche. Porque es momento de dar el paso. De salir al exterior, de aventurarme, de dejarlo entrar nuevamente en mi mundo, y de permitirme entrar en el de él. 

Apoyo mi cara en su pecho, y lo siento respirar suavemente. Aprieta sus manos en mi cintura y apoya su mentón en lo alto de mi cabeza. Deja un suave beso en mi cabello, y cierro los ojos. Este es mi lugar. Esto es lo que quiero. Lo sé. Lo supe siempre.

..."Though I'm past one hundred thousand miles
I'm feeling very still
and I think my spaceship knows which way to go"...

-Ciertamente hemos atravesado miles de millas para llegar a este momento, ¿no lo crees? -le digo.

-Lo creo.

Levanto mi cabeza, y lo miro a los ojos.

-Aún así, justo como la de David Bowie en esta canción, mi nave sabe en qué dirección ir.

-¿Y cuál es esa dirección? -me mira seriamente, y acaricia mi labio inferior. Dejo un beso suave en la yema de su dedo.

-Donde estés tú. Quiero estar contigo, Tom -apoya las palmas de sus manos en mis mejillas, me mira con los ojos más brillantes que nunca y me acaricia el labio suavemente con la yema de su dedo pulgar- Siempre lo quise. Desde el primer momento en que te vi. Odié que pusieras mi mundo de cabeza, realmente lo odié. Odié que me obligaras a salir de mi eje, a replantearme las cosas. Y cuando pensé que todo había pasado, lo volviste a hacer. ¿Pero sabes qué? También amo que saques lo mejor de mí. Amo que me empujes a cambiar, a mejorar, a darme cuenta de que no todo es una línea recta. Y amo que me esperes. Que entiendas mis tiempos, y que lo respetes.

-Tú hiciste lo mismo por mí. Me hiciste despertar a la vida, Mery. Nunca me alcanzará el tiempo para agradecértelo.

-Te amo, Tom -me estremezco al decirlo, y él planta un beso suave en mis labios. Mi boca le responde, abriéndose suavemente, buscando su lengua. Me aprieta contra su cuerpo, y lo abrazo con todas mis fuerzas.

-Te amo también, Mery -me besa suavemente, y gruñe por lo bajo antes de volver a hablar- ¿Crees que podremos seguir peleando, también?

-¿Por qué lo dices?

-Porque amo hacerte enojar.

-No te preocupes. Hacerme enojar es una de las cosas que mejor haces en la vida.

-¿Y cuál sería la otra cosa que hago bien? -me dice sonriendo maliciosamente, y hunde sus labios en mi cuello mientras me pierdo en su aroma una vez más.

...

Junto a míWhere stories live. Discover now