One-shot Nº2: II

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-Acompáñame, Elián.

Lo hizo, tomó de su mano, y lo guió llevándolo de espaldas al centro del lago, el príncipe reaccionó como si caminara aunque lo hiciera mal.

-¿Estás listo? -Jack se quiso asegurar, dejando el báculo entre su brazo.

-Pero... no tengo patines, ni estoy seguro de cómo se hace esto.

-Solo quiero que sea entretenido por unos momentos, tranquilo.

Frost levantó la otra mano de Elián, y sonrió levemente, este dio pasos hacia atrás manteniendo la mirada fija en los ojos del menor, se veía inseguro tratando de imitar lo que hacía de una manera tierna, que hasta le provocaba apachurrarlo como un peluche. Aquel momento tomó la forma en su recuerdo de cómo se divertía con su hermana con bromas y travesuras, yendo de aquí para allá. La amaba demasiado, la había visto crecer al dar sus primeros pasos, fue testigo cuando dijo su primera palabra: Jack.
O siquiera verla sonreír en el momento que contaba sus historias antes de dormir. Y un día de invierno, la ayudó cuando tenía miedo en romper el hielo, antes de ser él quien haya terminado cayendo en ese lago, sin saber que esa fue la última vez en que la vería y escucharía decir su nombre. La última vez en estar juntos. Y la primera vez en separarse para toda la eternidad. Ahora será él quien llevará esa memoria, sintió una presión en el pecho, y los ojos le temblaron.

-Jack... ¿Acaso estás...?

El nombrado parpadeó, por un segundo algo brilló en su rostro, se trataba de una lágrima y desvío la mirada.

"Hasta los más felices lloran"
Pensó el muchacho. Aunque no estaba seguro de por qué, Elián supo que su expectativa no sería la misma. No ahora, que había visto el otro lado de Jack.

-No llores por favor -estiró el brazo limpiando sus mejillas con el pulgar.

-Est-estoy bien, no pasa nada.

-¿Seguro? -preguntó lleno de angustia.

-Si si -inhaló.

Jack Frost recuperó la compostura, mirando de nuevo a Elián. Se hizo la promesa de que iba a cuidar muy bien de él, a pesar de lo que suceda. Lo hizo girar en pequeños circulitos antes de que el muchacho sintió que sus manos se iban separando con las de él hasta el último dedo.

-¡No me sueltes! -replicó nervioso.

-¡Es fácil, solo impúlsate con los brazos! -dijo mientras se iba deslizando por otro lado.

Se supone que la técnica era simple, la verdad solía patinar seguido sobre el hielo, pero desde el incidente dejó la práctica. Colocó sus pies en posición y recordó que no traía patines. Infló los cachetes. Lo había hecho apropósito con tal de tomarle el pelo, dejándolo allí tambaleándose como loco, y al menos la capa de hielo que hizo era gruesa. Pero eso le era de menor importancia, ya que estaba por quedarle la cara estrellada.
Entonces sintió que fue tomado por debajo de los brazos, acto que lo hizo sobresaltar, después fue alzado hacia su pecho, para juntar su frente mutuamente, percibiendo el calor irreversible de su regazo mientras Jack avanzaba. Se sostuvo de su sudadera azul.

-¡Oye, por poco me asustas! -dijo sonriente.

Luego descendió, y sus pequeñas manos fueron sujetadas de nuevo frente a frente, y empezaron a girar juntos en círculos, estando complacidos. Para el rubio, Jack tenía esa sonrisa reluciente que marcaba un recuerdo más, con los ojos a casi cerrados y sus cabellos en movimiento que decoraban su albino y único rostro, mejor aun cuando realizó un gesto al separar sus labios de manera gentil, además de noble.

Sus encantos eran como veneno oculto, que hacía efecto en su ser.

Aunque se iba a vengar por la broma de dejarlo a su suerte.

La Misma Luna (Jack Frost x Elsa Male)❄ 𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬✨Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu