— Suerte, Juli. — Sonreí. — Todo va a salir bien, estate segura.
Valentin vió a Juliana y levantó su mano para que esta lo encontrara. — ¡Ahí está! — Corrió hacia él. — ¡Chau Eve!
— ¡Chau! — Le grité, aunque ya no me podía escuchar porque se encontraba hablando con el amor de su vida.
Giré para adentrarme a caminar hacia la parada de colectivo. El horario de mi mamá era algo atareado ese día, entonces logré convencerla para volverme sola y no complicarle las cosas. Además, no era ninguna molestia para mi; el colectivo no tardaba tanto en llegar, y casi siempre iba vacío como para poder viajar sentada hasta mi casa.
— ¡Eve! — Escuché gritar una voz aguda detrás de mi.
Giré bruscamente y me encontré con la wawa corriendo hacia mi, llevando una sonrisa agradable en el rostro.
— ¿Qué pasó? — Pregunté intrigada con el ceño fruncido.
— ¿Tenés que hacer algo ahora? — Me preguntó mientras recuperaba el aliento frente a mi.
— ¿Irme a casa..? — Respondí dudosa.
— ¿Querés ir a tomar mate a la plaza conmigo? — Me ofreció con una gran sonrisa y una mirada confiada. — Los pibes me dejaron plantada, y vos serías una linda compañía.
Pensé algunos segundos antes de responderle. No tenía tanta confianza con Guadalupe, pero también sabía que era extraño pasar por un ambiente incómodo estando con ella. Me pareció una buena oportunidad para entablar una mejor relación entre las dos, y no permanecer aburrida en mi casa con un humor desagradable.
— ¡Dale, vamos!
[...]
Una suave brisa primaveral golpeaba nuestros rostros mientras caminábamos, buscando un lugar en donde sentarnos.
Wawa frenó bajo un árbol, y sacó de su mochila una pequeña manta en donde podíamos sentarnos.
— ¿Hace cuánto sos amiga de los chicos? — Pregunté acomodandome frente a ella, y apoyando mi mochila en el pasto.
Sinceramente, yo sabía que ellos se conocían de muy chiquitos. Desde que llegué a la escuela, en el primer año de secundaria, los veía juntos, pero nunca supe bien como era su historia ya que no habíamos cruzado palabra más que para pedirnos tarea.
La pelinegra se sentó y comenzó a preparar el mate, el cual traía dentro de un bolso aparte.
— Desde siempre, creo. — Contestó, llenando el mate de yerba. — Éramos muy chicos, y cuando empezamos a hablar, nunca más nos separamos.
Sonreí con ternura al pensarlo. — Se nota que se quieren y se cuidan mucho.
Wawa sonrió de una forma melancólica, y miró un punto fijo como si estuviera pensando. — Son mi cable a tierra ellos, me hacen sentir feliz y segura, de cualquier manera.
— Me alegra saberlo. — Guada me miró con aprecio, y sirvió el agua del termo sobre el mate.
— El primero lo tomo yo, para ahorrarte el asco. — Me dijo y tomó del mate, para luego hacer una mueca de asco causando risas entre las dos. — Primera y última vez.
— Gracias, wawa. — Reí y serví agua nuevamente.
— ¿Te puedo hacer una pregunta? — Preguntó con timidez y yo asentí. — ¿A Juliana le gusta Valentín, no?
Yo quedé helada ante ella, no me esperaba que esa fuera su pregunta. No supe bien como reaccionar, ya que era un secreto de mi mejor amiga pero al mismo tiempo wawa lo sabía.
YOU ARE READING
• c u p i d o ; wos •
Fanfiction"¿Que tan difícil podía ser convertirme en la cupido de mi mejor amiga?" By wossxoliva Créditos a @terrazadelvacio por la hermosa portada
• - S I E T E - •
Start from the beginning
