Capítulo 12.

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-¿Qué diablos te pasa? ¿Qué no escuchaste a Miss? Dijo que el mundo se acaba en diez días.

-Sí, la escuché, es obvio que se enteró por ti, porque es algo que siempre tú dices.

-Es verdad... -aparece la nombrada.

-Y hasta ahora, tuve razón -Cinco trata de detener a Luther.

-¿Quieren salvar al mundo? Adelanté, ¿sí? Tengan su final feliz. Yo ya tengo trabajo.

-¿Te usan de guardaespaldas? Porque de bailarín no creo -Uno asiente.

-¿Es un zoológico o algo así? -ambos jóvenes se ríen.

-Burlense todo lo que quieran, pero cuido bien al señor Ruby.

-¿Dijiste Ruby? -le pregunta irónica Miss-. ¿Te metes con el mafioso qué mató a Oswald?.

-Sí, ese mismo.

-Ocurrió lo inevitable. El ADN de gorila controla tu mente -dice Cinco arrogante.

-¿No era de chimpancé?.

-Cuidado, Jack es un amigo.

-Los mafiosos no tienen amigos, Luther. Solo socios -le dice Miss a modo de advertencia.

-Tú eres Número Uno. ¿Recuerdas?.

-No hay Número Uno. Ya no. No en 1963. Hace un año que estoy aquí solo, ¿qué esperabas?.

-No eres el único -Miss se cruza de brazos aburrida.

-Yo te entiendo, ¿si? Viste morir a Pogo, explotó el mundo y tú trasero viajo en el tiempo. Lo siento ¿sí?

-Decir "¿si?" al final de cada oración no ayuda.

-Como te decía, Luther -Cinco ignora el comentario de la chica-
Te estoy pidiendo ayuda. La Academia Umbrella te necesita.

-No me necesita. Nunca me necesitó -se apura a decir Uno, con un leve tono de tristeza.

-¿Por qué no lo aprendiste cuándo debiste?

La misma bailarina con la que hablaron llama a Luther para que haga su trabajo. Mientras Cinco trata de hacerlo razonar, Miss se queda sentada en la barra.

-Hombre. Son tercos -le dice la mujer que sirve los tragos.

-No tienes idea -en ese momento, Cinco vuelve a donde esta ella-. No quiso, ¿verdad?.

-Papá debió dejarlo en la Luna -toma un sorbo del trago que estaba en la barra-. Vámonos.

Mientras los dos se levantan, Cinco pierde algo del bolsillo, Miss lo levanta y se lo muestra. Es un caset, que tenía escrito una fecha y un nombre. Lo vuelven a guardar para irse.

-¿Adónde vamos ahora? -pregunta la chica.

-Con mi nuevo amigo, tal vez nos ayude con la cinta.

-Que extraño tu haciendo amigos.

-Tiene buen café.

Cuando ambos llegan a la televisora, era ya de día, tuvieron que esperar unas horas hasta que el hombre se levante.

-Elliott, ¿tú revelaste estas fotos? -le pregunta Cinco mientras mira una con una siluta similar a la de su amiga.

-Claro. No puedo enviarlas a una tienda del vecindario. El Gobierno tiene ojos por doquier -le responde Elliott.

-De cierta forma, tiene razón -dice Miss a espaldas del hombre, que al darse la vuelta de inmediato al reconoce.

-Tú eres la incisa número cuatro. Vomitaste sobre la basura.

M. Simpatía || Number 5Where stories live. Discover now