Capítulo Veintitrés: Un pasado imposible de borrar ✓

Start from the beginning
                                    

—Como digas. — miento. Diego no puede saber todo lo que pasa por mi mente. — ¿Sabes? No creo que pueda ser feliz con Martín mientras él este por ahí,  no ha salido de mis pensamientos en días. Creo que ya es hora que resuelva mis problemas. 

—No te pongas en peligro Tamara. — lo escucho decir a mis espaldas. — No quiero imaginar perderte, eres tonta, malcriada pero eres mi hermana y tanto Miguel como tú son lo que más quiero en mi vida.

—Está bien. Voy a casa a cambiarme—  me levanto de la silla junto a la cama— si Martín viene por favor dile que me espere que ya regreso. La hora pico de esta ciudad es terrible.

—No te preocupes. — me contesta. mientras salgo de la habitación con café en mano con mucho coraje y decidida acabar esto.

Martín no llega en mi corazón ni la mitad. La familia lo es todo. 

[***]


El taxi me deja donde  muchos años atrás nos reuníamos todos los adolescentes hormonales (como los llamaba) donde buscábamos peligro, drogas y vivir la vida sin límites.

Esta calle sigue teniendo el peor olor que pueda existir. El olor a excremento, un lugar donde duermen las personas perdidas en las drogas o los vagabundos de las calles.

Un lugar donde dormíamos los dos, antes que decidiéramos por voluntad propia salir de esa vida cuando quede embarazada.

Un grupo de hombres están parados en la puerta de la entrada al viejo edificio de esta calle mugrienta. No hace falta que me presente, saben quién soy desde que me bajo del vehículo.

—¿Qué se te ofrece Denver? — habla el más musculoso de todos, no recuerdo su nombre. llevo años que no lo veo pero era mano derecha de Matt — ¿Qué milagro es este que los muertos se levantan?

—Quiero ver a tu jefe.— le contesto, seria y sin demostrar todo el miedo que me corre por el cuerpo. —Dile que Emilia Denver lo busca.

El tipo musculoso le hace una seña al otro que entra a llamar a Matt. Después de unos minutos sale y me hacen una seña para que ingrese.

—Eh eh..—me detiene poniendo una mano en el paso— Primero tienes que dejarte revisar. No queremos que ingreses ninguna arma blanca.

—¡Jodete!¿Que eres loco? —refuto— No me vas a tocar ¡ Te puedo partir la cara!

—¡Cójanla! — da la orden a los demás—Tenemos que revisarla. Reglas son reglas.

Forcejeo con los dos hombres que me sujetan de los brazos mientras el tipo musculoso que no recuerdo su nombre trata de tocarme. Ganándose aruñones y mordidas de mi parte.

—¡Basta ya, Gorila! Déjala de una vez — un hombre algo mayor aparece en el lugar

—Reglas son reglas. — Contesta el imbécil.— Tenemos que revisarla.

—Ella es especial, deja que pase. — hace una seña para que ingrese al edificio.— Te están esperando.— el tipo musculoso aprieta los puños a sus lados pero no contesta nada solo da otra orden para que me suelten. 

Entro al edificio y el mismo señor me hace una seña para que suba las escaleras, no se equivocaron al decir que me tenían que revisar, el cuchillo que llevo en la cadera demuestra que aún conservo mis habilidades.

Nunca vendría a este lugar sin protección.

Gemidos femeninos se escuchan a través de la puerta en la que me hace detener.

—mmm, Parece que el jefe esta ocupado.

—Le preguntaron si podía entrar, él sabia que estaba subiendo. ¿puedes decirle que se detenga? No tengo tiempo.

—No creo que pueda. — hace una señal de negación.— en cosas así a nadie le gusta que lo interrumpan.

—¡Hazte a un lado! — bramo. — Voy a tumbar esa puerta.

—No creo que puedas. — sonríe.

—Será mejor que te muevas. Yo no vine a este lugar a perder mi tiempo. 

Cojo impulso y sin pensarlo dos veces tumbo la puerta. La imagen que me recibe del otro lado hace que mi bilis se suba a la garganta.

—¡A la reina se le antojo aparecerse! — se levanta de su silla y aparta a las dos mujeres, que lo están besando cual Dios del Olimpo se tratará, Gracias a Dios solo él  está vestido. Un hombre también se levanta desde el otro extremo y por el parecido debe tratarse de su hermano menor, Black. — Se ve que no pierdes las viejas costumbres... retírense todos. Tengo asuntos que tratar con la reina.—Las mujeres  proceden a cubrirse y todos abandonan el lugar — Matt me hace una señal para que me siente en uno de los muebles. — No va a pasar nada. Siéntate.

—No.— Le respondo.—No vine a sentarme y tomar el té como buenos amigos.  Solo quiero saber ¿Cuál era el puto mensaje que querías mandar al hacerle daño a mi madre?

Su mirada se oscurece , le gusta sentir el poder que esta ejerciendo sobre mi. 

—El mensaje que siempre he querido mandar.

—¿Cuál?

—Tú lo sabes.

—No.

—¡Mierda Tamara! No busques que esas putas palabras salgan de mi boca porque créeme— me señala con el dedo indice.—  No quisieras escucharlas y peor aún no me siento bien diciéndolas.

—Habla de una buena vez, no estoy para tus juegos.

—¡¡Esa puta vieja fue la causante de que pierdas a nuestro hijo!! ¿Qué crees que no lo se?

—Estas equivocado ella no hizo nada. 

—¡¡Deja de defenderla, maldita sea!! — grita otra vez— Ella y sus ideales de querer salir de pobre te vendió sueños donde podías coger y hacer borrón, cuenta nueva y comenzar desde cero sin importar si me lastimabas. En el fondo sé que la perdida de nuestro hijo no fue una simple perdida y te odio tanto por eso. 

No puedo detener las lagrimas que pasan por mis ojos. 

—¡Deja de llorar Tamara! No sigas llorando. 

—Tú crees que eres el único herido ¿Verdad? A mí también me dolió, Yo también perdí a un ser amado.— ya no puedo controlar las lágrimas. —¡perdóname si te hice daño! Pero no te metas con mi madre, ni con mi familia, por favor— le ruego

Matt me observa por unos segundos y  comienza a llorar también, mientras corremos abrazarnos.

A consolarnos por todos los años perdidos y por el dolor que nos hemos causado. 

—¡Perdóname Tamara! — susurra cerca de mi oído. — No me abandones, estoy herido, pero no me abandones esta vez. —Siento sus lagrimas calientes como caen por lo cerca que me tiene.—Te odio tanto que me duele pero sabes que nunca, pero nunca podré seguir sin ti. 

No le contesto.. 

No puedo

En esta historia  se quemó la pagina que sigue. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Infidelidad © (Amores egoístas #1)Where stories live. Discover now