Capítulo 17

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17° Libro: El Conde de Montecristo.



"No hay felicidad o infelicidad en este mundo; sólo hay comparación de un estado con otro. Solo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad."




- Te lo digo de este modo Soobin -dijo Jungkook aún con la boca llena-. Deberías dejar que al menos lea un párrafo, ¿no crees?

Choi Soobin y Jeon Jungkook se encontraban en un pequeño restaurante local, Jungkook estaba comiendo bibimbap, mientras que Soobin estaba comiendo kimchi.

- No quiero que lo hagas -suspiro-. esto se lo prometí a Yeonjun, tengo que hacerlo yo, nadie más.

- Suenas a un novio posesivo -Soobin dejó caer los palillos al escuchar eso.

Jungkook le dio un sorbo a su bebida y después miró a Choi Soobin.

- ¿Qué? ¿Por qué pones esa expresión? Ustedes salían ¿no?

- Para nada.

Jeon Jungkook dejo de masticar para mirar a Soobin, sus ojos se habían abierto de la sorpresa, pues no esperaba tal respuesta del pelimorado.

- ¡Me estás jodiendo!- exclamó Jungkook con la boca llena.

- Primero trágate eso, siento que te vas a ahogar si sigues hablando y comiendo de esa manera.

Jungkook pasó el bocado y de nuevo agarró su vaso que contenía refresco y le dio un largo trago, cuando termino su mirada se dirigió de nueva cuenta a Choi Soobin.

- ¿No saliste con él? -Soobin dio un gesto de negación en respuesta-. Debe ser una broma, amigo, se veía a leguas que Choi Yeonjun y tú eran más que amigos.

- No porque pasemos el tiempo juntos significa que salíamos, él y yo no tenemos nada.

- Sinceramente estoy sorprendido -dijo Jungkook.

A Soobin no le parecía sorprendente, pues Yeonjun no se veía tan interesado en él, era cierto que a veces le daba detalles muy lindos, además recordó las notas de los anteriores libros, aún se le ponía la piel de gallina al recordar el tierno apodo que le había escrito, le causaba una hermosa sensación de alegría recordar aquello.

- No debería sorprenderte -Soobin seguía comiendo.

- ¿Por qué no? Sí Yeonjun se te declaró.

Choi Soobin levanto la vista hacia Jungkook, tenía la mirada confundida, por lo que Jungkook supo en ese momento que había hablado demás.

- No te lo dijo, ¿verdad?

- No -Soobin negó con la cabeza, Jungkook dio un suspiro y se acomodo en su silla.

- Yeonjun me había dicho que se te iba a declarar el día del accidente.

Soobin dejo de comer al escuchar aquello.

- Inclusive había preparado el discurso más cursi del mundo, y luego...

- Eso ocurrió -completó Soobin con voz apagada-. Ahora sé porque me había citado en aquel lugar.

- Supe que habían cambiado de lugar.

- Sí, el otro estaba demasiado lleno, y le avise, me había dicho que lo esperara en otro lugar.

Jungkook se sentía algo incomodo hablando de aquello, no le gustaba recordar momentos tristes, y claro tampoco a Soobin.








Soobin llevaba en sus manos no solo el libro sino que también un pequeño ramo de flores, eran claveles rosas, una de sus flores preferidas.

- Yeonjun, aquí estoy -dijo Soobin viendo al chico que dormía plácidamente.

Coloco las flores en el pequeño florero que se encontraba en la mesita de la habitación y se acercó a Yeonjun, agarró la mano del pálido y la acaricio delicadamente.

- Ahora en verdad que me siento culpable por lo que te paso -una pausa-. Jungkook me dijo que ibas a confesarme tus sentimientos, eso iba a ser muy lindo de tu parte -Soobin sintió un nudo en su garganta-. Sabes que definitivamente te hubiera dicho que sí al instante, ni siquiera lo pensaría.

Soobin recargo su frente en el brazo de Choi Yeonjun, sentía sus ojos picar, sentía las lagrimas acumularse, no quería llorar, pero sentía la gran necesidad de hacerlo.

- No debí cambiar el lugar, tal vez sino te lo hubiera dicho, las cosas serían diferentes y estarías despierto, sonriéndome, enojandote por las travesuras de Beomgyu y Jungkook, cantando con Taehyun, dándole consejos a Hoseok, o simplemente ayudandole a Hueningkai a prepar la comida. Todo es mi culpa.

Soobin soltó un sollozo mientras apretaba sus parpados, quería evitar que sus lagrimas salieran.

Choi Soobin sabía que tenía que ser fuerte, sabía que Choi Yeonjun seguro le diría que no tiene la culpa de nada en absoluto, levanto la mirada y sonrío algo triste viendo al chico dormido frente a él.

- Creo saber lo que piensas, seguro estás diciéndome que deje de estar llorando, lo haré, pero créeme que no podré evitar llorar cuando salga de aquí.

Soobin abrió el nuevo libro que tenía en sus manos, sonrío al ver que ahí estaba escrita una nueva nota.

"Choi, si alguna vez me extrañas, allí te dejaré a mi peluche preferido para que te haga compañía mientras no este a tu lado, creo que es una buena compañía para ti, y cada que lo veas recuerda; no me he ido para siempre, estaré de regreso para estar contigo."

El pelimorado no aguantó y unas lagrimas estaban rodando por sus mejillas, nunca se hubiera imaginado encontrar aquella nota en ese libro.

Comenzó a leer el primer párrafo del siguiente libro "El Conde de Montecristo" de Alejandro Dumas, para su querido hyung, Yeonjun.

El Bello Durmiente 💫 - Yeonbin (Adaptación)-Where stories live. Discover now