CAPÍTULO XI

1.1K 100 11
                                    


NARRA MARIBEL:

Sé cruzaron las miradas
Tus pupilas y las mías
Me enamoré de la luna
Aún sabiendo qué era prohibida.
Es una obsesión divina
Querer aunque no me quieran
Magia qué envenena
Qué hasta los besos, sé vuelven intensos.
No sé, si será un pecado
Pero sueño acariciando su cuerpo
Ojalá, cupido no me haga llorar
Dejándo mí corazón sangrar.
Es un deseo qué llama
Qué me sube a la cima
A veces quiero ocultar qué me gusta
Pero es algo insaciable qué no tiene cura.
Es una obsesión de besarte
Qué despierto mirando tú rostro
No puedo dejar de pensarte
Tampoco dejar de quererte.
Es una obsesión ferviente
Qué no puedo durar un día sin verte
Aunque te pienso y desvanece
Pareces qué empiezo a extrañarte.
Es impuro mí corazón necio
Obsesionar el amor qué es ajeno
y aunque me llevo bien con el prójimo
Quisiera satisfacer, el crepúsculo de mí deseo.

"Obsesion De amor", de: Federico Lanfranco.

Hice una mueca al concluir con el poema de hoy.

Era demasiado expresivo para un niño de 9 años, leer un fragmento que relata amores obsesivos hacia otro individuo me resultaba muy extraño.
No tenía conocimiento de porque los Heelshire lo dejaron marcado junto a otros libros de textos poéticos parecidos a este en unos de los estantes para que lo leyera.

Pero no tenía de otra, aunque preferiría leer algo más infantil y menos perturbador que sea apropiado para un niño pequeño.

Brinque en mi lugar al sentir una melodia que provenía de la cocina.

Mi teléfono

Había olvidado que lo tenía.

_Esperame aquí Brahms, puede ser importante_. Le dije, antes de caminar apresuradamente hacia la mesada donde yacía mi teléfono.

Un número desconocido se veía reflejado en la pantalla.

Conteste y enseguida escuche a una voz decir, Hexe, esa era la "palabra magica" para detectar si era un familiar quien se comunicaba conmigo.

Hexe era Bruja en alemán, algo muy irónico.

Eso era parte del acuerdo de mi familia antes de huir, utilizar números y documentaciones falsas para mantenernos a salvo de los cazadores.

_Hola Mari; ¿Esta bien?
¿Sabes lo preocupados que estábamos por ti?
¿Porque No has llamado?
Por cierto, Soy Victor _. Escuche una voz masculina que me regañaba.

Victor Wandelier, mi Primo.

_Victor!!  lo lamento mucho_. Sonreí, lo extrañaba demasiado y me alegraba escucharlo otra vez aunque me regañe.

_No quería preocuparos a todos.
Estaba muy distraída pero ando bien por suerte, todo a estado muy tranquilo aquí en la mansión_. Comente girando en mi lugar para hechar un ligero vistazo a mi alrededor.
_Pero necesito saber el bien estar de ustedes.

_Me alegro que tu estancia en la mansión te mantenga a salvo Prima
y con respecto a nosotros; estamos bien.
Victoria esta recuperándose del ataque, se ve más tranquila.
Pero desde ese día nadie fue herido ni perseguido por ninguno de ellos_. Respondio extrañado.

Nuevo Destino (Brahms Heelshire) Where stories live. Discover now