Capítulo 32

187 41 17
                                    

Por la mañana Grimmes está en modo caballero andante. Estoy muy segura de que me vio dormir hasta que desperté, tan contemplativo y escalofriante como suena. Lo peor está por venir. Incitarlo a obsesionarse conmigo fue como abrir una presa a punto de desbordar, es como si sus deseos estuvieran para complacer los míos en un mar infinito de necesidades y no es algo bueno.

El amoroux es potente, pequeña embustera, más temprano que tarde el objeto de la magia termina por volverse....demasiado. Por suerte, solo necesitas confesar para acabar con todos sus efectos.

El dios está más calmado que ayer, tranquilo en su propia demencia y sereno en la destrucción de la que es señor. Muerte. Nunca imaginé que su dios fuera tan voluble siendo amo de una cosa tan absoluta y definitiva.

Eres la serpiente en mi oído, señor. ¿Quién empezó seduciendo para sacar ventaja?

Un escalofrío me recorre entera haciendo que el aliento se me atore en la garganta.

Humanos, ¿por qué siempre mezclan el amor con la lujuria? Cosas distintas requieren diferentes tratamientos. Yo la amé, si ella me sedujo quedará en su propia conciencia.

El Extraño suena casi inquisidor, lo suficiente reservado para hacerme saber que estoy en un buen lío.

¿Ha valido la pena el acostón? Las primeras veces pueden ser dramáticas. Especialmente cuando se dan en circunstancias tan ruines y bajas.

Giro los ojos queriendo estampar mi mano en su rostro de dios omnipresente. El último con derecho a juzgarme es él, aunque no conozco la historia entera de su caída de la gracia de los dioses, sé que fue muy relevante y traumática en su época. Diábole. Ese fue el término que usaron los Padres para referirse a él luego de su desobediencia, en la lengua antigua el término puede traducirse de muchas formas, todas ellas con significados poco amorosos: el engañador, mentiroso, ruin, traicionero, seductor, maestro perverso. Antes era una incógnita saber por qué los dioses primarios utilizaban semejantes adjetivos para su retoño, ahora que comprendo un poco más sobre la naturaleza propia del Extraño basada en traicionar a cualquiera por el precio justo también me siento muy propensa a insultarle. Anoche fue raro, pero también me gustó mucho. Fue como saltar a un precipisio sin cuerdas solo para darte cuenta que caerás sobre cientos de plumas. El placer de un buen amante es un gusto nada extravagante, ya entiendo por qué ni el ala muerta de Clarisa es capaz de escapar de un hechizo tan profundo como lo es el de la sensualidad.

Loras y su nueva familia no deben tardar, lo que nos deja un margen estrecho de intimidad. Esta mañana también me está cocinando, aunque esta vez estamos aplicando un desayuno más ladivo que el pescado de ayer. Está haciendo tortitas de pan y por como huelen están deliciosas.

-¿Cómo te sientes? -pregunta por enésima vez mi amante.

Para ser la tercera vez que pregunta lo mismo debe de creerse una bestia en la cama o ser un ingenuo en relación de mujeres. Sí, fue incómodo al principio, pero no fue traumático ni doloroso. ¿A qué viene tanto circo?

-Bien -contesto un poco harta de su insistencia.

Él sonríe avergonzado.

-Perdón si exagero, esto es bastante extraño también para mí. Nunca había hecho esto.

Reprimo un bufido. Freya no calificó a Grimmes de seductor, pero dejó muy claro que no era raro que tuviera conquistas por ahí de vez en cuando. Es lo que mucha gente busca como romance, el hecho de que sea príncipe atractivo y un famoso criminal parece gustar.

-Ya. ¿Acabas de decirme que eras virgen?

Baja la mirada mientras el bochorno le sube por el rostro.

Un cuento amargo |COMPLETA|जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें