Prólogo

14 4 0
                                    

     Mis pasos resonaban a lo largo del pasillo del hospital mientras me dirigía apresuradamente a la habitación que me habían asignado. Era la tercera vez en esta semana que asistía al mismo hospital psiquiátrico, lo cual no suele ser muy usual cuando estoy de vacaciones, sin embargo, el Dr. Brown me llamó esta mañana de urgencia para cubrir su turno en la sesión con los adolescentes que tenía programada para hoy, ya que había tenido una horrible indigestión la noche anterior y no podría asistir si no quería tener problemas serios con su pantalón y su caño de tiro fácil. No tenía pensado aceptar el turno, de hecho iba a negarme, pero hace mucho que no planeo nada, por eso y porque él siempre cubre muchas de mis guardias, acepté.

Habitación 22 (sala de sesiones grupales)

    La puerta estaba cerrada y no se escuchaba ni un solo ruido, lo que era preocupante, pues se suponía que hoy trabajaría con adolescentes, suelen ser ruidosos e hiperactivos, pero no se oía nada, ni un sonido, ni una queja, literalmente nada . Abrí la puerta y me adentré a la habitación sin muchos rodeos, y ahí estaban, los 7 jóvenes se giraron de forma rápida hacia la puerta algo sobresaltados.

-No tenía planeado asustaros. -dije mientras sonreía- Disculpad por la tardanza, tuve algunos problemas en casa antes de salir- me quité el pin con mi nombre y lo dejé junto con todas las demás cosas sobre el escritorio, tomé la carpeta de diagnósticos y me senté en una de las sillas que formaba el círculo.

-¿Dónde está el Dr. Brown? Se supone que la sesión era con él y no con usted- dijo una pequeña chica pelirroja algo disgustada, que por lo que había leído de camino al hospital se llamaba Meredith y tenía 15 años.

-Meredith, no seas tan antipática, por favor. Seguro hay una razón por la cual no pudo venir- dijo una chica de mi derecha mientras rodaba los ojos. Mi instinto y los años que llevo en ésto me dice que ellas no son muy buenas amigas. Hago un repaso mental para poder reconocer a la chica que ha hablado, estatura media, 17 años, ojos azules y al parecer bastante segura de sí misma, si mi memoria no se equivoca ella debe de ser Riley.

-De hecho si hay una razón, el Dr. Brown no ha podido venir por algunos problemas personales y me pidió que en su lugar yo impartiera la sesión de hoy- digo mientras dirijo mi atención a la pelirroja- Me presento, soy la Dra. Chloe Hope y probablemente esta sea la primera y última vez que tengamos una sesión juntos, pero tratemos de que os sirva para un futuro. Antes de empezar a hablar sobre problemas y otros asuntos deprimentes me gustaría que os presentarais- echo una rápida ojeada a mi alrededor y me fijo en un niño bastante pequeño en comparación con los demás que llama mi atención. Decido empezar por él.

-Empezaré por ti, cuéntame cómo te llamas y tu edad, por favor- pido de forma amable, éste se levanta de la silla y me mira con alegría.

-Me llamo Simon, tengo 13 años y estoy aquí porque tengo problemas con los videojuegos, con quedarme despierto hasta muy tarde y por pensar que estoy solo y nadie me quiere- termina de hablar y se sienta, al parecer muy satisfecho con su presentación. Antes de poder opinar o decir algo todos hablan al unísono.

-Estamos para apoyarte y ayudarte a superar tus problemas, Simon- sin siquiera darme cuenta empiezo a reírme de una forma un tanto exagerada.

-¿Qué te hace tanta gracia? - pregunta Meredith con un toque de indignación en su voz

-Tranquila, no es por vosotros- trato de calmar la situación- es por la forma en la que lleva mi compañero las sesiones, parecen reuniones de alcohólicos anónimos. ¿Alguien me puede decir que es lo que hacéis cuando viene el Dr. Brown?

Una de las chicas a mi izquierda levanta la mano para poder hablar. Es rubia, según su expediente tiene 16 años y se llama Melody, sin dudar le cedo la palabra.

-Bueno, es simple, decimos nuestros nombres, la edad y hablamos de nuestros problemas con los demás. Cuando todos terminamos esa parte el doctor da una charla motivadora, nos aconseja algunas cosas que podemos hacer y nos despedimos- La rubia vuelve a callarse. Sin creerlo miro a los demás y ellos asienten para darle más credibilidad a lo que su compañera acaba de decir.

-¿Y qué hacen con el tiempo que les sobra? Son dos horas de sesión, no puede ser que solo hagan eso.

-En verdad nunca sobra tiempo- afirma Riley algo extrañada.

Sigo perpleja, no puedo creer que Ryan solo haga eso en sus sesiones, era de los mejores estudiantes, debería saber que esas cosas no sirven; pero, para su suerte hoy estoy yo para solucionarlo.

-Okey, no pensé que la situación sería tan diferente a como suelen ser mis citas con pacientes, pero al parecer mi compañero tiene una forma muy desigual a la mía de hacer las cosas. Por hoy no haremos nada de eso, ya que no soy el Dr. Brown y que la sesión me pertenece, lo haré a mi manera.

-¿Y qué se supone que haremos? ¿Comer dulces y ver películas de amor y amistad? Yo creo que mejor paso de esto- El pelinegro que estaba frente a mí en el círculo y que sé que se llama Derek puso cara de desaprobación y se levantó para irse, pero antes de que pudiera salir, hablé.

-No haremos nada de eso, Derek, pero si eres fan de las películas de amor y amistad Netflix tiene una buena lista de recomendaciones- unas risas resuenan en la habitación, pero él no despega su mirada de la mía- Ahora, si quieres irte puedes hacerlo, a mí me pagaran lo mismo por hablarle tanto a seis como a siete adolescentes, es tu decisión- toda la sala se sumió en un vasto silencio durante unos minutos, hasta que Derek cerró la puerta y volvió a su asiento.

-Bien, y qué pretendes que hagamos, ¿cuál es el plan? - esas simples palabras hicieron que el corazón me palpitara de una forma inexplicable, porque hubo un tiempo en el que yo siempre tenía un plan para todo.

-Escuchar, solo eso, algo tan simple que muchos no saben hacer- digo con una sonrisa genuina en la cara.

-Pero, ¿eso en qué nos ayudaría a eso? - pregunta esta vez otro chico que se encuentra a mi derecha

-Eso lo decidiréis vosotros, Logan. Cada uno sacará un aprendizaje de la historia que voy a contaros y al final los compartiréis con el resto, sencillo y práctico, ya lo veréis- hago una pausa esperando algún tipo de queja o pregunta, pero nunca llega. Todos están atentos a mí, esperando a que prosiga - Las preguntas que surjan las respondedor en cierto punto y al finalizar la historia, dicho esto empecemos por el principio de todo.

Una (no tan típica) historia de amorWhere stories live. Discover now