SÓLO ES MI JEFE

Cap 23/~Buen trabajo~

— ¿Le parece divertida mi desgracia? — rápidamente cierro la boca— Guarde silencio o bájese del auto, si no quiere contarme sobre mi padre no lo haga y listo.

Bien creo que saltaré del auto.

Por cosas del destino el semáforo cambió a rojo y Guzmán detiene el auto. ¿Silencio incómodo? Saben que sí.

El maldito clima llega a embestir con un gran fríale que cala por completo mis huesos. Solo a Guzmán se le ocurría tener las lunas abajo, como si no fuera suficiente la frivolidad de sus ojos.

Maldito.

Al terminar la cuenta regresiva el semáforo vuelve a cambiar y los coches avanzan.

Llegamos a casa con un silencioso extenso, cuando entramos Guzmán coloca la clave de seguridad y yo paso a dejar mi abrigo sobre el sofá.

— Me daré una ducha.— cuelga las llaves junto a la puerta y deja el portafolio sobre la barra de la cocina— Si tiene hambre podría pedir delivery o simplemente preparase algo de comer, Fred hizo las compras ayer así que sírvase lo que desee.

Va hacia las escaleras y  sin decir nada más, desaparece.

Yo fui hacia la cocina a preparan un café con leche y posiblemente también a hacerme alguna fritura para cenar.

— Soy muy Fitness ¿no?—me rio de mi misma.

No les pasa que a veces -yo siempre- hablan con una "persona" pero esa "persona" son ustedes mismos?.

No no no no no, pues esa soy yo en todo mi esplendor, soy mi propia compañía.
Por alguna razón creo que eso es la cosa más normal del mundo.

Después de lavar los trastes que había ocupado para prepararme la cena, fui a mi habitación, me quité la ropa y envolví mi cuerpo con una toalla.

Al salir cerré la puerta y subí las escaleras.

Me detuve frente a la habitación de Guzmán y di 2 golpes.

Espere escuchar un su voz pero no contestó, repetí los golpes más de 3 veces pero el resultado era el mismo.

No lo había escuchado salir o bajar las escaleras, ya se hacía tarde y yo solo quería darme una ducha.
¿Recuerdan que el único baño está en su habitación?

Menudo tacaño

Bajé a mi habitación por mi móvil y le envié un mensaje diciendo que tomaría una ducha. No respondió pero supuse en el algún momento lo leería.

Entré y giré la perilla, abrí la puerta y sin husmear en ningún rincón, me dirigí al lavado.

No quería ducharme con el agua tibia por qué conozco a mi cuerpo y sé que querrá eso a menudo, no quería sacarle tanto provecho a todo esto.

Al terminar de darme la ducha salí del baño dirigiéndome hacia la salida no me percaté de la habitación; si estaba ordenada o si no lo estaba solo tenía la mirada en la puerta.

—Solo sácala de casa, Fred—su voz me detiene—no quiero que esté presente cuando lleve a....—y antes de que yo abriera la puerta, él lo hizo primero.