La esposa de un tirano (Serena y Diamante)

Capitulo 9 Atados...

"...En la forma que menos nos imaginamos..., nos vamos mas acercando..., conociendo nuestros defectos y virtudes..."

Pov Diamante

La vi regresar a nuestra habitación, de allí no salió hasta que mis deberes terminaron, lo se bien ya que Darien estuvo custodiando sus puertas desde que la siguió poco después de su absurda disputa, sin duda son iguales, pero mi esposa es una persona demasiado sensible, aparenta que no le afecte sin embargo, su sola expresión puedo lograr saber que algo le sucede, quiere entrenar, ¿Por qué negarme?, en el peor de los casos tiene razón, hay enemigos cerca, incluso puedo afirmar que hay un espía entre nosotros, si Serena no logra defenderse..., puede..., mejor que no piense en esa clase de cosas, creí en un momento que ya las había sepultado en mi vida

Termine mis deberes tras largas discusiones con mis administradores y las clausuras de mi heredero, no entiendo por que se preocupan, ya tengo a mi esposa, tan pronto como consumemos nuestro matrimonio no tardara en quedar en cinta, sin embargo, nadie sabe nuestro pequeño secreto matrimonial, ya que piensan que Serena es estéril o algo así, que sigan pensando lo mismo, tengo mis razones para no tener relaciones con ella aun, al llegar a la puerta de nuestra habitación, Darien se encuentra apoyado en la madera con sus pensamientos perdidos, sobresaltándose de inmediato al verme, negando su cabeza ante la incógnita si Serena a salido o no de los aposentos

-ve a descansar, del resto me encargo yo

-si señor

-que nadie cruce por este pasillo, quiero un tiempo privado con mi esposa ¿de acuerdo?-le advertí, lleno de incomodidad simplemente asistió retirándose, no puedo creerlo que hasta él se ruboriza ante una "falsa afirmación", si, quiero estar con ella a solas, pero no significa sexo, abrí la puerta, encontrándola cepillando su largo cabello rubio sentada en el tocador, el color dorado es como el sol naciente, a la luz de la luna llena parece una ninfa o una diosa que quizás leí en algún libro olvidado en la biblioteca, o quizás un ángel que mi madre me contaba que a veces caían del cielo para enseñarle al mundo que aun hay bondad entre nosotros, no lo se, pero su sola presencia me hace sentir tranquilo

-buenas noches Diamante...-volteo para saludarme con una sonrisa, aunque ni si quiera me dio un abrazo como solía hacerlo, de seguro es por la discusión que tuvo con Darien

-¿has tenido un buen día, esposa?-le pregunte quizás diga algo con respecto a él, si, de seguro algo me dirá de ello

-si, muy bueno, estuve con Amy en la biblioteca-me comento para voltear nuevamente a seguir la tarea con su extenso cabello, no me dijo nada, esperaba que me lo dijera ¿y si tiene miedo de que haga algo en contra de Darien? ¿Por qué no me dice la verdad?, sin mas se puso de pie, me beso sutilmente en los labios para luego arroparse dándome la espalda sin decirme ni una sola palabra ¿Qué le sucede a mi esposa?

Han pasado algunas horas y ella se mantiene en la misma posición, la abrace en un intento de que tal vez se desahogara, pero aun así, solo me correspondió para seguir durmiendo, al momento de que me encontraba a punto de dormir, siento como se remueve un poco las sabanas, Serena se levantaba lo mas sigilosa que podía, simplemente fingí estar dormido, abriendo nuestro armario para sacar mis pantalones y una camisa remangándose las mangas y colocándose mis botas, sacando la espada del cinto abriendo la puerta para retirarse con pasos bajo puntillas-mi esposa es muy perseverante...

Fin pov Diamante

Serena se había puesto las ropas de su marido, tomando su espada para ir a los campos de entrenamiento, no había nadie, ya que la armería estaba guardada en otro sitio, solo era un simple campo abierto, sus damas de compañía se encontraban dormidas y la mayor parte de los soldados, vigilaban aquellas entradas y accesos ante posibles ataques, dio un enorme suspiro para tomar el arma cortante con ambas manos sonriendo entusiasmada